VALÈNCIA. "Es una canallada". Así de tajante se muestra uno de los empresarios de La Marina de València ante el recorte horario que sufrirá este verano la hostelería de la zona durante las noches. Hasta ahora, podían abrir hasta las tres de la madrugada en época estival, pero el cambio normativo aprobado por la Generalitat Valenciana y la negativa del Ayuntamiento de València a mantener esa hora de cierre obligará a echar la persiana una hora y media antes.
Esta postura ha enfadado y mucho a los empresarios del sector: "Es una canallada que va contra La Marina, contra los visitantes, tanto españoles como extranjeros, contra el turismo y contra nosotros, que en Alboraya van a cerrar a las tres y nosotros, a la una y media", critica uno de los hosteleros afectados de este espacio: "Para beneficio de quién?", se pregunta: "Esto no es por capricho, se intenta arruinar nuestros negocios".
A su juicio, los "grandes beneficiados" serán espacios que tienen licencia para abrir durante la madrugada, como el Marina Beach y otras discotecas de la ciudad. Y recuerda que los empresarios recurrieron la orden de la Generalitat en la justicia hace más de un año y, por el momento, siguen a la espera de una resolución: "No contestan", lamenta en este sentido.
La orden aprobada por la Conselleria de Justicia fue aprobada en 2020 para que se empezara a aplicar en 2021, como publicó Valencia Plaza, pero la evolución de la pandemia de coronavirus ha hecho que este año sea el primero en el que sea operativa en su plenitud. En la práctica, se trata de la reversión de unos horarios ampliados hace una década para la hostelería y la restauración de zonas marítimo-terrestres con el objetivo de "reforzar el papel de estos locales", ubicados en primera línea de playa, en la misma playa o en zonas portuarias como La Marina de València.
En su momento, el gobierno del PP aprobó la ampliación extraordinaria hasta las tres porque "cumplían un cometido beneficioso en las playas y el litoral valencianos" en una época de grandes eventos como la Copa América o la Volvo Ocean Race en puntos concretos de la costa valenciana. Citas que, subraya la orden, "supusieron la llegada de un gran número de visitantes y realzaron la demanda y el servicio" de estas actividades hosteleras, pero que ciertamente ya no tienen lugar, y de ahí la reversión horaria.
Por eso, la nueva orden delega en cada ayuntamiento la decisión de mantener los horarios ampliados en la zona costera de su municipio. Los consistorios que querían continuar con la ampliación, debían solicitarlo "mediante declaración expresa". Y el Ayuntamiento de València, con la edil Lucía Beamud al frente de la concejalía de Actividades, y en último término, con el alcalde Joan Ribó como responsable último, no lo ha solicitado. Sólo cuatro municipios lo han hecho.
En su momento, el Ayuntamiento de València ya anunció que no iba a solicitar esta ampliación y recordó que en el Cap i Casal esta medida afecta fundamentalmente a los locales emplazados en La Marina de València, dado que fue la epicentro de la Copa América. "La ampliación horaria fue una norma ad hoc para este tipo de eventos", recordaban desde el consistorio, "por lo que no tendría sentido mantenerla, dado que éstos ya no tienen lugar".
Desde la asociación de empresarios de La Marina, su presidente Javier Andrés insiste en que se ha de "hacer una reflexión" sobre el recorte horario porque La Marina"es un sitio adecuado para disfrutar y eso conlleva alargamiento de sobremesa y de horarios".
Por eso, a su juicio, la una y media de la madrugada como hora de cierre resulta un "horario corto para disfrutar de una velada" en este enclave, que, recuerda, "no tiene vecinos". "Instamos a una reflexión porque en La Marina se dan todas las condiciones para que se pueda alargar el horario: es un destino turístico de primer orden y de éxito, y por eso hay que intentar estudiar su casuística", asegura Andrés.