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crónica por los otros / OPINIÓN

El americano que revolucionó l’horta

La campaña #CooperarMejor sigue siendo imprescindible hoy día. Después de años y años de trabajo en ocasiones se sigue sin entender la cooperación como única herramienta de trabajo para acabar con la pobreza. En esta línea va esta campaña que  busca que la ciudadanía conozca el trabajo de las ONGD, y se involucre para acabar con la pobreza y la desigualdad en el mundo

1/05/2021 - 

La Coordinadora Valenciana de ONGD, compuesta por más de un centenar de organizaciones de la Comunidad Valenciana, ha lanzado esta semana la campaña #CooperarMejor para romper, con mucho humor, con los mitos en torno a la cooperación al desarrollo.  Se trata de la segunda temporada de esta campaña que ya en 2018 rompió con los estereotipos en la cooperación con mucho humor. Una campaña que caló en su día y que consiguió al menos que nos planteemos que la cooperación es algo muy alejado de la ayuda asistencialista , de la caridad, y todo lo que durante décadas la ha envuelto y ha confundido su misión. La cooperación es totalmente diferente.

La cooperación significa sentarse como iguales para actuar juntos frente a la desigualdad, no que venga alguien de fuera a decirte lo que es mejor para ti.

Si en 2018 la primera entrega de la campaña la protagonizaba una persona recién divorciada que quería irse a cooperar para superar sus penas; en la segunda temporada el proragonista pretende ridiculizar la visión “colonialista” que en ocasiones podemos tener.

La idea con esta campaña es visibilizar que tenemos buenas intenciones y queremos ayudar, pero la cooperación lo que quiere es cambiar las cosas de fondo.

La campaña

El protagonista de la campaña es Philanthrooper, un joven cargado de buenas intenciones, energía y ganas de ayudar, pero con una mentalidad asistencialista y colonialista  que necesita cambiar. 

En esta ocasión Philantrooper es un norteamericano que viene a España a enseñarnos a comer bien repartiéndonos hamburguesas, por ejemplo,  y tiene la idea generalizada de que el sur de Europa es pobre y viene a darnos medicinas caducadas (con el pedazo de sistema de salud pública que tenemos) o lápices de colores a los niños y niñas.

El norteamericano idealista llega a la Comunitat Valenciana porque considera que “el sur de Europa” necesita ayuda. Pasea por la huerta valenciana plantando zanahorias, visita colegios para entregar enciclopedias de los años 80, y quiere donar en centros de salud medicinas caducadas porque, asegura, “mejor caducadas que no medicines”.

La campaña explica que, frente a situaciones de riesgo o urgencia, las personas donan o colaboran en ese momento puntual para ayudar a solucionar ese problema concreto. Sin embargo, pese a la necesidad de esas actuaciones puntuales, estos gestos solidarios no solucionan los verdaderos problemas a largo plazo. Ahí radica la diferencia entre la asistencia puntual ante casos de emergencia y la cooperación.

Sólo un buen trabajo profesional desde la cooperación conseguirá acabar o reducir la pobreza en el mundo.

En la web la campaña rompe, además, con algunas ideas arraigadas sobre las acciones tradicionalmente asociadas a la cooperación, como donar libros viejos o repartir lápices de colores ¡ Todo un clásico!

Centro de referencia de personas afectadas por lepra en Pasala (India), gestionado por la Ghandi Memorial Leprosy Foundation con el apoyo de la Fundación Fontilles. (Foto: Fundación Fontilles).

La fotografía actual de la cooperación valenciana

La Coordinadora Valenciana de ONGD ha arrancado la campaña #CooperarMejor en un momento en que alcanza la cifra histórica de 101 entidades socias.

¿Dónde trabajan dichas organizaciones? Según la encuesta lanzada por la Coordinadora Valenciana de ONGD a sus entidades socias, un 41,53% de las ONGD miembro cooperan en Centroamérica, siendo Guatemala y El Salvador los países con mayor presencia de organizaciones del Sector Social. Le siguen América del Sur (32,58%), Caribe (23,12%) y la población palestina (19,35%).

Por sectores, destaca que un 95,1% de las entidades socias trabajan por los derechos de las mujeres, lo que reafirma el compromiso por la igualdad de género del Tercer Sector valenciano. Además, se observa una fuerte presencia en la lucha por el acceso a derechos básicos como la salud, la estabilidad económica o la paz (sector en el que trabaja el 93,5% de las organizaciones) y en la educación y sensibilización de la ciudadanía para lograr una sociedad más solidaria y comprometida (ámbito donde se cuenta con la presencia de un 87% de las entidades).

Proyecto de fomento del comercio justo y el emprendimiento comunitario en Chimborazo (Ecuador) impulsado por la ONGD valenciana Ecosol junto a la cooperativa ecuatoriana Maquita, con la financianción de la Generalitat Valenciana (Foto: Maquit/Ecosol).

Para completar la fotografía de la cooperación valenciana, destacan los últimos datos del “Informe sobre la Ayuda Oficial para el Desarrollo autonómica. Datos de ejecución 2018 – 2019”, elaborado por la Red de Coordinadoras Autonómicas de ONGD, los cuales sitúan a la Generalitat Valenciana como la cuarta a nivel estatal en inversión per cápita en cooperación internacional. Una posición que no está mal con respecto al resto de España pero que es perfectamente mejorable dado que, por persona en un año, la Generalitat Valenciana destinó el importe equivalente a 6´19 euros  a cooperación internacional, mucho menos de lo que cuesta una entrada de cine.

La semana que viene… más!

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