Mónica Oltra, durante una rueda de prensa posterior al pleno del Consell. Foto: EFEVALÈNCIA. La vicepresidenta de la Generalitat, Mónica Oltra, se desentendió este viernes durante la rueda de prensa posterior al último pleno del Consell del curso político de la subvención a dedo de 1,5 millones a la Fundación Ellis Alicante que éste había aprobado momentos antes. No atacó la ayuda directa, pero a su vez tampoco la defendió, y prefirió pasar de puntillas y con evidente prisa sobre el asunto para sacudírselo.
Sobre el hecho de que el departamento de Innovación que dirige Carolina Pascual se vea obligado a aumentar el control en el destino de esta cantidad debido a las dudas expresadas por la Abogacía de la Generalitat, la portavoz del Gobierno valenciano afirmó que es "seña de identidad del Botànic" la fiscalización del dinero público porque es "muy sagrado".
Preguntada por Valencia Plaza sobre si todos los socios del Ejecutivo comparten que se otorgue la citada subvención a una fundación sobre la que al propio Consell no le consta ni la estructura que tiene ni la actividad que desarrolla, Oltra se limitó a asegurar que se trataba de la ejecución de una línea nominativa de los Presupuestos de la Generalitat que aprobaron Les Corts Valencianes. Palabras con las que descargó la responsabilidad en el Parlamento autonómico, en el que tiene representación Compromís, y pese a que la ayuda a dedo también ha obtenido luz verde del Gobierno valenciano a través del 'sí' al convenio que la permite.
Como ha informado este periódico, el contenido del documento ha tenido que ser modificado después de las dudas legales que planteaba y del cuestionamiento tanto de los criterios seguidos para dar la subvención como de su control, que la Abogacía pedía que fuera más exhaustivo. Éste incluye que los 1,5 millones se prevén librar de manera anticipada: un 50% cuando se suscriba y otro 50% en septiembre. La primera parte, por tanto, se otorgará de manera inmediata y tendrá que ser justificada a posteriori. A ello se suma que ese adelanto de la cantidad ha sido posible gracias a la aprobación el pasado julio de un decreto-ley de modificación del Presupuesto de la Generalitat de 2021 para sortear de nuevo las objeciones de los letrados de la Generalitat.
El convenio establece también que la Fundación llevará un sistema de contabilidad separada para facilitar el deslinde de aquellas actividades no económicas de las económicas de tal forma que se puedan identificar los gastos subvencionables. Un apartado que ha quedado redactado de esta manera después de que la propia Conselleria admitiera la dificultad para realizar un estudio económico previo en ese sentido porque desconoce la estructura de personal, la actividad y el emplazamiento de Ellis. "Lo único que sabemos es que en el mes de septiembre se tiene previsto incorporar a cuatro becarios sin que se haya concretado qué tipo de actividad van a llevar a cabo", expresó en un escrito oficial.
La redacción final del documento tampoco aclara la naturaleza de la fundación. Los letrados de la Generalitat dudaban de que pueda considerarse privada, dado que desconocen –al igual que la Conselleria– "cuáles son los importes de las aportaciones" más allá de la escritura de constitución. La cuestión sigue sin quedar resuelta porque "no paraliza la tramitación del convenio", de modo que únicamente figura que se requerirá a Ellis que facilite esa información.
La aprobación del convenio pasó este viernes por el pleno del Consell, pero las conversaciones siguieron por la tarde del jueves debido a las reticencias de los socios. Durante la reunión del consellet, que ordena todo lo que se aprueba al día siguiente, Unides Podem expresó su disconformidad con la subvención porque, en su opinión, se trata de una ayuda muy discrecional. Postura que comparte Compromís y que supone un choque con las intenciones de Presidencia, que defiende que cuenta con todos los informes favorables preceptivos.
