De 'Mrs. Davis' a 'Todo a la vez en todas partes': el puro placer de contar historias
De 'Mrs. Davis' a 'Todo a la vez en todas partes': el puro placer de contar historias
VALÈNCIA. En las semanas de verano no son pocos los que tratan de ponerse al día con las series que no han podido ver en los últimos meses o con aquellas que se lanzan precisamente en estas semanas para dar un plan alternativo a aquellos que en lugar de playas paradisíacas tienen que tirar de pantalla. Algunas de las más destacadas son la esperada nueva temporada de Black Mirror (Netflix) que, por cierto, tal y como avanzó este diario, grabó uno de sus nuevos episodios en una mansión de L’Eliana. También hay espacio para la ficción nacional con Poquita Fe (Movistar +), una comedia condensada en pequeñas cápsulas protagonizada por Raúl Cimas y Esperanza Pedreño, o Sin huellas (Prime Video), que presenta a mujeres socialmente marginadas que acaban siendo sospechosas de un asesinato cuya escena del crimen acababan de limpiar. Un maratón de Succession, la ciencia ficción de Silo o Beef son otras de las series recientes en las que bucear este verano.
Mrs. Davis
De 'Mrs. Davis' a 'Todo a la vez en todas partes': el puro placer de contar historias
Silo
'Silo', una serie que es un placer para los amantes de la ciencia ficción retrofuturista
Poquita fe
Sherwood
'Sherwood', una serie sobre el conflicto eterno entre esquiroles y huelguistas
Black Mirror
Beef
'Beef': rico o pobre, el trabajador explotado siempre tiene muy mala hostia
Succession
Sin huellas
El creador de Brassic vio cómo su padre, que trabajaba en una fundición a la que tenía que acudir en bicicleta, fue despedido en los 80, lo que acabó en divorcio y en una familia desestructurada. Él era disléxico, no tenía acceso a tratamientos de salud mental y acabó siendo un adolescente hinchado de antidepresivos que se puso a mover marihuana. Basada en esa experiencia real, surge esta serie, con dos primeras temporadas bestiales, en la que refleja una clase trabajadora adorable que lo respeta todo menos la propiedad privada