VALENCIA (X. A./EP). El ex secretario general del PSOE Pedro Sánchez visitó este miércoles Castellón dentro de la ruta iniciada para alcanzar de nuevo el liderazgo del que dimitió en octubre del pasado año tras un polémico comité federal en el que fue tumbada su propuesta para un congreso extraordinario.
Es innegable que el dirigente madrileño todavía tiene tirón entre la militancia. Así, el acto organizado por la Plataforma Militantes en Pie de Castellón y celebrado en el espacio cultural La Bohemia, congregó a cerca de 300 personas, a lo que hay que sumar decenas de simpatizantes que quedaron fuera al completarse el aforo. Una marca meritoria al margen de los autobuses que acudieron desde Valencia o incluso desde otras comunidades autónomas.
Así, apenas cuatro días después de que Sánchez anunciara su intención de presentarse a las primarias que tendrán lugar en mayo, el aspirante a liderar el PSOE evidenció en Castellón que mantiene el pulso de la militancia o, al menos, de una parte de ella convencida de su discurso. Ahora bien, no puede decirse que el acto del exdiputado madrileño contara con un intenso respaldo de referentes del socialismo valenciano: o lo que es lo mismo, hubo más bien poca presencia del músculo orgánico en la cita.
Además de diputados nacionales como Odón Elorza y Zaida Cantera, junto a Sánchez, ejerciendo su papel de mano derecho en la Comunitat, estuvo el secretario general del PSPV en la provincia, José Luis Ábalos, además del exeurodiputado e histórico militante de Izquierda Socialista Andrés Perelló, el exsenador Pep Lluís Grau y algún alcalde como Michel Montaner, de Xirivella, quien hizo de maestro de ceremonias en el multitudinario mitin del pasado mes de noviembre en la citada localidad.
Ahora bien, no acudieron a la cita en esta ocasión -sí estuvieron en Xirivella- los referentes de la plataforma 'lobby socialista 3.0' cuyo portavoz es el concejal de Quart y diputado provincial, Bartolomé Nofuentes, un referente en l'Horta Sud. Una ausencia que fuentes de su entorno justificaron por motivos de agenda por la visita de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) pero que deja entrever que las prioridades respecto a Sánchez podrían haber cambiado.
En cuanto al contenido del discurso, Sánchez presentó su propuesta para que el PSOE sea un partido "donde la militancia decida" y, en este sentido, anunció como primer "compromiso" que, si vuelve a liderar el partido, incluirá en los estatutos del PSOE como "obligatorio" la consulta a la militancia de todos los acuerdos de gobierno.
Además, el exdirigente del PSOE subrayó que todos los socialistas quieren la unidad, "pero la unidad la darán las urnas", y aseguró que si gana las primarias exigirá "la misma lealtad" que se exigirá a sí mismo si las pierde.
Durante su intervención, en la que los asistentes lanzaron gritos de 'Pedro, Pedro' o 'No es no', Sánchez dio las gracias a los militantes por la movilización y por "transformar la decepción y frustración de estos últimos meses en esperanza".
Al respecto, subrayó que está dispuesto a dar "lo mejor" de sí mismo para que "el PSOE renazca" y aseveró que da el paso porque sabe que este Congreso "es decisivo". "Solo hay dos caminos: el de la alianza entre fuerzas progresista con el PSOE y poniendo fin a los gobiernos de la derecha, que es el que defendemos nosotros, o el de la gestora y las fuerzas que le apoyan y que ha situado al socialismo español en tierra de nadie", sentenció.
"Sabemos que el PSOE no puede perder su carácter de fuerza del cambio, y el próximo congreso tiene algo de semejanza al de 1979,en el partido hizo un ejercicio de adaptación a la sociedad y tres años más tarde logramos ganar en las Generales, hoy el PSOE debe evolucionar para volver a ser mayoritario y ser alternativa de gobierno", añadió.
