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primer debate en el centre octubre

Los candidatos a rector de la UV se enzarzan por la gestión de la plantilla

7/02/2018 - 

VALÈNCIA. Fue un debate de guante blanco, como se preveía. Los tres candidatos a rector de la Universitat de València (por orden alfabético María Antonia García Benau, Vicent Martínez y Mavi Mestre) acudieron este martes tarde al Centre Octubre a una cita que sirvió para acercar a la calle, a la ciudadanía, los problemas de la Universitat. Moderados por el profesor de Psicología Ferran Suay, García Benau, Martínez y Mestre, desarrollaron de manera elegante, sin aristas y con formalidad, sus diferentes propuestas para la institución académica cinco veces centenaria.

El conato de debate más importante se produjo cuando se mencionó la gestión de los recursos humanos de la institución. Fue entonces cuando García Benau saltó con un explícito: “He oído algunas cosas aquí que no puedo callarme”. En primer lugar criticó que no se hubiera tenido en cuenta el “relevo generacional”, algo natural que según ella debería haberse planteado desde el equipo de gobierno rectoral. Asimismo, criticó que “una universidad no puede esconderse tras resoluciones ministeriales” y reclamó que se hubieran realizado otras actuaciones.

Lejos de matizar estas afirmaciones, Martínez, el otro candidato alternativo al establishment secundó a García Benau y fue aún más lejos, poniendo de ejemplo otras universidades de España. “La manera de responder a las actuaciones externas [del gobierno del PP] no siempre ha sido la mejor. Otras universidades han trabajado de otra forma en relación con los recursos humanos. Parece que han hecho alguna cosa de otra manera”, señaló. 

Y, abundando en una idea que gusta también en la candidatura de García Benau, recordó que ya en marzo del año pasado él publicó un artículo en la prensa en la que pedía “una nueva política de recursos humanos”. Una idea en la que insistió durante otra parte del debate cuando aludió a la crisis de los profesores asociados y señaló: “Tenemos una parte del profesorado en huelga y eso debería ser un tema prioritario”.

La respuesta de Mestre fue un recordatorio de que si por algo se ha caracterizado la gestión de Esteban Morcillo ha sido por su carácter dialogante. De hecho, el propio Martínez admitió en un momento de la cita que durante estos años el rector le había consultado asuntos cruciales de la universidad, tanto en privado como en público. “Todas las decisiones que se han tomado han sido consensuadas en los órganos de gobierno”, insistió Mestre.

Mismos objetivos, diferentes caminos

En términos generales fue un encuentro un tanto monocorde, ya que los tres candidatos a rector coincidieron en las premisas principales de sus objetivos, ordenados, lógicamente, de diferente manera. Mestre incluso fue tan protocolaria que, como cuando hizo durante la presentación de su candidatura, leyó la primera parte de su discurso. 

Los detalles, sin embargo, sí fueron muy dispares y cada uno abogó por una vía para lograr, grosso modo, algunos de estos retos: que los estudiantes se encuentren más implicados en la vida universitaria, lograr una docencia y una investigación de calidad, mejorar las condiciones laborales del profesorado y personal, y, detalle relevante, revertir a la sociedad lo que ésta da a la universidad.

Mirando al futuro de la institución, tanto Martínez como García Benau coincidieron en pedir una nueva Universitat. El primero citó a Berger para apuntar que “la mejor manera de cerrar el futuro es borrar el pasado”. Partiendo de una misma concepción de una universidad pública y de calidad, arraigada y en la que se preserven las señas de identidad valencianas, pero al mismo tiempo con ambiciones internacionales, los tres candidatos se refirieron de distintas maneras pero con idéntico contenido a los deberes que tiene la universidad.

Así, García Benau habló de la necesidad de una “rendición de cuentas”, expresó un nítido “dar a la sociedad lo que nos ha dado” y aludió a la importancia que tendría conseguir que la Universitat sea de nuevo “un centro de debate”. Martínez, quien por su parte abogó también por “una docencia e investigación de calidad”, concretó algunas de estas ideas con un concepto muy claro: “Tenemos que romper la precarización del personal y el elitismo hacia los estudiantes con unas tasas elevadas”, con el fin de lograr una universidad más digna. Mientras que Mestre, durante la parte leída de su intervención, se refirió a que “todos los servicios públicos han de estar al servicio de la sociedad” y aseguró que su candidatura “mira al interior de la sociedad y a contribuir a su mejora de vida”.

Como corresponde con su condición de voces críticas, tanto Martínez como García Benau pusieron en solfa la forma de gestionar la institución de los últimos años. Algo en lo que los dos coincidieron fue en una cuestión que primero señaló Martínez cuando aseguró que durante los últimos ocho años en la Universitat de València habían “claudicado ante el Ministerio de Educación y las políticas del PP”. En este sentido aseguró que el decreto Wert se había aplicado con un celo único en todo el país.

Los alumnos, en el epicentro

Identidad, lengua, alumnado (“los alumnos son nuestra pasión”, dijo García Benau en un comentario que, bromeó un asistente, un hombre no podría decir hoy día en público con tanta efusividad), los temas que se plantearon sobre la mesa evidenciaron la necesidad de la internacionalización de la institución, así como el compromiso de los tres candidatos con la defensa del valenciano. En este sentido Mestre recordó cuando en su infancia se tenía que traducir los apuntes del colegio del castellano a su lengua.

Otra cuestión que también quedó clara fue la convicción de la necesaria actualización de la entidad. “Existen nuevos colectivos y hay que adaptarse a los nuevos entornos”, señaló García Benau. “La cultura científica ha de impregnar a la sociedad”, apuntó Martínez. “Hemos de ser vanguardistas”, señaló Mestre. Ideas que podrían intercambiarse y que, demuestran que, sobre todo, lo que está en juego en las elecciones del próximo 22 de febrero es elegir la forma en la que se intentará alcanzar un mismo reto: hacer que la Universitat de València sea la punta de lanza de la sociedad valenciana.

Foto: KIKE TABERNER

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