VALÈNCIA. La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHX) y el ayuntamiento de Alzira, ubicados en la Ribera, se han unido para llevar a cabo una significativa ampliación del barranco de Barxeta en su confluencia con el barranco de Casella. El objetivo es abordar de manera efectiva el persistente problema de inundaciones en la zona.
Alzira, por su situación geográfica, se encuentra en una zona propensa a inundaciones, ya que está rodeada por el río Xúquer y cuenta con numerosos barrancos que descienden de las vallas de Murta y Casella. "Desde el consistorio, hemos hecho otros proyectos de los canales interventores para tratar de canalizar el agua de lluvias torrenciales", aclaran desde el ayuntamiento.
Este proyecto se centra en la mejora hidráulica de la confluencia del barranco de Barxeta y el barranco de Casella, corrigiendo el tramo final de Barxeta con un trazado curvo que facilita el drenaje de los caudales iniciales. En este contexto, se contempla la restauración del tramo final del barranco de Barxeta y la creación de una zona de laminación, lo que resultará en un nuevo cauce naturalizado de aproximadamente 250 metros. También se llevará a cabo la reposición de viales existentes y la adecuación ambiental de la actual confluencia de ambos barrancos.
En particular, el proyecto de la "Zona de laminación natural en la confluencia de los barrancos de la Casella y de Barxeta" tiene como objetivo principal mejorar la capacidad hidráulica en la confluencia de estos dos barrancos a su paso por la localidad de Alzira. La alternativa elegida implica la naturalización del cauce siguiendo la línea de flujo preferente, con la remodelación de la zona para crear un parque inundable que cumpla dos funciones fundamentales: recreativa y de protección ante inundaciones.
El nuevo cauce se proyecta en una zona de laminación que abarca aproximadamente 2,15 hectáreas, situada en la zona de desborde actual del barranco de Barxeta en la confluencia con el barranco de la Casella. Este diseño se ha concebido para un periodo de retorno de 100 años y contempla la creación de un canal de aguas bajas naturalizado para mantener un caudal permanente del barranco, aproximadamente 40 m3/s. Con estos esfuerzos, se busca no solo reducir el riesgo de inundaciones, sino también aprovechar el espacio de manera recreativa y funcional para la comunidad local.
En un esfuerzo continuo por reducir el riesgo de inundaciones en la zona, la Confederación Hidrográfica del Júcar ha estado trabajando en varios proyectos constructivos durante varios años, todos ellos incluidos en el Plan de Gestión del Riesgo de Inundación de la Demarcación del Júcar. Estos proyectos buscan minimizar el riesgo de inundación en localidades como Alzira y Carcaixent.
Actualmente, cinco proyectos están en proceso. En primer lugar, la adaptación al riesgo de inundación del barranco con dos fases con un presupuesto base de licitación de 5 millones de euros y 8,5 millones de euros, respectivamente. Más tarde, se llevará a cabo la adaptación a la inundabilidad y la mejora de su capacidad, en lo que se invertirán 24 millones de euros. Con el mismo objetivo, se incluirán elementos estructurales de protección contra inundaciones del núcleo urbano de Cogullada. Finalmente, se ejecutará una zona de laminación natural en la confluencia de los barrancos de la Casella y de Barxeta.
En la actualidad, tanto el proyecto de "Adaptación a la inundabilidad del Barranco de la Casella y mejora de su capacidad" como el de la "Zona de laminación natural en la confluencia de los barrancos de la Casella y de Barxeta" se encuentran en fase de información pública. Se espera que este proceso concluya el próximo mes de noviembre, lo que permitirá avanzar en su tramitación. Los otros tres proyectos ya han superado la fase de información pública y están a la espera de recibir la aprobación por parte de la Abogacía del Estado para su continuación.
Según el cronograma, se prevé que estos proyectos reciban la aprobación durante el primer trimestre del próximo año, dejando solo la licitación de las obras pendiente para que los trabajos puedan dar comienzo a lo largo de 2024.