VALÈNCIA. Finalmente, sí que habrá negociación. O al menos voluntad de ella. La consellera de Agricultura, Mireia Mollà, extendía hace algo más de un mes una propuesta informal para sentarse a dialogar con todas las instituciones implicadas en la variante sur de Pedralba. Lo hacía en medio de una escalada de tensión con el Ayuntamiento de la localidad y con la Diputació de València, después de publicar el más que anticipado Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN) del Túria y de reconocer que, a pesar de todo, este no tiene capacidad para frenar un proyecto que había sido aprobado con anterioridad y que además cumplía con todas las exigencias legales.
Así, sin el instrumento que alguna vez amenazó con poner coto a la construcción de la carretera, pocas opciones quedaban a la conselleria más allá de la negociación. Es por ello que prometió a las asociaciones ecologistas del municipio buscar otros cauces mediante los cuales proponer alternativas y desechar el proyecto por su trazado actual, que en alguno de sus puntos pasa muy cercano al cauce del río Túria. Aunque, de momento, la primera y única convocada es la Diputació de València, institución encargada de planear y ejecutar la obra. De hecho, la reunión tendría que haber tenido lugar este mismo jueves, aunque finalmente no se celebró por causas ajenas al asunto en cuestión.
No es poco, sin embargo, el recelo que se respira en el ente provincial. Y, aunque finalmente han decidido acudir a la llamada "para escuchar" qué es lo que tiene que decir Agricultura, siguen defendiendo el proyecto presentado y recuerdan que las expropiaciones de los terrenos ya se han producido. Del mismo modo, vuelven a hacer alusión a la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) favorable con la que cuenta la carretera, y matizan que además fue la propia conselleria quien admitió que el PORN no tiene afectos retroactivos y por lo tanto no puede interferir con un proyecto ya en marcha.
A todo esto se unen, además, detalles que poco tienen que ver con el fondo y mucho con las formas. Y es que, desde la Diputació no han olvidado todavía que la conselleria se negó a atenderles en las semanas posteriores a la publicación del PORN, un asunto especialmente delicado si se tiene en cuenta que el documento llevaba en redacción más de seis años y que ha sido el principal generador de dudas y conflicto alrededor de la construcción de la variante sur. En este sentido, denunciaron que el plan no contaba con disposiciones transitorias en las que se explicara qué es lo que sucede los proyectos ya aprobados dentro de los terrenos de máxima protección, como es el caso de la carretera. Una circunstancia que arrojaba más dudas que respuestas después del prolongado tiempo de espera.
Ante esta situación, la Diputació de València envió varias misivas pidiendo que, por favor, Agricultura aclarase de manera explícita si podía o no continuar adelante con el proceso de construcción. Peticiones que no fueron atendidas en ningún momento, a pesar de que desde el ente provincial insistieron hasta en tres ocasiones, según explicaron en su momento. Por su parte, la justificación que la conselleria dio a Valencia Plaza fue directa: no respondieron a las misivas porque creen que es responsabilidad de los técnicos de la Diputació interpretar el documento que tienen entre manos, y en última instancia dirimir si la variante se ajusta a sus disposiciones o no.
Aun así, y a pesar de todo, reconocieron finalmente a este diario que el PORN del Túria no tiene capacidad normativa para impedir la construcción de la variante sur. Y alegaron, por si es que acaso quedaba alguna duda: todo lo que no está explícitamente regulado dentro del documento es que está permitido. En pocas palabras, si no se hace mención a la variante sur es precisamente porque el plan no tiene potestad para interferir sobre él.
De este modo, y aunque nunca ofrecieron una respuesta oficial al ente provincial, sí que se pronunciaron sobre la cuestión. En cuanto a la reunión, la conselleria no ha avanzado las posibles propuestas que pondrá encima de la mesa, pero sí que adelanta la intención de llegar a un "consenso" y se abre a estudiar la posibilidad de que el proyecto "tenga el menor impacto posible sobre el entorno". Por su parte, la Diputació de València se mantiene firme en la defensa de la propuesta actual, puesto que no existe por el momento ninguna orden ni normativa que pueda tumbarla. "Si no la quieren, que hagan un decreto para prohibirla", sostienen.
En medio de la incertidumbre ante la falta de respuesta por parte de la conselleria, la Diputació de València siguió haciendo camino a finales de 2021 para convertir en una realidad el proyecto de la variante sur de Pedralba. De hecho, ya expropió los terrenos a los dueños para poder empezar a construir, y alegan que los trámites de la obra siguen su curso. En total, las parcelas han costado al ente provincial una inversión de más de 300.000 euros.
Por su parte, el nerviosismo crece en el Ayuntamiento de Pedralba, liderado por la popular Sandra Turégano. Tanto es así que incluso presentaron una querella por la vía penal contra el presidente de la Diputació de València, Toni Gaspar, y contra la secretaria autonómica de Transición Ecológica, Paula Tuzón. En ambos casos por prevaricación al considerar que se estaba procediendo a un retraso injustificado de las obras. Aun así, y por el momento, lo último que se conoce sobre el proceso es que la Fiscalía solicitó su archivo al percibir que sí que había argumentos sólidos por los cuales se ha ido posponiendo el inicio de las obras, siendo uno de ellos la propia redacción del PORN.