Imagen de una carga de atunes engordados en cautividadCASTELLÓ. El puerto de Castellón será la sede de un proyecto pionero en Europa: una piscifactoría para la reproducción y cría de atunes. Tras varios meses de negociaciones, la compañía alemana Next Tuna ha materializado ya su intención de producir alevines de túnidos, hasta desarrollarlos como juveniles, cuando ya con un tamaño suficiente serán vendidos a granjas de engorde. Clientes no le faltarán: sin ir más lejos, Balfegó tiene sus jaulas cerca de la desembocadura del Ebro, en la localidad tarraconense de l'Ametlla de Mar.
Los dirigentes de la compañía alemana han creado ya la filial en España (Next Tuna Spain), que tiene como sede el Grau de Castelló y como objeto social "la planificación, financiación, preparación científica, técnica y biológica, construcción y explotación de una o varias instalaciones de cría de peces para la posterior comercialización de los productos correspondientes".
Para materializar el proyecto, para el que ha previsto una inversión máxima de 70 millones de euros, sus responsables también avanzan en otros frentes. Así, han solicitado asimismo la concesión del espacio que necesitan en la dársena sur del puerto, junto a las instalaciones de la planta de biodiésel, una zona urbanizada pero con el terreno suficiente.
En paralelo, Next Tuna trabaja también para conseguir la aprobación de la declaración de impacto ambiental para el proyecto, así como del informe de estrategias marinas que lo acompaña. Ambos son indispensables a la hora de materializar la iniciativa. También lo serán las posteriores licencias de obras y de actividad por parte del Ayuntamiento de Castelló.
Pese a la farragosa tramitación administrativa, los dirigentes de la firma pretenden tenerla concluida en junio de 2023. Al menos así consta en su Diario de proyecto, recogido en la página web de la compañía. Tras arrancar su andadura en mayo de 2020, la firma ha ido superando diferentes escalones, por ejemplo con la financiación y la definición del proyecto. Los últimos pasos los ha cumplido este verano: en julio creó la filial y el pasado mes de agosto presentó las solicitudes de los permisos.
Tras ello, en diciembre espera conseguir la concesión de los terrenos, en enero pretende iniciar las negociaciones de los contratos de construcción, y en junio de 2023 obtener los permisos definitivos y tener la construcción de la infraestructura plenamente ejecutada.
Todo ello en un proyecto que cuenta con financiación europea y también está respaldado por el Ministerio de Economía alemán, que hace algo más de un año lo incluyó dentro de su programa Invest Venture Capital. Sin duda, una iniciativa interesante, aunque no esté dentro de las prioridades que se ha marcado el puerto de Castellón para su crecimiento.
