VALENCIA. La veteranía del socialista Ramón Vilar tiñe su gesto de aparente indiferencia ante el revuelo que genera estos días su concejalía, nada menos que la Hacienda del gobierno de cambio que lidera Joan Ribó. Sus medidas quizá no son tan mediáticas como la peatonalización de calles o la simbólica apertura del balcón consistorial a la ciudadanía, pero la reciente liquidación del IBI sí ha puesto el foco en el que tal vez ha sido el mayor giro político del consistorio: la aprobación de unos presupuestos que están haciendo pagar más impuestos a las rentas más altas en la ciudad.
Así lo atestiguan las 137 reclamaciones presentadas contra el incremento del tributo a los propietarios de los inmuebles más caros, unos recursos entre los que se encuentran firmas como El Corte Inglés, Igsa, la familia Montoro, numerosos hoteles y hasta los clubes Valencia CF y Levante UD. "No tienen recorrido jurídico", espeta al respecto Vilar, quien, por contra, trata de tranquilizar al empresariado con un avance sobre la tributación de 2017: "Congelaremos los impuestos municipales, no cabe más ingeniería financiera".
-¿Se esperaba este revuelo con el IBI cuando subieron el tributo a los inmuebles más caros?
-Sí me lo esperaba. Pero las reclamaciones no han sido masivas. Se han girado 674.000 recibos de los que a sólo 5.277 se les ha aplicado una subida. De estos últimos son sólo 137 los que han recurrido. Son en muchos casos grandes superficies comerciales, grandes almacenes de sobra conocidos con un enorme valor catastral… hay también compañías hoteleras, clubes deportivos… En realidad la medida trata de normalizar la presión fiscal del Ayuntamiento de Valencia. Éramos la única gran capital de España que no estaba aplicando estos recargos, y no los estamos aplicando al máximo número de comercios que se nos permite, sino a un pequeño porcentaje. Barcelona, Madrid, Zaragoza, Sevilla… las grandes ciudades los están aplicando desde hace años. Si se está produciendo este revuelo es precisamente porque somos una ciudad acostumbrada en los últimos 20 años a la desregulación.
-¿Ve recorrido jurídico a las reclamaciones?
-Sinceramente, mi opinión y la de todos los técnicos de los servicios jurídicos tributarios del Ayuntamiento -con los que ya me he reunido para evaluar alguna de estas reclamaciones- es que no tienen ningún tipo recorrido jurídico. Incluso les puede costar dinero a quienes presentan la reclamación. Por contra -valga como ejemplo- dos grandes cadenas de distribución alimentaria de capital valenciana han dicho que por qué no van a pagar en Valencia el IBI que pagan en Zaragoza o en Madrid.
-¿Mercadona y Consum les han trasladado que no van a recurrir?
-Bueno… dejémoslo en que han sido dos grandes cadenas valencianas de distribución alimentaria.
-¿Con qué argumentos están recurriendo los propietarios?
-Algunas reclamaciones simplemente piden ver la ordenanza, y nosotros, aunque ésta ya tuvo su periodo de exposición pública, les vamos a facilitar de momento lo que reclaman. En este colectivo habrá gente que, probablemente, cuando tengan toda la documentación, entiendo yo que desistirán. Otros dicen que no se puede discriminar por los usos de los inmuebles, pero eso son cuestiones que corresponden más al catastro.
-¿Ya ha decidido si acepta la propuesta del pequeño comercio de aplicar sólo la subida del IBI a los inmuebles que valgan más de 300.000 euros?
-Estamos todavía estudiándolo, pero no sería imposible. Evidentemente, el Ayuntamiento tendría una merma de ingresos. Pero, según las primeras aproximaciones que tenemos, puede ser asumible. Todavía no hay una decisión tomada, pero es factible.
-¿Qué merma de ingresos supondría para el Ayuntamiento?
-Creo que no sobrepasa un total de 300.000 euros de recaudación, por eso digo que es asumible.
-¿Cómo va el refuerzo de la inspección para el cobro de impuestos como IBI, IAE, ICIO...?
-Este servicio era prácticamente inexistente. Se va a completar con una asistencia técnica privada. Estamos a punto de terminar los pliegos y las condiciones del contrato. Cabe subrayar que no es un instrumento para incrementar la presión fiscal, sino para igualar las aportaciones de los ciudadanos. Es para que se pague lo que se debe. No obstante, habrá un primer mes de campaña informativa antes de sancionar a los deudores.
-Ha dicho usted en alguna ocasión que se encontró la deuda del Ayuntamiento mejor de lo que se esperaba…
-No, estar estaba muy mal. Hubo un endeudamiento que rozaba cifras de quiebra en el año 2012, pero la caída del precio del dinero nos ha permitido refinanciar 300 millones. El euribor estaba en negativo y muchas entidades bancarias querían entrar en el mercado al estar el dinero barato. Para nosotros, como aspirantes a refinanciar la deuda, era una situación muy buena. La bajada ha sido de cuatro puntos en algunas de las operaciones. Se ha alargado el plazo de pago, y además este año es de cadencia, no se ha pagado nada.
-Entonces en 2017 habrá que asumir un gasto en deuda que este año no ha tenido el Ayuntamiento ¿Con qué ingresos o reducción de gastos se compensará el balance?
-En eso estamos ahora. Habrá que verlo. Mejorando la gestión -la inspección y otros aspectos- podrían incrementarse los ingresos. Pero está por ver. En cualquier caso, no va a haber un incremento de la presión fiscal.
-¿No subirán los impuestos el año que viene?
-Estamos ya en el proceso de elaboración de las ordenanzas fiscales de 2017. Yo diría que modificaciones al alza no va a haber. En todo caso puede haber alguna reducción como la del IBI del pequeño comercio. También podría haber cierto alivio fiscal al mundo de la cultura, respecto al IBI y al Impuesto de Actividades Económicas (IAE). Es muy fácil firmar manifiestos contra el 21% del IVA cultural, pero les ayudaríamos más si podemos beneficiarlos directamente mediante los impuestos que dependen de nosotros. Puede que se articulen a cambio de otro tipo de medidas como que se programe más en valenciano, por ejemplo.
-¿Entonces no habrá subidas de impuestos para nadie? ¿Tampoco para grandes propietarios ni empresas?
-El reto es que no haya subidas para nadie. Esto no quiere decir que se elimine el recargo de los presupuestos de este año. Congelaremos los impuestos tal y como están ahora. No cabe mucha más ingeniería financiera, esto de los presupuestos es una cosa muy estricta, salvo un pequeño margen de maniobra que siempre existe. Ya tenemos el modelo. Y además, la fiscalidad municipal -y esto es un reto del gobierno que se forme en la próxima legislatura- es dotar de un mejor marco de financiación para los ayuntamientos y que los impuestos como el IBI o el IAE sean más flexibles en su aplicación por parte del ayuntamiento, que la administración local sea más autónoma.
-Como responsable de Hacienda: ¿Contemplaría usted en sus presupuestos una partida ‘reivindicativa’ de ingresos que tal vez nunca llegará, como ha hecho el Consell?
-La situación de infrafinanciación de la Comunitat y la chulería con la que está afrontando este asunto el Gobierno central justifica cualquier acción reivindicativa. Yo creo que el conseller Vicent Soler es un maestro de la hacienda pública y que sabe el recorrido tributario que tiene. Pero también sabe bastante de política -bastante más que yo-. Como acción de dejar en evidencia la falta de recursos que tiene la Generalitat a mí me parece muy bien.
-Las empresas que ahora prestan el servicio del bus turístic -sin pagar nada al Ayuntamiento- tienen contrato hasta el 2019 ¿Habrá que indemnizar para recuperar el servicio?
-Siempre puede ser un problema retirar una autorización o concesión si no hay acuerdo. Yo soy partidario de que, pase lo que pase, intentemos llegar a un acuerdo por el que, bien sea estableciendo una concesión con un canon o fijando una tasa, se obtenga una contraprestación por el servicio como en la mayoría de las capitales de España. Nunca ha tenido sentido que el Ayuntamiento no cobre nada.
-¿Cuánto prevé ingresar por este servicio el consistorio?
-Lo estamos mirando todavía. Está en estudio.
Lea la segunda parte de la entrevista: