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nueva directora de la mutant

Tatiana Clavel: "Quiero reforzar y apoyar los estrenos de las compañías valencianas"

10/01/2023 - 

VALÈNCIA. Más de un año después, La Mutant tiene nueva directora. La sala municipal lleva desde la marcha de Marta Banyuls, en septiembre de 2021, operando sin coordinador, una situación que se ha alargado más de lo esperado y que ha obligado al teatro a adelgazar su programación ante la falta de capitán. Con el nuevo año, la sala comienza una nueva etapa y, parece, también encara el camino hacia la estabilidad definitiva. Con el objetivo final de crear una plaza fija de dirección del teatro, un proceso a largo plazo pero ya en marcha, la nave vuelve a tener quien la maneje hasta el momento del relevo: Tatiana Clavel. Funcionaria del cuerpo de Profesores de Música y Artes Escénicas y actualmente profesora de Danza Contemporánea y Tecnologías aplicadas a la Danza en el Conservatorio Profesional de Danza de València, Clavel no es una desconocida para el sector, como parte indispensable de la compañía La Coja Dansa o impulsora de proyectos como Ciclo Migrats. La gestora llega a una sala desdibujada del mapa cultural y con los objetivos de volver a atraer al público y de revitalizar una programación que ha funcionado a medio gas en el último año. 

-¿Con qué Mutant se ha encontrado al llegar? 
-Al llegar aquí me encuentro el espacio muy vacío, me apetece empezar a trabajar y darle cuidados, porque es un espacio maravilloso que necesita llenarlo de vida.  

-¿Cuándo empezaremos a ver su sello como directora? 
-El proyecto se entenderá cuando acabe el año, no durante el primer semestre, aunque pondré en marcha iniciativas y proyectos paralelos a la programación que van a dar mi sello desde el inicio. La Mutant es un espacio que se ha consolidado como un espacio de artes en vivo y eso lo quiero mantener. La ciudad tiene una programación extensa y el TEM (Teatre El Musical), como teatro municipal, cubre una parte de texto importante. A mí me gustaría equilibrar esa programación con propuestas más experimentales, que tengan que ver con las artes en vivo y, sobre todo, con el cuerpo. Yo también vengo de estar muy próxima a la danza y me gustaría dar fuerza a todo lo que tenga que ver con este tipo de programación, así como seguir acogiendo festivales, como se ha hecho hasta ahora.  

-¿Cuáles son esos proyectos paralelos que quiere impulsar?
-Una línea de trabajo es la programación tal y como la entendemos pero luego también quiero impulsar un programa de pensamiento desde el cuerpo, una programación mucho más horizontal con proyectos de investigación y proceso. La programación entendida como espectáculo que se ve un solo día se queda corta para el sector y para generar realmente tejido. En estos programas de pensamiento se documentarán las piezas, se establecerán diálogos, con proyectos como la creación de una radio de La Mutant y un fanzine. Desde ese programa de pensamiento también nos conectaremos con las bibliotecas o los museos, se trata de encontrar un lugar donde lo escénico y lo museístico estén hibridados. Por supuesto, también estaré muy receptiva a los proyectos del sector que tengan que ver con estas líneas. 

-Los festivales externos han sostenido en cierta medida la programación de La Mutant en los últimos meses, aunque su relación histórica con la sala ha sido algo irregular, ¿cómo encara la relación ellos?
-De momento me encuentro con festivales comprometidos que, por supuesto, voy a mantener. Lo voy a aprovechar a favor para que mi programación sea diversa. Tener festivales que tengan que ver con el audiovisual, la danza o la música van a reforzar en este inicio mi programación. A partir de ese momento iré escuchando y haciendo una selección de nuevas propuestas que puedan aparecer e intentar consolidar los que se han consolidado en el espacio. Hay festivales que casi han nacido en La Mutant y está bien que sigan existiendo y que se les dé apoyo. 

Foto: KIKE TABERNER.

-¿Cuáles son las citas que seguirán vinculadas a la sala? 
-Por ejemplo, Turenorayo, La Cabina, Dansa València, Bucles, 10 Sentidos... Es verdad que, junto con el TEM, se ha hecho una distribución para que esté equilibrado y tampoco ocupen, obviamente, toda la programación. Mi compromiso es generar un sello con una programación propia, pero que también acoger festivales afines a esa línea. 

-Este año La Mutant ha bajado el ritmo ante la falta de dirección, ¿cómo hacer para recuperar el público y volver a poner a la sala en el mapa? 
-La Mutant está en un lugar donde va a ser fácil recuperar ese público porque tiene una programación que no tienen otros teatros. Cuando volvamos a hacer una artes vivas arriesgadas y experimentales la gente va a venir. Quiero crear sinergias y mediaciones, vinculando cada espectáculo a un sector concreto. Me parece interesante que cuando venga un espectáculo que, por ejemplo, tenga que ver con la robótica, se pueda generar conexiones con las universidades. Por un lado haremos ese trabajo de público general y, por otro, potenciarlo desde esos lugares de conocimiento. 

-En el caso del sector de las artes escénicas, ha batallado mucho en los últimos años con la gestión del IVC o del Ayuntamiento, ¿cómo plantea las relaciones con ese ámbito privado?
-Voy a estar muy receptiva. Creo que los cuidados que el espacio va a ofrecer a las compañías locales van a ser distintos ya que yo he formado parte de ellos. Entiendo que como compañía hay unas necesidades básicas de residencia, espacios y cuidado a la hora de estrenar las propuestas y me gustaría atender a esas necesidades reales. Sobre todo, creo que a veces la institución peca de no hacer una escucha real. Hay recursos, pero cómo se distribuyen o en qué tiempos a veces afecta directamente a las compañías. Intentaré atender esas necesidades.

-Llega en un momento clave, con las elecciones a la vuelta de la esquina, ¿tiene en mente que puedan llegar nuevos gestores y cómo puede afectar al proyecto? 
-No lo he pensado. Esta es una línea de trabajo que está pensada para mantenerse. 

Foto: KIKE TABERNER.

-Las instituciones culturales siempre se quejan de lo mismo: falta presupuesto y personal. En el caso de La Mutant, ¿tiene los recursos para desarrollar su proyecto? 
-Yo llego en un momento bueno, de mucha lucha probablemente del TEM y de Acció Cultural. Tengo un equipo muy amplio de comunicación, técnicos y de producción y entiendo que va a ser suficiente. El presupuesto es ajustado, pero también suficiente como para llevar a cabo una programación de calidad. 

-Esta es una dirección a medio plazo a la espera de que se llegue a la creación de una plaza definitiva, ¿hasta donde mira su proyecto? 
-En principio tengo un proyecto que se extiende de dos a tres años, creo que son los tiempos más o menos que da el Ayuntamiento para que se consolide el proceso de oposición. 

-Hace unos días se presentó el centro Bombalino, que nace con el objetivo de crear una “mini ciudad” de las artes escénicas, ¿en que se conectará con la Mutant?
-Es un proyecto que se desarrollará a largo plazo, pero lo que está claro es que el Ayuntamiento apuesta por las artes escénicas en distintos lugares que se complementan entre ellos. De ahí se generarán sinergias maravillosas. Este centro va a hacer más permeable y más nacional e internacional el ámbito de mediaciones o residencias, que es lo que pide el sector, además de ofrecer esos espacios de ensayo tan necesarios. La comunidad de artes escénicas en València es muy grande pero tiene pocos recursos, con lo que todo los que sean recursos municipales que hagan que el trabajo sea digno será maravilloso. 

Foto: KIKE TABERNER.

-¿En qué medida la programación mirará más allá de València?
-La programación será, sobre todo, nacional, con alguna excepción internacional, que se verá de cara al segundo semestre del año. Quiero reforzar y apoyar los estrenos de las compañías valencianas. Es importante tener un espacio digno donde poder estrenar una pieza. Por otro lado, quiero generar ese espacio más horizontal de investigación y procesos, proyectos que no tienen un formato convencional. Viene poca programación internacional a València y me gustaría apoyar desde La Mutant esto, pero sobre todo me gustaría apoyar proyectos que internacionalicen a las propias compañías valencianas. Es muy necesario generar esas sinergias con el exterior.  

-La concejalía de Acció cultural puso encima de la mesa hace años la creación de un comité de programación, una idea que ahora se plantea recuperar, ¿lo tiene en cuenta a la hora de diseñar su proyecto?
-Es algo que se está elaborando, pero creo que se pondrá en marcha a medio plazo. Esto es algo positivo. Yo soy funcionaria y estoy próxima al sector, pero podría no estarlo. Generar estas comisiones hace que la programación pueda ser más diversa y más amplia. Entiendo que cuando intentas consolidar un puesto para que los teatros tengan continuidad tener recursos como este tipo de comisiones es maravilloso porque te puede ofrecer una ventana para que al programador le lleguen propuestas a las que quizá él solo no llega. Es un apoyo que dará calidad y diversidad a la sala. 

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