VALÈNCIA (VP). El Monestir del Corpus Christi de Llutxent, uno de los elementos patrimoniales más destacados de la Diputació de València, será rehabilitado de manera integral, según ha anunciado la diputada provincial de Proyectos Técnicos y vicepresidenta segunda de la institución provincial, Reme Mazzolari.
“Durante mucho tiempo", explica Mazzolari, "el único mantenimiento que ha habido han sido intervenciones puntuales a través de programas mixtos de formación y empleo, pero no había una visión integral y estratégica que presidiera las diferentes actuaciones con el objetivo de poner en valor el enorme valor histórico y cultural del inmueble, que es una de las joyas del patrimonio de la Diputació, y por lo tanto, de todos los valencianos”.
La rehabilitación integral del Monestir se llevará a cabo a través de diferentes fases de actuación. La diputada de Proyectos Técnicos explica que “el motivo no es solo presupuestario, ya que se trata de una gran inversión por parte de la Diputación, sino que también facilita nuestro objetivo de ir abriendo a la ciudadanía las zonas sobre las que se vaya actuando”.
El inicio del proceso de intervención lo marcarán los estudios arqueológicos sobre la fachada de la iglesia que forma parte del complejo histórico, “que servirá como punto de partida para establecer la estrategia de intervención”, subraya Reme Mazzolari, “para, de manera paralela, ir estudiando las actuaciones en otros lugares como la zona de enterramiento de los antiguos monjes, bajo la cual los técnicos afirman que podría haber un osario”.
Otras zonas que se consideran prioritarias a la hora de establecer el plan de actuación son las estancias que se sitúan alrededor de claustro, uno de los elementos más relevantes del complejo.
El Monestir del Corpus Christi de Llutxent fue construido por la orden de los dominicos principalmente en el siglo XV, vinculado al "Milagro de los Corporales" que, según la tradición, ocurrió en este lugar en el siglo XIII.
La actual distribución de este enclave se articula alrededor de tres espacios bien diferenciados: el claustro -de estilo neoclásico-, la iglesia y un patio de servicio alrededor del cual giran los elementos auxiliares del monasterio (bodegas, silos, almacenes, despensas, horno etc.).
Su popularidad creció cuando alrededor de 1475 se convirtió en Universidad con capacidad para la formación de religiosos en Artes y Teología, para llegar a su esplendor durante los dos siglos posteriores como seminario para los frailes misioneros en América.
Durante el siglo XVIII tuvo que ser reconstruido tras verse afectado por un incendio durante la Guerra de Sucesión. Así, el claustro de estilo neoclásico y con cinco arcos de medio punto apoyados en pilastras, data de esta fecha.
En el siglo XIX, la desamortización de Mendizábal y el saqueo de los franceses provocaron que se convirtiera en masía, antes de pasar a propiedad de la Diputació de València, que con este plan de rehabilitación trata de devolver todo el esplendor de este conjunto histórico y cultural.