VALÈNCIA. La marca valenciana de joyería Singularu continúa su expansión en el mercado físico mediante la apertura de cuatro tiendas este año. De este modo, la compañía se estrena en las ciudades de Valladolid y Sevilla, mientras que abre su segundo local en Zaragoza y el quinto en València, concretamente en la calle de Hernán Cortés, 1, según explica uno de sus fundadores, Paco Tormo, a Valencia Plaza.
A su vez, el empresario expone que para el 2021 planean abrir doce tiendas más y "darle un empujón a ese modelo de franquicia" en el que buscan que no se pierda la experiencia "fundamental" de la marca y la relación con el cliente. Unas aperturas que Tormo prevé para zonas nuevas como el País Vasco, Baleares o el resto de la Comunidad Valenciana, además de seguir creciendo en las ubicaciones donde se encuentran actualmente. Hasta el momento, la empresa fundada en el 2013 como negocio online cuenta ya con trece tiendas físicas repartidas en siete ciudades diferentes -cinco en València, dos en Madrid, dos en Zaragoza y una tanto en Barcelona como en Sevilla, Málaga y Valladolid-.
De forma inicial, la empresa planeó a finales de 2019 la apertura para este año de un total de ocho tiendas, de modo que en abril ya contaba con tres acuerdos no solo en Sevilla, sino también en Murcia y Alicante. No obstante, con el confinamiento a causa de la pandemia -en el que se planteó incluso un reset de la compañía- no se pudo llegar a abrir en las dos últimas ubicaciones porque las propiedades informaron de que no tomaban medidas para ayudar a los inquilinos dentro del contexto de crisis actual, tal y como argumenta Tormo.
Asimismo, este lunes lanzan una nueva web en inglés para vender fuera de España a nivel global. Con ella, es la tercera vez que Singularu intenta internacionalizar las ventas, ya que por países no llegó a funcionar al igual que la empresa en México. Ante esto, el cofundador remarca que de cara al año que viene también se quiere "seguir construyendo la relación con las clientas que están aquí" y "mejorar la experiencia digital de la marca".
En la misma semana, la compañía valenciana también va a lanzar miniwebs para cada tienda física mediante las que las clientas podrán ver en concreto las joyas que hay en stock en cada una de ellas. Una vez compradas en la página, se podrá ir a recogerlas directamente en la tienda especificada desde un principio.
En cuanto a los servicios de entrega para las compras online, la web cuenta actualmente con cuatro tipos: el envío sin prisas, el estándar 24-48h, el click and collect para recoger en tienda -que se prepara en menos de una hora- y el local. En este último se incorpora el servicio de Glovo para las tiendas que se encuentran ubicadas en las ciudades y no fuera de ellas.
Medidas de la compañía ante la crisis sanitaria
De cara a la crisis sanitaria, las tiendas han adaptado las medidas de seguridad -gel, mascarillas, mamparas para los cobros...- y se han organizado equipos burbuja tanto en ellas como en logística con la finalidad de que los trabajadores y trabajadoras no se crucen mediante la creación de turnos fijos de trabajo. Asimismo, en las tiendas las joyas están sueltas y si la gente desea probárselas las ha de dejar después en una bandeja para su posterior desinfección por parte del equipo. "La experiencia es que vengas a divertirte", matiza el cofundador de la empresa.
Además, han sacado a la venta geles hidroalcohólicos y mascarillas con el fin de poder ofrecer un servicio que genere fabricación a nivel local "sin buscar darles una rentabilidad alta". Para el primer producto contactaron con una empresa de Valencia para poder fabricarlos con olores más cítricos y de rosas, mientras que para las mascarillas trabajan con la cooperativa valenciana de costura y de mujeres Fil A Fil.
Por lo que respecta a la campaña de Navidad, la empresa valenciana va a lanzar desde mediados de noviembre hasta diciembre más de cien modelos nuevos de joyas. "Las novedades forman parte del ADN de lo que somos, siempre tiene que haber algo nuevo", subraya el empresario. Del mismo modo, se cuenta con un nuevo almacén más grande de 700 metros cuadrados y con un sistema de gestión para los inventarios que permite poder sacar un volumen de 3.000 pedidos en pico de ventas.
Además, Tormo afirma que cada día están contratando gente nueva dado el crecimiento de la compañía, de forma que para esta campaña también buscan ayuda. Por ahora, la marca cuenta en total con setenta personas, de las cuales cincuenta trabajan en las tiendas, doce en operaciones logísticas y ocho en la oficina central. En cuanto a los canales de contacto, desde Singularu se ha ampliado la atención al cliente a través de redes sociales, correo electrónico, teléfono y WhatsApp, entre otros.
No se prevén rondas de inversión a corto plazo
En circunstancias normales, el cofundador de la compañía detalla que las ventas online y físicas se dan aproximadamente en un 50/50. No obstante, matiza que "quizá todavía se dan un poco más en web, aunque los sábados, por ejemplo, se vende más en retail". "Al final la clave es la omnicanalidad, es decir, que al final el cliente vea que el canal es irrelevante y que solo se busca ofrecer un servicio. La experiencia ha de ser exactamente la misma", expone.
A corto plazo, no se prevén rondas de inversión, ya que Tormo afirma que si se realizan será "para un objetivo en concreto y no para mantener a la empresa o el crecimiento de la misma". Después, explica que se ha facturado un 20% menos de lo que se tenía planificado a causa de la situación actual de crisis sanitaria.
Desde Singularu están preparados ante cualquier tipo de escenario posible. "Al final trabajamos con tres planes de contingencia: si se cierra todo, si no cierra nada, o si solo cierra una parte de las tiendas que tenemos por las medidas adoptadas en cada ciudad", expone el cofundador de la compañía.
Cristina Aristoy y Paco Tormo, fundadores de Singularu. Fotos: RAFA GASSÓ
