Las gacelas de Thomson (Eudorcas thomsonii) están incluidas en la lista roja de especies en peligro de extinción y Bioparc participa en el programa europeo para su conservación.
VALÈNCIA (VP). Tras aproximadamente 6 meses de embarazo, el parto tuvo lugar en el recinto interior, donde la pequeña gacela ha permanecido sus primeras semanas junto a su madre y otra de las hembras del grupo. Esta medida se toma para garantizar su seguridad y observar que evoluciona correctamente. Dado que la madre es primeriza, ha sido necesario incrementar la supervisión. El equipo técnico de Bioparc solo ha interferido para evaluar el estado de la cría y sexarla y confirmar que se trata de un macho.
Tras las primeras semanas de cuidados, esta delicada y ágil gacela ya puede verse junto a su grupo en el recinto multiespecie de la sabana de Bioparc Valencia donde convive con otras manadas como las de jirafas (Giraffa camelopardalis rothschildi), de otros antílopes como impalas (Aepyceros melampus), kobos (Kobus ellipsiprymnus) y blesboks (Damaliscus pygargus phillipsi); además de con diversas especies de anátidas, los llamativos Jabirús africanos (Ephippiorhynchus senegalensis) y el Ibis Sagrado (Threskiornis aethiopicus).
En la naturaleza, cuando una nueva cría de gacela Thomson llega al mundo, la madre tiene que “jugar al escondite”. El nuevo retoño es el miembro más vulnerable del rebaño y presa fácil para depredadores como guepardos, leones, leopardos o hienas entre otros.Para que el recién nacido permanezca seguro, la madre lo esconde ente los pastos y se aleja para ocultar su presencia, volviendo para amamantarlo varias veces al día.
Estos pequeños antílopes, son capaces de correr a velocidades superiores a los 70 km/h. Debido a que los guepardos solo pueden mantener sus extraordinarias velocidades durante pequeños períodos de tiempo, a menudo consiguen evadirlos ya que son capaces de mantener dicha velocidad el tiempo que sea necesario. Pese a esta habilidad, la gacela de Thomson está incluida en la lista roja de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza).
En Bioparc Valencia se recrean, los hábitats africanos más emblemáticos, como la selva ecuatorial, en la que la espesa vegetación permite que el visitante se adentre en un recorrido botánico para ver gorilas, chimpancés, leopardos o descubrir especies tan amenazadas como los bongos orientales.Madagascar, dónde se puede pasear entre 6 especies de lémures distintas. Los humedales, con la recreación de la cueva de Kitum habitada por hipopótamos, cocodrilos, anfibios y cíclidos. O la sabana, en la que además de las gacelas Thomson y las especies que habitan con ellas, podemos encontrar elefantes, rinocerontes, cebras, oricteropos o hienas entre otros. Una visita que permite conocer 150 especies animales distintas y que el parque propone completar con actividades gratuitas para todos los públicos que se realizan durante toda la jornada.