El 'buen rollo' de la oposición con Marzà dura dos semanas 

VALÈNCIA. Dos semanas. Eso es lo que han durado los elogios de los partidos de la oposición -PP, Ciudadanos y Vox- al conseller de Educación, Vicent Marzà, por su gestión durante la pandemia del coronavirus. El buen ambiente que se generó hace apenas 15 días en la Diputación Permanente de Les Corts en la que el responsable del departamento de Campanar logró el apoyo unánime de la cámara para validar el decreto de medidas urgentes para paliar la crisis en el ámbito educativo, cultural y deportivo por el Covid-19 se esfumó por completo este miércoles y cada partido volvió a ejercer el rol que venía desempeñando hasta ahora. 

Marzà acudió al Parlamento valenciano a exponer las medidas llevadas a cabo por su conselleria durante estos dos meses de pandemia y someterse al control de la oposición. Sin embargo, la recepción que tuvo fue bien distinta a la de su última intervención en la cámara. La bancada de la derecha pasó de ponerle de ejemplo como conseller dialogante frente a otros miembros del Consell que, a juicio de la oposición, no lo habían sido, a acusarle de acudir a Les Corts para hacer propaganda de las iniciativas que ha puesto en marcha durante este periodo.

El responsable de Educación anunció al inicio de la intervención que la Generalitat Valenciana destinará nueve millones de euros en las próximas semanas para que los ayuntamientos organicen extraescolares gratuitas culturales, deportivas y de refuerzo educativo que llegarán "al conjunto del alumnado y, especialmente, al más vulnerable". Añadió también que se incrementará a 14.000 el número de tablets repartidas entre personas sin recursos para que puedan seguir las clases online. 

Sin embargo, no mencionó cómo finalizaría el curso o cómo se llevaría a cabo en la Comunitat Valenciana la idea de la ministra de Educación, Isabel Celáa, de que el próximo curso las clases se reduzcan a la mitad si no hay vacuna en septiembre, lo que implicaría combinar la educación presencial y a distancia. El conseller rechazó pronunciarse sobre dicha cuestión tras apuntar que todavía no era algo oficial. 

Una reacción que despertó las críticas de la oposición. La diputada del PP portavoz de Educación, Beatriz Gascó, le reprochó que gran parte de las medidas impulsadas por su departamento eran "parches" sobre los que hacía "propaganda" y criticó la "oda al aprobado general" de Marzà, a quien acusó de "dejar a los docentes a los pies de los caballos haciendo algo que sabe que es ilegal". La parlamentaria, además, cuestionó que el conseller mantuviera la incertidumbre entre las familias por no detallar cómo se produciría el fin de curso. "Ejerza de conseller, no sea el correveidile del PSOE de Sánchez", censuró. 

La diputada de Vox, Llanos Massó, ahondó en la misma cuestión. La portavoz de Educación del partido de Santiago Abascal en Les Corts Valencianes reprochó que la promoción general de curso era "ilegal" puesto que la orden del Ministerio "contradice varios artículos de la Lomce y por tanto, una ley orgánica". También reprobó que al conseller por "quejarse" por que la oposición le preguntara. "Se queja de que le preguntemos, pero es que no nos ha dicho cuándo ni cómo se va a volver a las aulas", zanjó. 

Por su parte, la diputada de Ciudadanos Merche Ventura consideró que la gestión del departamento de Campanar había estado marcada por la "improvisación y el caos", criticó que la Conselleria de Educación siguiera manteniendo subvenciones a entidades catalanistas y subrayó que el programa Aules con el que los alumnos tratan de seguir las clases online se ha colapsado en más de una ocasión. 

Unas ofensivas tras las que el responsable de Educación lamentó el cambio de tono de la oposición y comenzó a comparar la gestión realizada en la Comunitat Valenciana con la de otras comunidades autónomas como el vale-beca comedor para comprar en Consum con la beca comedor de pizzas y hamburguesas en Madrid. Marzà también aprovechó para hacer una sección dedicada a los "bulos" que la oposición había mencionado en la cámara. "No es verdad que haya intención de cerrar los centros de especial, no lo vuelvan a decir; cada alumno tendrá una nota, habrá alumnos con asignaturas suspendidas, no mareemos al personal", explicó para más tarde añadir que no es cierto que se vaya a recortar las plantillas docentes. "Antes cogería la mochila y me iría a mi casa", zanjó. La "normalidad" volvió este miércoles a Les Corts.