VALÈNCIA. (EP) El Plan de lucha contra incendios forestales previsto para este verano 2021 en la Comunitat Valenciana contará con un presupuesto de 89 millones de euros, lo que supone un incremento de un 10% con respecto al año pasado.
Así lo ha destacado la consellera de Justicia, Interior y Administración Pública, Gabriela Bravo, que ha presentado este martes la actuación.
De los 89 millones dedicados este año por la Generalitat a las tareas de extinción de incendios, 50 son para la Sociedad Valenciana de Gestión Integral de los Servicios de Emergencias (SGISE), 15 se destinan a medios aéreos y cerca de 24 a aportaciones a los tres consorcios de Bomberos de la Comunitat Valenciana.
Una parte importante del aumento presupuestario se destinará este año, a través de la Sociedad Valenciana de Gestión Integral de los Servicios de Emergencias (SGISE), a impulsar un Plan de Mejora de Infraestructuras en las bases de las unidades de bomberos y bomberas forestales de la Generalitat, además de inversiones en transporte y sistemas de información y comunicación y para la renovación de uniformes y nuevos epis adaptados a las diferentes emergencias.
La consellera ha destacado que, en esta campaña, la Generalitat "coordinará a más de un millar de profesionales de diferentes organismos, y ha explicado que "solo la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a las Emergencias (Avsre) tiene preparado cada día, un dispositivo de 432 personas entre los medios terrestres y aéreos".
Este dispositivo está integrado por 56 unidades de bomberos forestales de la Generalitat (280 bomberos y bomberas), 45 autobombas, 9 helicópteros (2 de coordinación y 7 de extinción), 9 aviones (7 de carga en tierra y 2 anfibios).
A estos se suman los medios de prevención de la Conselleria de Agricultura y Transición Ecológica y los efectivos de los tres consorcios provinciales de bomberos, las brigadas de la Diputación de Valencia, personal de la UME, Guardia Civil y policías locales de los distintos ayuntamientos, así como la Policía de la Generalitat.
Bravo ha resaltado que en 2020 se declararon 252 incendios forestales que afectaron a unas 700 hectáreas, y ha añadido que "fue el año con menor número de incendios registrados desde 1986, incluso son cifras que rebajan las registra-das el año anterior en el que se produjeron 273 siniestros en los que se quema-ron 969 hectáreas".
La consellera Bravo ha ofrecido también cifras referidas al número de llamadas recibidas en 2020 en el 112 Comunitat Valenciana relacionadas con incendios de vegetación. En total fueron 5.029 llamadas y el servicio de bomberos y bomberas forestales de la Generalitat intervino en 1.114 de estos incendios También se realizaron 552 vuelos de extinción por parte de aviones y de helicópteros de la Generalitat; y 314 vuelos preventivos de vigilancia.
En su intervención, ha apelado a la responsabilidad y colaboración ciudadana para evitar los incendios y también para que se utilice el teléfono de emergencias 112, ante cualquier sospecha de fuego, ya que "una llamada a tiempo puede evitar un gran incendio y permite a los servicios de emergencias actuar con la celeridad deseada en estos casos".
Asimismo, ha detallado que, desde el 1 de julio y hasta el 31 de agosto, el ser-vicio de atención de llamadas del teléfono de emergencias 1·1·2 "incrementará tanto el número de operadores como el de personal coordinador en un 17'2 % más que en periodo ordinario".
La consellera ha explicado que se mantienen las medidas preventivas sanitarias en la lucha frente a la Covid-19 para todo el personal que forma parte del operativo de vigilancia y extinción de incendios forestales, y ha destacado que el personal del servicio de bomberos y bomberas forestales y los y las técnicos de emergencias menores de 60 años disponen de la primera dosis de la vacuna y que se va a iniciar la citación para la segunda dosis.
Por último, ha hecho un llamamiento a la ciudadanía para que "extremen las máximas precauciones cuando salgan a los espacios naturales y actúen con la máxima responsabilidad y diligencia sabiendo que cualquier actuación negligente no solo pone en riesgo nuestro patrimonio natural sino también la vida y los bienes de las personas".