VALÈNCIA. Stadler Valencia trabaja a contrarreloj en la fabricación de los primeros trenes de Cercanías del 'megacontrato' de Renfe para la modernización de su flota, valorado en 2.726 millones de euros, y del que la planta valenciana se adjudicó 59 unidades de un total de 211. Un encargo que ha llevado a la fábrica, con sede en Albuixech, a aumentar su tamaño y ampliar su plantilla con cerca de 500 nuevos puestos de trabajo para poder acometer estas labores de producción.
Este pedido del operador ferroviario implicó que la compañía incorporará los trenes de Cercanías a su portfolio en España, ya que hasta el momento su cartera se centraba en locomotoras, metros y tranvías. Y lo hará a lo grande con trenes de alta capacidad, modernos y flexibles para adaptarse a la demanda en cada momento. A priori, el contrato con Renfe incluye 59 trenes, más otros 20 opcionales, además de su mantenimiento durante 15 años por 1.305 millones de euros.
La previsión es que comiencen a circular a partir de 2025 y que estén operativos en los principales áreas urbanas de España como Madrid, Barcelona y Valencia. "Son unidades de alta capacidad y, por tanto, irán a los principales núcleos de población, aunque el reparto exacto de los trenes lo tenemos que definir", aseguró el presidente de Renfe, Raül Blanco, durante una visita a las instalaciones valencianas, acompañado por el presidente de Stadler Valencia, Íñigo Parra; la delegada del Gobierno en la Comunitat, Pilar Bernabé; y la consellera de Territorio, Rebeca Torró.
De esta forma, Stadler Valencia modernizará parte de la flota de la compañía ferroviaria con trenes equipados con la última tecnología, accesibles y con un 30% más de capacidad, para lo que algunos contarán con 2 pisos llegando hasta las 950 plazas. Unos convoyes que mejorarán el servicio en el área de Valencia, que actualmente cuenta con unos 50 trenes de Cercanías, de los que 40 son eléctricos.
"Hoy comprobamos el efecto industrial del pedido de Renfe que generará 4.000 empleos entre directos e indirectos. Los trenes estarán a partir de 2025 sobre las vías y permitirán transformar el servicio público en los principales núcleos de España", destacó Blanco. El resto del 'megacontrato' para la adecuación de los vehículos se encargó a Alstom y CAF, tras una inversión histórica de cerca de 4.000 millones de euros.
En estos momentos, Stadler Valencia fabrica las dos primeras unidades, cuyo proceso de validación y certificación comenzará en 2024. Una vez superado este período, se iniciará la producción en serie de las 77 unidades restantes, entregando a Renfe dos trenes cada mes, por lo que la previsión es que en tres años el encargo total a la planta valenciana esté terminado.
Los nuevos trenes contarán con la posibilidad de escalabilidad, es decir, serán adaptables a los cambios de ocupación y, por tanto, podrán crecer en sus longitudes sumando convoyes dependiendo de la demanda. Tendrán entre 5 y 6 coches, y los de mayos capacidad llegarán hasta los 10 coches, además de contar algunas unidades con dos pisos, un diseño más parecido a los trenes europeos. De hecho, hasta ahora Renfe disponía de pocas unidades con dos alturas. Ello permitirá, asimismo, llegar hasta las 950 plazas, lo que supone un 30% más de capacidad que en estos momentos.
Además, ofrecerán wifi en su interior, serán totalmente accesibles para personas con discapacidad funcional y contarán con espacios para sillas de personas con movilidad funcional, así como espacios multifuncionales para bicicletas, maletas o cochecitos de bebé.
A nivel técnico, los nuevos vehículos estarán dotados de equipos de última generación, que supondrán una mejora de la fiabilidad de la red y la puntualidad del servicio. Además, la tecnología implementada permitirá recoger miles de datos por segundo de toda la flota. Esta información en tiempo real asegurará la toma de decisiones operativas de forma más eficiente, lo que "redundará en un mejor servicio a los usuarios de Cercanías", destacó el directivo.
"Son trenes que nos sitúan en el primer nivel europeo en cuanto a tecnología, electrónica e información de mantenimiento predictivo. Van a suponer una transformación del servicio público porque vamos a ir retirando unidades con 20 años de antigüedad e incluso 40 años", apuntó Blanco.
A esta inversión se suma la reciente compra de 12 locomotoras a Stadler, pero en esta ocasión para el transporte de mercancías. De hecho, el presidente de Renfe y el de Stadler firmaban este miércoles el contrato de compra y mantenimiento integral de los vehículos por un importe de 112.988.234 euros, de los que 69.540.000 euros correspondientes al suministro de las locomotoras con sistema europeo de gestión del tráfico ferroviario (ERTMS por sus siglas en inglés) y 43.448.234 euros, correspondientes a su mantenimiento.
Esta compra está financiada parcialmente por la Unión Europea, que ha aprobado una subvención para este proyecto de 15 millones de euros para la adquisición y 1.890.000 para la instalación del sistema ERTMS, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia Next Generation.
El plazo de entrega de las locomotoras concluye el 31 de diciembre de 2025. El mantenimiento del material, por su parte, abarca un periodo de 15 años. Renfe prevé destinar estas unidades al Corredor Mediterráneo. Además, permitirán a Renfe nuevas oportunidades de crecimiento a nivel de mercancías por la posibilidad de incrementar tráficos nacionales e internacionales, lo que implicará un impacto positivo en la actividad de la compañía.