VALÈNCIA. (EFE) La Unidad de Patrimonio de la Policía de la Generalitat ha realizado desde su creación en 2014 un total de 1.932 inspecciones, en las que se han recuperado 5.640 elementos patrimoniales valorados en 246,9 millones de euros y de los cuales el 65 % procedía de yacimientos y el 9 % eran falsos.
Entres los objetos intervenidos hay material arqueológico, monedas, falsificaciones de pinturas o esculturas, campanas históricas, azulejos antiguos o armas de fuego y en las operaciones en las que fuera incautradas, se ha investigado a 430 personas y procedido a la detención de 31.
La consellera de Justicia, Interior y Administración Pública, Gabriela Bravo, ha destacado que esta unidad "es una referencia en el ámbito policial en la protección y recuperación de tesoros culturales y en la persecución del fraude", ha informado la Generalitat en un comunicado.
Bravo se ha expresado así en la reunión que ha mantenido este jueves con mandos del Grupo de Patrimonio de la Policía de la Generalitat acompañada del secretario autonómico de Seguridad y Emergencias, José María Ángel y la comisaria jefe, Marisol Conde.
La mayoría de las obras intervenidas son objetos procedentes de expolios en yacimientos arqueológicos, de los que 3.663 se corresponden con elementos arqueológicos y 1.221 con monedas antiguas.
Las falsificaciones de obras pictóricas ascienden a 521 mientras que las esculturas son 124. Son también relevantes las incautaciones de azulejos centenarios (102) o las cinco campanas antiguas.
"El objetivo principal de este grupo -ha explicado la consellera- es proteger y garantizar la conservación del patrimonio histórico valenciano".
Para ello, se llevan a término investigaciones en obras que afecten a zonas sobre las que rige algún tipo de protección cultural y se inspeccionan periódicamente yacimientos arqueológicos, tiendas de antigüedades y rastros.
Por otra parte, se realizan vigilancias en monumentos protegidos y se supervisan las operaciones de compraventa de obras de arte en coordinación con sus autores, propietarios o fundaciones gestoras de su propiedad intelectual.
Para la consellera, "la labor del Grupo de Patrimonio ha sido esencial para proteger y preservar para nosotros y las futuras generaciones el patrimonio cultural de la Comunitat Valenciana", así como "para evitar y perseguir fraudes en el comercio ilícito de obras de arte o falsificaciones".
En este sentido, ha destacado que el volumen de dinero que se maneja en estas operaciones es comparable al de otras actividades ilícitas como el tráfico de armas, drogas, trata de seres humanos o incluso "financiación del terrorismo".
Entre las operaciones más relevantes, destacan la dos últimas: Elice, que interrumpió la comercialización de un Modigliani falso cuyo valor en el mercado hubiera alcanzado los 50 millones; y Custodes en la que, además de otra falsificación de Modigliani, se intentó vender un falso Goya y un falso Greco, con los que pretendían embolsarse 12,5 millones.
El grupo también impidió la venta de falsificaciones de otros artistas como Picasso (Operación Picachu); Wifredo Lamb, Guayasamín o Diego Rivera (Operación Wifredo).
Otras actuaciones importantes del Grupo fueron la Operación Shopper, en la que se detuvo a dos personas que intentaban vender 27 falsificaciones de Goya, Nicolás Falcó, José Benlliure, Cecilio Plá y Puig Roda, o la Operación Toro Benlliure, que intervino copias de bronces del escultor valenciano Mariano Benlliure.
La Operación Gouché impidió la comercialización de 35 gouaches de Eusebio Sempere o las operaciones Tractoristas o La Cúa, en la que se interceptaron objetos procedentes de yacimientos valencianos que habían sido expoliados.
