VALÈNCIA (EP). El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha negado este miércoles que su apoyo al plan de autonomía propuesto por Marruecos para el Sáhara Occidental suponga un "giro" en la política del Ejecutivo, esgrimiendo que no es sino "un paso más en el camino" iniciado ya en 2007 cuando se presentó y que está en línea con la posición de países como Francia, Alemania o Estados Unidos.
Ante el Pleno del Congreso, Sánchez ha sostenido que "más bien hay que hablar de un paso más en un camino que se inició hace 14 años" cuando el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ya dijo que la propuesta marroquí, que da autonomía al Sáhara pero bajo soberanía de Rabat, constituía una "contribución valiosa" para resolver este conflicto que ha tildado de "enquistado".
"No estoy restando importancia a la decisión que he tomado, la he tomado con plena voluntad de dar un paso adelante", ha sostenido, en referencia a su afirmación en la carta remitida al rey Mohamed VI de que el plan de autonomía constituye "la base más seria, creíble y realista" para una solución.
En este sentido, ha esgrimido que tanto Zapatero como luego Mariano Rajoy, quien también según él mantuvo el reconocimiento del plan de autonomía, entendieron la complejidad de este conflicto. "Lo que les pido es que valoren también esa complejidad", ha reclamado a los diputados.
Asimismo, ha reiterado que España apuesta por una solución en el marco de la ONU y mutuamente aceptada por las partes, es decir, por Marruecos y el Frente Polisario y ha confiado en las posibilidades de avanzar en ese sentido tras el nombramiento el pasado octubre del nuevo enviado especial de la ONU para el Sáhara, Staffan de Mistura.
Los miembros del Gobierno pertenecientes a Unidas Podemos presentes en el hemiciclo durante la comparecencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la bancada del grupo confederal han rehusado aplaudir durante la parte del discurso que el jefe del Ejecutivo ha dedicado a dar explicaciones sobre el giro que ha dado respecto a este contencioso.
Así, la secretaria general de Podemos, Ione Belarra; la ministra de Igualdad, Irene Montero, y el de Consumo y líder de IU, Alberto Garzón, no han respaldado en ningún momento las palabras de Sánchez sobre este tema.
A la sesión no ha acudido la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, que tenía un viaje oficial. El ministro de Universidades, Joan Subirats, promovido por En Comú, sí ha aplaudido después de que Sánchez detallara los objetivos de esta nueva etapa en las relaciones con Marruecos, pero después, cuando ha hablado explícitamente del Sáhara Occidental, ya no lo ha hecho.
Ni siquiera ha habido aplausos en la bancada de Unidas Podemos cuando Sánchez ha garantizado que España mantendrá su política de ayuda humanitaria al pueblo saharaui.
Una vez finalizado el discurso en el que Sánchez ha empleado una hora y veinte minutos para hablar también del plan de choque contra las consecuencias económicas de la guerra y del último Consejo Europeo, sí ha recibido el aplauso unánime de Unidas Podemos y sus representantes en el Consejo de Ministros.
En este sentido, los principales apoyos parlamentarios del Gobierno, incluyendo a ERC, Mas País y Compromís, han acusado al presidente Pedro Sánchez de haber dejado abandonado al pueblo saharaui con sus cambios de posición sobre el Sáhara y su apuesta por el plan de autonomía diseñado por Marruecos, y todo ello, le reprochan, sin que se sepa a cambio de qué y sin garantías de que Rabat cumpla, ya que la mayoría considera un "tirano" al rey Mohamed VI.
Tras escuchar las explicaciones de Sánchez en el Pleno del Congreso, el portavoz de Esquerra (ERC), Gabrel Rufián, ha dicho no entender que "el Gobierno defienda el derecho del pueblo ucraniano a existir frente a Rusia, pero no el del pueblo saharaui ante Marruecos". "¿Por qué se envían tanques a un tirano como Putin y en cambio de envían cartas a otro tirano como Mohamed VI?", le ha preguntado.
Respecto a la situación en el conflicto de Ucrania, Sánchez, ha insistido en pedir "unidad" al resto de las fuerzas políticas y apoyar las medidas que el Gobierno está adoptando contra las consecuencias de la guerra. Ha reclamado esta unidad por el bien de España y de Europa y ha alegado que reclamar esta en medio de una pandemia y un conflicto bélico no le parece que sea demasiado pedir.
Sánchez ha prometido que su Gobierno "se va a esforzar" para lograr esa unidad en las Cortes Generales, alegando que "acontecimientos extraordinarios" le han obligado a adoptar "medidas extraordinarias".
En este sentido, y tras recordar que "sin solución de continuidad" después de padecer una pandemia, se ha producido una guerra en "el corazón de Europa". Considera que nada "puede pasar por alto este hecho indiscutible" en el debate que se mantenga.
En este sentido, ha expuesto que el nuevo orden político supone una amenaza de la desestabilización global, que puede llevar a Europa al "peor de los escenarios" como puede ser, ha dicho, "una larga postguerra".
Por ello, ha recalcado que hacía una llamada a la inteligencia, a la capacidad y al sentido común de todas las fuerzas políticas "para entender bien el momento que vivimos".