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EL INVERSOR ESTÁ DESNUDO / OPINIÓN

La 'sostenibilidad medible', una necesidad también para los fondos inmobiliarios

9/06/2021 - 

VALÈNCIA. Una de las alternativas dentro del abanico de productos financieros son los fondos inmobiliarios o socimis, que cotizan en los mercados financieros ofreciendo liquidez al inversor. A diferencia de cotizadas o productos de otros sectores, la recuperación del ‘ladrillo’ sin embargo se produce algo más lenta. Los datos más recientes apuntan a una tendencia de normalización en cuanto a número de transacciones relacionadas en lo que llevamos de 2021.

Pero no es tanto la recuperación del sector que preocupa a las gestoras de vehículos especializados en la inversión en activos del 'real estate', sino más bien el cambio de percepción de los usuarios en la manera de cómo utilizar los espacios hogareños o laborales en un futuro próximo y en qué tipo de entornos. La tendencia hacia un mayor enfoque de sostenibilidad es algo que ya penetró al mercado con fuerza antes de la pandemia; esta última simplemente aceleró el cambio en la necesidad o exigencia de la parte demandante.

La experiencia del teletrabajo no es que provoque la muerte de los espacios de oficina, pero sí está forzando a una profunda revisión del concepto que tiene la mayoría de las empresas en cuanto a sus instalaciones físicas. Aparte de un posible ahorro en costes hay muchos otros aspectos que se están modificando. El futuro exige conceptos que ofrecen mayor sostenibilidad, flexibilidad, poder de atracción para empleados cualificados y un entorno que contribuya a los trabajos en grupo y a las tutorías.

Son todos temáticas que un fondo inmobiliario debe tener en cuenta a la hora de analizar y seleccionar los objetos con mayor potencial para su cartera de inversión. Según los actores principales del sector, los volúmenes de espacio alquilados estarían revisándose a base de los siguientes criterios: ubicación, calidad e utilización eficiente de los espacios alquilados. Y todo dentro de un marco que cumple con mejorías pertinentes en la sostenibilidad. 


Los analistas e inversores son cada vez más conscientes de que los bienes inmuebles ofrecen un elevado potencial para la reducción de las emisiones CO2; mientras constatan al mismo tiempo que empieza a coger mucho peso el efecto social que debe ofrecer un edificio, oficina o vivienda. Una mayor sensación de bienestar, mayor posibilidad de interacción concreta y la generación de beneficios para las comunidades locales o infraestructura que ofrece puntos de interfaz para mayor 'networking' entre las firmas ubicadas en un mismo lugar son solo unos pocos ejemplos que la demanda ira exigiendo en aumento y que un fondo inmobiliario hoy indudablemente debe incluir dentro del proceso de análisis y selección de activos para su cartera.

Con el fin de cumplir con el exigente y nuevo reglamento sobre divulgación de finanzas sostenibles (SFDR), los fondos deben reforzar también el control sobre el consumo energético, el agua y la gestión de los residuos. Es por ello que será fundamental que en cualquier portfolio se encuentren de manera exclusiva objetos que cumplan con un elevado estándar en la gobernanza, el medioambiente y el ámbito social, los llamados criterios ESG. A su vez dicho análisis deberá hacerse a través de un sistema medible y de divulgación transparente. Esto último viene a denominarse la 'ESG+R' y es tal vez ahora mismo el ‘coco’ más duro por resolver al entrar a un terreno relativamente nuevo para la industria financiera en general. Acudir a expertos en materia de sostenibilidad para encontrar la sistemática en la medición adecuada seria por tanto muy recomendable.

Mayor sostenibilidad

Además, la exigencia de buscar mayor sostenibilidad en espacios en los que pasamos un largo tiempo del día no solo es un fenómeno que solicitan las empresas. Es una demanda que se está expandiendo de manera natural también entre propietarios e inquilinos de viviendas particulares. Por no mencionar a los inversores que podrían plantearse invertir en tal fondo, dado que tanto inversores institucionales como particulares buscan cada vez mayor exposición a activos que cumplan con criterios de sostenibilidad. 

Un fondo inmobiliario, por tanto, debe ir con los tiempos al igual que cualquier otro vehículo de inversión tradicional. Los últimos acontecimientos dejan poca duda sobra la importancia de comprometerse con la ESG, además de abrirse cada vez más a no solo oficinas sino hacia los espacios que finalmente serán más demandados, bien sea para uso profesional o bien particular.

Christian Dürr es socio-director de ETICA Patrimonios EAF

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