VALÈNCIA. El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha encontrado al líder de Podemos, Pablo Iglesias, con posiciones "más realistas" que en el pasado tras mantener este martes un encuentro de hora y media con él en el Congreso de los Diputados para iniciar una nueva etapa de colaboración entre los dos partidos.
Sánchez e Iglesias han acordado celebrar a partir del mes de julio reuniones por equipos entre sus formaciones para empezar a trabajar en iniciativas parlamentarias conjuntas que permitan construir una mayoría alternativa al PP basada en cuestiones "concretas". Eso sí, el PSOE ha confirmado que ahora no contempla una nueva moción de censura porque no dan los números, aunque Iglesias ha manifestado que seguirán intentando convencerles.
Según ha informado el líder 'morado' en la rueda de prensa que ha ofrecido tras la reunión de una hora y media que ha mantenido con Sánchez en el Congreso, las respectivas portavoces parlamentarias de sus partidos, Margarita Robles (PSOE) e Irene Montero (Podemos), se encargarán ahora de concretar la agenda de trabajo para que los equipos puedan empezar a reunirse este mes de julio.
Sin descartar por completo la posibilidad de presentar en el futuro una moción de censura contra el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, Sánchez ha reconocido que hoy por hoy "es muy difícil" conseguir los votos necesarios para sacarla adelante.
Ha defendido además que una iniciativa de ese tipo ha de estar muy "meditada y trabajada" porque si resulta fallida, como ocurrió con la que presentó Podemos, sólo serviría para "fortalecer" al Ejecutivo de Rajoy, cuando la prioridad del PSOE es que el líder 'popular' no siga dirigiendo el país.
Por eso, Sánchez ha instado a "no empezar la casa por el tejado" y trabajar desde las fuerzas de la izquierda en construir una agenda común que permita demostrarles a los electores que existe una "mayoría alternativa" al Gobierno del PP que puede ir desmantelando poco a poco algunas de sus políticas y desbloqueando iniciativas que los 'populares' bloquean, como la presentada por los sindicatos sobre la renta mínima.
Todo con el objetivo de que las fuerzas de izquierda colaboren porque, si se enfrentan, esto solo beneficia a la derecha, ha subrayado Sánchez, que ve posibilidades reales de acercamiento con Podemos en materia de pensiones, con respecto a la derogación de la reforma laboral y para poner en marcha medidas contra la pobreza infantil y la precariedad laboral y falta de oportunidades de los jóvenes.
Sánchez también ha avanzado que el PSOE será "muy beligerante" respecto de la política fiscal y presupuestaria del PP, aunque sin llegar a precisar si entrarán o no a negociar el techo de gasto de los presupuestos de 2018.
Independientemente de cuánto consigan entenderse PSOE y Podemos, Sánchez ha descartado con rotundidad la posibilidad de concurrir en coalición en unas futuras elecciones. Son, ha dicho, "proyectos políticos distintos" y ha definido al PSOE como un partido de "centro izquierda".
Por lo tanto, serán los españoles los que decidan en los próximos comicios a qué fuerza le dan el liderazgo de la izquierda, que hoy por hoy sigue perteneciendo al PSOE, ha recordado. Lo relevante, en su opinión, es que pasados esos comicios las fuerzas de izquierda sepan "entender el mandato de los electores" que apuestan por un entendimiento entre los partidos de izquierda.