Foto: KIKE TABERNERVALÈNCIA. 13,3 millones de euros es lo que habrá supuesto finalmente para el presupuesto municipal de València la inversión en la reforma para la peatonalización de la Plaza de la Reina. La actuación, que ha supuesto la peatonalización de más de 12.000 metros cuadrados, ha estado cofinanciada por la Unión Europea, y se ha ido encareciendo con el paso del tiempo por diferentes circunstancias.
Los sobrecostes por el alza del precio de los materiales y algunos modificados en el proyecto inicial han elevado el coste definitivo de la intervención en la céntrica plaza respecto a lo proyectado en un principio. Así, a los 10,8 millones de euros por los que se adjudicaron las obras a las empresas constructoras, se han sumado unos 2,5 millones adicionales en diferentes fases.
Por un lado, la concejalía de Movilidad Sostenible, encargada de este proyecto y que dirige el edil Giuseppe Grezzi, tuvo que aprobar un modificado del proyecto por algunos imprevistos: el mal estado de las estructuras del aparcamiento subterráneo y los hallazgos arqueológicos aparecidos en las proximidades de la Catedral. Esto hizo que se incluyeran en el proyecto nuevas actuaciones, así como más pruebas de investigación de los restos arqueológicos. Lo que a la postre supuso más de 1,6 millones de euros de sobrecoste a la reforma.
A este gran plus, se han tenido que añadir otros más de 800.000 euros debidos a la inflación y el alza de las materias primas, algo que no estaba previsto cuando se adjudicó el proyecto. De hecho, el Gobierno central aprobó un decreto para la revisión excepcional de los precios en este tipo de contratos, y las empresas adjudicatarias de este contrato ya han echado mano de esta posibilidad.
Así, la UTE Edifesa-Collosa, encargada de los trabajos, reclamó el pasado verano la mencionada compensación tras haber experimentado "una escalada impredecible del precio de las materias primas, que está afectando a la economía del contrato", aprovechando también las herramientas facilitadas por el ejecutivo central para revisar los costes. Finalmente, el consistorio lo concederá, pues de hecho lo pretende incluir en los presupuestos para el año que viene, según ha respondido la concejalía a preguntas del PP.
Estos dos encarecimientos deben sumarse a otro de menor cuantía: 90.000 euros. En este caso, para la ejecución de actuaciones "no previstas en el proyecto" inicial pero que se consideraban importantes para mejorar la accesibilidad y el funcionamiento de los servicios en la plaza. Por ejemplo, la instalación de señales de balizamiento en el parking, el aumento de la potencia en la red eléctrica y la instalación de tomas para el mercado de la Escuraeta, etcétera.
La remodelación ha supuesto una transformación notable de la Plaza de la Reina, que estrenó a finales del pasado mes de julio: el suelo se ha pavimentado con piedra calcárea antideslizante, se han instalado juegos infantiles, lavabos públicos, 115 árboles y 1.378 arbustos.
Entre las novedades, también se encuentra la implementación de todos a diferentes alturas en la zona central de la plaza, y se han incorporado dos fuentes de agua, hasta 900 asientos y 30 plazas de aparcamiento para bicicletas. Pero sin duda, uno de los elementos que más sorprendió al público este jueves fue el de los difusores de agua, instalados en una de las zonas de la plaza para rebajar la temperatura en días de especial calor.
La reubicación de los quioscos ya existentes, la implantación de dos monolitos informativos y el emplazamiento de una escultura del llamado "arquitecto de Nueva York", Rafael Guastavino, culminan la intervención, que también se ha hecho en el subsuelo: se ha remodelado el aparcamiento subterráneo, con más de 8.600 metros cuadrados de superficie, modificando las rampas de acceso y reforzando la estructura. Las instalaciones cuentan con 228 plazas para coches -de rotación y alquiler-, seis plazas para movilidad reducida, 48 para motos, 20 para bicis, nueve cargadores eléctricos de bicis o VMP, y otros siete para vehículos.
