Foto: ANTONIO PRADASCASTELLÓ. El puerto se desprende de uno de sus activos. Hace tan solo unos días, la Autoridad Portuaria de Castellón ha sacado a subasta un solar de 3.540 metros cuadrados. La parcela está ubicada entre la carretera de acceso a la dársena norte, concretamente al lado del vial de salida, y el centro deportivo Impala. Por la venta, los dirigentes de PortCastelló esperan obtener como mínimo 800.000 euros.
Al menos ese es el importe de salida de la subasta que recientemente ha publicado el Boletín Oficial del Estado: 800.834,06 euros. Para poder ofertar por el terreno se ha de depositar antes una garantía del 5% de este importe, es decir, 40.041,70 euros. Para presentar sus propuestas los licitadores tienen de plazo hasta el 12 de noviembre, pero al ser este un sábado, en teoría el plazo de presentación de ofertas finaliza el lunes 14 a las 14.00 horas.
Se trata de esta manera de una enajenación de terrenos, una operación muy difícil de encontrar en la Administración pública y especialmente entre los puertos. No en vano, habitualmente el método por el cual se implantan empresas en terrenos portuarios es el de la concesión. Así ocurre por ejemplo con las terminales estibadoras o los propios locales de restauración y ocio, que disfrutan de sus respectivos espacios por un plazo de tiempo determinado.
En cambio, en esta ocasión PortCastelló recurre a la privatización de terreno público con el objetivo de aportar actividad económica, señalan fuentes portuarias, a una zona bien enclavada pero que se encuentra degradada. Al mismo tiempo, trata de obtener ingresos extra a las puertas de un periodo de fuertes inversiones, fundamentalmente en materia de conectividad ferroviaria.
La parcela está delimitada al este por el acceso al parking y al norte por el propio aparcamiento del centro deportivo Impala, que opera sobre una amplia zona de terreno portuario en régimen de concesión. También al norte, el área a enajenar linda con lo que fuera la entrada a la antigua residencia bancaria Virgen del Carmen, donde los rectores de Impala pretenden desarrollar una ampliación de 18.000 metros cuadrados.
