VALÈNCIA. La economía francesa creció el 2,4% en 2017 frente al 1,3% que el Instituto Nacional de Estadística galo prevé que lo haga este año. Una fuerte ralentización económica, que coincide con las estimaciones del Banco de Francia, el FMI y la OCDE, que está provocando daños colaterales en las ventas de los productos elaborados en la Comunitat Valenciana y que se exportan al país vecino. Además, conviene recordar que el mercado galo aglutina casi el 12% el total de las ventas regionales.
Con todo ello se explica que entre enero y abril de este año, las exportaciones valencianas hacia tierras francesas cayeran un 12,2% hasta los 1.266,8 millones de euros, según el último informe de comercio exterior publicado este viernes por el ICEX. Cierto es que las importaciones de productos galos también se redujeron -un 11% hasta los 695,6 millones de euros-, lo que mantiene un superávit comercial de 571,1 millones pero eso sí un 13,6% por debajo del mismo periodo de 2018.
Entre enero y abril del presente ejercicio, las ventas de productos realizados en algún punto de València, Alicante y Castellón apenas repuntaron siete décimas respecto a los cuatro primeros meses del pasado año, al alcanzar los 10.607,7 millones de euros. Solo dos décimas más crecieron las exportaciones totales españolas, que repuntaron hasta los 95.778 millones de euros, siempre según los datos del ICEX.
Castellón fue la única provincia de las tres de la Comunitat que vio reducida sus exportaciones hasta abril (-4,2%) por valor de 2.638,3 millones; mientras que las ventas valencianas aumentaron un 3,2% hasta los 6.128,7 millones; y las alicantinas una simbólica décima al totalizar 1.840,7 millones. De este modo, las exportaciones de la Comuntat Valenciana se situaron en la tercera posición en el ranking nacional por detrás de Cataluña (24.414,9 millones) y Andalucía (11.444,2).
Las principales contribuciones positivas de las ventas de productos valencianos en los cuatro primeros meses de 2019 procedieron del sector de sector automóvil (con una contribución de 0,8 puntos), bienes de equipo (0,7 puntos), productos químicos (0,5 puntos) y bienes de consumo duradero (0,1 puntos). Todo lo contrario que los productos energéticos (-1,4 puntos) y semimanufacturas no químicas (-0,3 puntos), que fueron los sectores con mayores contribuciones negativas.
Una vez más las exportaciones hacia la Unión Europea (UE) llevaron la voz cantante -monopolizan el 63,2% del total- aunque en esta ocasión bajaron dos décimas respecto al primer trimestre de 2018. Mayor caída se dio en lo que a la Eurozona se refiere, dado que retrocedieron un 3,1% y buena culpa de ello la tuvo Francia; mientras que en el resto de la UE repuntaron un 9,7%. Por países destacó el aumento acumulado hasta abril de las ventas a Reino Unido (+5,9%), Portugal (+4,4%), Alemania +(1,6%) e Italia (+1%); como también -y desde la perspectiva negativa- el desplome de las ventas a Turquía en un 43,7%
Asimismo, y en lo que a terceros destinos se refiere, subieron un 2,3% interanual y representan el 36,8% del total, destacando el crecimiento de las ventas a América del Norte (32,6%), Oceanía (6,5%), Asia excluido Oriente Medio (2,9%) y Oriente Medio (1,1%), frente a los descensos de América Latina (-4,9%) y África (-2%). Por países destacaron positivamente los aumentos a Canadá (+162,8%), Singapur (+56%), Egipto (+24,9%), China (+20,8%), Nigeria (+19,5%), Estados Unidos (+18%), Emiratos Árabes Unidos (+17%) y Perú (+16,1%); mientras que en el otro lado de la balanza se situaron Argentina (-43,7%), Indonesia (-28,4%), Hong-Kong (-13,4%), Argelia (-12,4%), Chile (-10%), Corea del Sur (-9,7%), Vietnam (-7,2%) y Brasil (-6,8%).
