CASTELLÓ. Nuevo congreso del PSPV... Pero viejas heridas en el socialismo de Castellón. La convocatoria del cónclave para el congreso socialista no sólo ha dibujado un escenario de dos candidaturas fuertes, sino que como en la película 'Atrapado en el tiempo', el PSPV de Castellón se encamina a otro enfrentamiento cainita tras décadas de luchas internas.
Después de años de travesía en el desierto, los socialistas de Castellón, pese a recuperar el poder de las administraciones (Gobierno, Generalitat, Diputación y principales ayuntamientos, salvo Onda), sigue con un sustrato de conflictos internos que vuelven a cristalizar en el proceso de primarias previsto para el 16 de enero.
Sólo hay que mirar atrás: desde el pasado congreso provincial que enfrentó al actual secretario general, Ernest Blanch, con el alcalde de Vila-real, José Benlloch, quien tras la derrota renunció como portavoz de la Diputación. Antes, sin embargo, fue Francesc Colomer contra Óscar Tena (entonces presidente del partido autonómico con Jorge Alarte) pero el congreso fue para el de Benicàssim, quien revalidaba título... Y así, siempre.
Atras quedan batallas entre lermistas, alartistas, abalistas... En Castellón se dibujan dos corrientes: una posicionada como contrapoder a Ximo Puig y que encarna Blanch (ambos de Morella) y que quieren representar una independencia del poder de Puig. Así, buena parte de los diputados provinciales (no así Tania Baños que fue apuesta de Puig, Virginia Martí y Xaro Miralles han mostrado su apoyo explícito a la otra candidatura) y algunos de los asesores de la Diputación van con Blanch, ya que la institución se ha convertido en un 'bastión' de defensa ante el avance de Puig, así como 'sanchistas' que no aceptaron la propuesta del de Morella de ir con Susana Diaz, como Susana Ros.
Frente a esta opción se encuentra la renovación de Samuel Falomir, alcalde de l'Alcora con mayoría absoluta y cuyos resultados electorales del 19 permitieron arrebatar el diputado de Lucena al PP y, como carambola, la Diputación para los socialistas. En este batallón se encontrarían los más leales del presidente de la Generalitat como Rafa Simó, Tania Baños, alcaldesa de una de las principales feudos socialistas, la Vall d'Uixó, así como José Benlloch, alcalde de Vila-real con una mayoría absoluta aplastante y que, sin embargo, nunca encuentra 'recompensa' pese a la aportación de votos a la causa (Vila-real ni siquiera tiene diputado provincial).
Aunque en principio la mayoría de alcaldes y portavoces hablan de dar "libertad absoluta" a los afiliados para elegir candidato en las primarias, lo cierto es que en principio ambos salen equilibrados en la terna fijada para el 16.
Mientras que Falomir cuenta con los votos de l'Alcora (34), Llucena (18), la mayoría de la Vall d'Uixó (168), Vila-real (108), Burriana (111), parte de Benicarló (44) o Morella (69) y Cabanes (9), Blanch -actual secretario general y con Colomer como escudero- contaría con Almenara (48), Almassora (32), Vinaròs (71), Onda (86), Soneja (20) Vilafranca (10), Segorbe (48) o Sot de Ferrer (14) y Xilxes (13).
En el caso de Castelló (394 afiliados) el voto está mucho más atomizado por ser la capital y por tener, además, su propia historia e 'intrigas'. El secretario general, Paco Gil, es afín a Blanch, así como los ediles Patricia Puerta y José Luis López; mientras personas clave como Rafa Simó, la subdelegada del Gobierno, Soledad Ten, o el secretario comarcal, Joan Morales, apuestan por Falomir. Por su parte, la alcaldesa, Amparo Marco, no se ha pronunciado, aunque siempre ha guardado más afinidad con Blanch.
En el caso de la provincia, las primarias suponen un pulso sobre el control de la provincia entre el 'ximismo' y las corrientes contrarias a Puig quienes, pese a su fortaleza nacional y autonómica, apuestan por seguir levantando una alternativa.
Fotos: Antonio Pradas
Fotos: CARLOS PASCUAL
