VALÈNCIA. Si había alguna posibilidad de que la sociedad Plan Cabanyal pusiera en marcha la venta de vivienda pública en el barrio a lo largo de 2020, esta parece haberse esfumado y con toda probabilidad se aplazará al año que viene, dada la complicada situación económica que va a afrontar la ciudad en los próximos meses con motivo de la expansión de la pandemia de coronavirus. Hasta aquí llegará el impacto del virus.
Así lo comentaban este martes a este diario fuentes de la mercantil pública, participada por la Generalitat Valenciana y por el Ayuntamiento de València y que gerencia Vicent Gallart. La voluntad de sacar a subasta las viviendas públicas que tiene en propiedad la sociedad parece unánime entre ambas administraciones. Actualmente, la empresa ostenta unas 150 viviendas en el barrio marítimo.
"Lo más lógico es que se vendan para los vecinos del barrio", aseguran dichas fuentes. En muchos casos, la rehabilitación de estos inmuebles es costosa, por lo que la opción de la venta es la más apropiada para los gestores. No así con diversos solares, como los de la calle San Pedro, donde la intención es levantar viviendas públicas que puedan incorporarse al parque de las administraciones en el Cabanyal, zona de especial degradación donde, aunque empieza a emanar cierto hálito de regeneración en cuanto a urbanismo se refiere, las principales quejas se centran en la falta de rehabilitación de viviendas y en la exigencia de una actuación de carácter social.
Con todo, la desposesión de los inmuebles de Plan Cabanyal deberá retrasarse más de lo esperado. Existía una voluntad en el seno de la misma para poder poner en marcha algún proceso de venta este mismo 2020, pero las circunstancias no son las más adecuadas, a juicio de las administraciones autonómica y municipal. "No es el mejor año", admiten: "Este año va a ser difícil vender vivienda de Plan Cabanyal porque la situación económica va a ser excepcional". En este sentido, apuntan a 2021 como un ejercicio más propicio para acometer estas operaciones.
A este respecto, huelga recordar que el gerente Vicent Gallart insistió a principios del pasado otoño en la necesidad de sacar a subasta las más de 150 viviendas del barrio con el propósito de combatir la degradación urbanística y el encarecimiento de los alquileres. "La propiedad pública es responsable de la imagen de degradación del barrio", explicó entonces, dado que únicamente 20 propiedades fueron enajenadas en la pasada legislatura. "Quien genera imagen degradada es la propiedad pública, cuya acción es lentísima, porque la iniciativa privada funciona como un tiro, hasta el punto de empezar a generar alarma con la posible gentrificación", apuntaba en aquella entrevista.
Además, esta es una vía de financiación para la empresa, en la que están representadas tanto la administración autonómica -mediante la conselleria de Vivienda que dirige Rubén Martínez Dalmau- como el Ayuntamiento de València -a través de la concejalía de Desarrollo Urbano que lidera Sandra Gómez-. Precisamente este martes tuvo lugar una reunión en la que estuvieron presentes ambos dirigentes políticos y el gerente Gallart.
Uno de los asuntos sobre los que se pronunciaron a la salida fue sobre la afectación de la crisis del coronavirus en la rehabilitación del barrio marítimo. "Tanto desde el Gobierno valenciano como desde el Ayuntamiento de València somos conscientes de que la actual crisis generada por la Covid-19 nos exige una reconstrucción como sociedad, y cuestiones y proyectos como la rehabilitación del Cabanyal-Canyamelar adquieren mayor importancia", señaló Dalmau.
En este sentido, una de las piezas clave en la revitalización va a ser el Plan del Cabanyal-Canyamelar (PECC), cuya tramitación y aprobación -para abrir un segundo período de alegaciones- se truncó con motivo del estado de alarma decretado por la crisis sanitaria. Ya se han anunciado muchas modificaciones -reducción de alturas, mayores restricciones a los pisos turísticos, la inclusión de huertos urbanos- y también otros aspectos que no cambiarán -el hotel de 15 plantas proyectado se queda-, pero aún quedan cosas por explicitar, como el proyecto definitivo para los Bloques Portuarios.
Gómez lanzó un "mensaje de tranquilidad" a los vecinos del barrio, y remarcó que "pese a que la ciudad vive un momento difícil, habrá un día después y, en ese horizonte, la prioridad seguirá estando en mejorar la calidad de vida de barrios como el del Cabanyal-Canyamelar".