VALÈNCIA. La comunidad educativa del CEIP Ciutat de Cremona de Alaquàs estuvo este lunes de celebración ante el inicio de las clases de Primaria en el nuevo centro de ladrillo tras 14 años en aulas prefabricadas. Una celebración que pone fin a la lucha de la plataforma Tots Som Cremona por conseguir la construcción de un colegio que permitiera abandonar los barracones que han visto crecer a más de una generación de estudiantes.
Las obras de construcción del nuevo CEIP finalizaron el cinco de febrero con la firma del acta de ocupación del bloque de Primaria y el patio, puesto que los 89 niños y niñas de Educación Infantil del Ciutat de Cremona ya comenzaron el curso en el nuevo edificio del colegio. Con ello, se inaugura uno de los centros educativos anunciados ante el inicio del curso 2020-21 por el conseller de Educación, Vicent Marzà, y el secretario autonómico, Miguel Soler, después de cuatro años del anuncio del contrato para su construcción y para el que Educación ha invertido 5,6 millones de euros, tal y como informaron en un comunicado.
Así pues, el día estuvo marcado al inicio por una batucada en la entrada y por el baile de la canción "Seguiremos" del cantante Macaco, la cual ha sido uno de los símbolos de la comunidad educativa a lo largo de estos siete años de reivindicaciones. Símbolos como el color naranja que mostraban tanto los globos decorativos, como las camisetas y polares con el nombre de la plataforma o la cinta de inauguración que se encargaron de cortar los representantes del Consell Escolar, Víctor y Aitana, para dar paso al centro. Y no solo esa, ya que cada delegado también se encargó de cortar otra de cara a inaugurar la entrada a la nueva aula de su clase, según explica la directora del colegio, Susana García, a Valencia Plaza.
Del mismo modo, García detalla que se organizó además un recorrido por los dos edificios del centro, a la vez que se realizó una xocolatà cuando el alumnado estuvo ubicado en clase. Asimismo, comenta que también se montaron talleres donde a cada curso se le entregó una letra de corcho de la frase "Ja som una realitat" ("Ya somos una realidad") para poder decorarla con dibujos o nombres y así poder montarlas en la recepción del nuevo CEIP.
"La verdad es que la sensación durante todo el día de hoy ha sido de felicidad absoluta. Los alumnos y alumnas estaban expectantes, irradiaban alegría... Ha sido un momento muy emotivo", expresa la directora del colegio.
A su vez, se mantuvieron todas las medidas de seguridad ante la covid y, por ejemplo, las entradas se realizaron de forma escalonada mediante tres accesos: uno para el alumnado de Infantil y otros dos para el de Primaria. Unas entradas que han acercado incluso a familias de alumnado que ya se graduó del centro y en las que los niños y niñas recibieron el aplauso de parte de la comunidad educativa.
De esta forma, el colegio ya está preparado para poder arrancar las clases tras su inauguración y el traslado del inmobiliario que se realizó durante el fin de semana. Un colegio nuevo que cuenta con tres líneas con 9 unidades de Infantil y 18 de Primaria, además de con un comedor para 300 comensales en dos turnos y un gimnasio, del cual se finalizarán las instalaciones durante las próximas semanas. Esto se debe a que fue previsto que este no se empleara para este curso a causa del contexto de crisis sanitaria, tal y como expuso Educación en un comunicado.
De hecho, las nuevas infraestructuras se encuentran construidas sobre una parcela de 9.768 metros cuadrados situada en la acera frente a las aulas prefabricadas que configuraban el anterior centro. Dentro de esta, la superficie construida es de 5.551 metros cuadrados, mientras que la superficie de los espacios libres a disposición del alumnado de 5.849.
En cuanto a los barracones del antiguo colegio, la Conselleria de Educación ya ha dado la orden a la empresa propietaria de las aulas prefabricadas de que a partir de este martes procedan a su retirada, según explican desde el gabinete de Vicent Marzà a este diario.
Con ello, diecisiete de los 26 centros educativos íntegramente en barracones que heredó el Govern del Botànic ya están construidos, mientras que ocho se están construyendo actualmente y uno se está tramitando para construirlo mediante Edificant. Por su parte, el conseller ya expresó su “agradecimiento inmenso a la comunidad educativa del Cremona por su lucha por tener infraestructuras educativas dignas y por el proyecto educativo ejemplar e innovador de esta escuela pública”.
La lucha de una comunidad educativa que ha estado esperando este día durante 14 años y que, en el 2014, creó la plataforma Tots som Cremona cuando la Conselleria de Educación -bajo el gobierno del Partido Popular- anunció el cierre de unidades de Infantil, debido al arreglo escolar del curso 2014-15.
Un cierre que suponía la supresión del aula de 3 años y, por tanto, que impedía la matriculación de nuevo alumnado para el próximo curso. Es por esta razón, que la plataforma decidió encerrarse durante 100 días en los barracones a fin de denunciar la situación y reivindicar la mejora de las condiciones de estudio en las aulas.
De esta manera, la reivindicación de la comunidad educativa se tradujo, además, en una serie de acciones para exigir unas buenas infraestructuras de estudio como cuando, por ejemplo, celebraron en el año 2015 de un acto a fin de recordar que se cumplían 3.000 días en las aulas prefabricadas sin contar con las infraestructuras adecuadas.
Con todo, este lunes se dio inicio a una nueva etapa en el Ciutat de Cremona enmarcada por un ambiente de felicidad y, sobre todo, con ese adiós a los barracones que han acompañado al colegio durante más de diez años. Un colegio que nació en el 2007 como disgregación del CEIP Sanchis Almiñano y cuyo nombre fue escogido por la fraternidad con la ciudad italiana de Cremona y "por la inquietud que ambos muestran por la música al tener una gran tradición musical", tal y como se describe en la página del colegio.