opinión

Se modera el optimismo respecto a la recuperación económica de China

El boom inmobiliario y el exceso de inversión pública, que impulsaron el crecimiento durante más de una década, están dejando de ser fuelle del país asiático

6/06/2023 - 

MADRID. Aunque semana a semana intentamos abordar temas de interés diferentes a los anteriormente tratados, muchas veces es inevitable repetir protagonismo. Esta semana le toca a China. Hace casi un año, en esta misma tribuna, nos referimos al impacto que tiene la economía china en la economía mundial y en los mercados financieros. Y ahora nos tenemos que volver a mirar al gigante asiático.

Últimamente vemos como los indicadores económicos europeos dan ciertas señales de agotamiento frente a la resiliencia que muestra la economía norteamericana, como el precio del crudo que baja tanto en el mercado spot como en los futuros; y también como los principales índices bursátiles europeos se han resentido -más en los casos de Alemania y sobre todo Francia-, por su composición a base de empresas industriales y exportadoras.

Y precisamente uno de los protagonismos negativos en los últimos días en Europa se lo ha llevado el sector lujo, segmento que acumulaba fuertes ganancias en lo que llevábamos de año. Hasta ahora había actuado de catalizador de las bolsas europeas, al igual que el sector tecnológico lo había hecho con las bolsas americanas. Las principales compañías - LVMH, Hermes, L’Oreal… - han visto lastradas sus cotizaciones con fuerza.

En los últimos tiempos la gran esperanza del sector era China, ya que los compradores chinos están cambiando sus hábitos de consumo y se prevé que representen el 60% del crecimiento del gasto total en artículos de lujo de aquí a 2030. Asimismo, se espera que la demanda de productos de gama alta procedente del gigante asiátic, aumente un 20% en 2023. Pero lo cierto, y según multitud de analistas -y también de fuentes de estas empresas-, el debilitamiento de las expectativas respecto al impacto de la reapertura en China -y también el fortalecimiento del euro por su fuerte exposición exterior por ingresos para el sector- han sido las causas de dichas bajadas.

PMI manufacturero chino

Así que podemos decir que tras una campaña de resultados positiva y con guías optimistas -basadas en buena parte en las expectativas que generaba China-, la moderación en el optimismo que hasta ahora habían mostrado los inversores en el sector ha lastrado a un sector que había subido con fuerza y que todavía cotiza en niveles caros desde el punto de vista histórico en términos de PER.

El miércoles 31 de mayo se publicó el PMI de manufacturas chino y decepcionó, manteniéndose además en zona de contracción (48,8 vs 49,5 esperado y 49,2 anterior). Lo hizo poniendo de nuevo en evidencia que las expectativas respecto a la recuperación de China tras la reapertura- a finales del año pasado- estaban siendo excesivamente optimistas


Los inversores piden nuevas medidas de estímulo en la economía china y las últimas manifestaciones de los responsables de economía hace que no se descarten estas nuevas medidas. Todo ello en una China que, además de los problemas internos, se enfrenta a los intentos de EEUU de frenar su economía. El boom inmobiliario y el exceso de inversión pública, que impulsaron el crecimiento durante más de una década, están dejando de ser fuelle de la economía china, mientras las familias se muestran reticentes a gastar.

Otro de los problemas de largo plazo al que se enfrenta la economía china es el envejecimiento de la población y la disminución de la mano de obra. De ahí el temor a que el rango de crecimiento de entre el 5% y el 6% del PIB -en el que venía consolidándose China- podría moderarse; y, por tanto, ralentizando también el crecimiento mundial. La economía china creció a un ritmo anual del 4,5% en el primer trimestre, impulsada por el fin de las restricciones de la pandemia de la covid-19.

Giro hacia un socialismo más puro

Por otro lado, el giro de Xin Jinping hacia un socialismo más puro, a pesar de los intentos por alguno de sus responsables económicos de paliarlo con mejores palabras, ha calado en la empresa privada china, pero sobre todo en la extranjera. Además, la empresa extranjera teme que los conflictos geopolíticos afecten en sus inversiones. Una circunstancia que se ha visto reafirmada en los últimos meses con las acusaciones de las autoridades chinas a algunos empresarios extranjeros de espionaje; o con las restricciones impuestas recientemente a la importación de chips de la estadounidense Micro Tech en algunos sectores.

En este contexto, y ante el agravamiento de los obstáculos que supone China, muchos fabricantes estadounidenses se están replanteando su dependencia del país asiático. Las compañías europeas también se muestran reticentes a perder a uno de sus grandes motores de crecimiento y, en concreto, el sector lujo se mantiene muy dependiente de esta región. El mismo que sigue siendo uno de sus destinos estratégicos de expansión. Por lo tanto, tendremos que volver a mostrar mucho interés en los inputs que nos lleguen de China.

Antonio Castelo es analista de iBroker

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