VALÈNCIA (VP). El Ayuntamiento de València ha destinado unos 270.000 euros para demoler las dos terceras partes que quedan en pie del edificio que en su día albergó la fábrica de cervezas Turia en la calle San Vicente. Antes de esta actuación, que se ejecutará en cuatro meses, el consistorio ha invertido casi un millón de euros en otras intervenciones que se han llevado a cabo en el mencionado inmueble, “con carácter subsidiario, ante la inacción de los propietarios, y con el fin de garantizar la seguridad de la zona”.
El concejal de Desarrollo Urbano Sostenible, Vicent Sarrià, acompañado de la concejala de Protección Ciudadana, Anaïs Menguzzato, visitó este martes las ruinas de la antigua cervecera, ubicada frente a la Creu Coberta, en el ámbito del futuro Parque Central. Al conocer las características de la actuación, explicó que la voluntad del equipo municipal “es acabar las obras durante el próximo ejercicio, y lo más rápido posible para evitar incidentes”.
“Es imprescindible acometer estas obras, a pesar de su elevado coste, por el riesgo para la seguridad de las personas, que ya se ha puesto de manifiesto, y la complejidad de la intervención, que no es nada sencilla, porque hay que retirar fibrocemento y otros materiales que exigen un tratamiento adecuado”.
Al hablar de la inversión de esta última intervención, Sarriá aclaró que el Ayuntamiento reclamará el dinero al propietario, un grupo inmobiliario que ahora se encuentra en una situación concursal. “El coste de estas obras lo haremos constar y cuando se haga la reparcelación de esta zona para la ejecución del Parque Central, el Ayuntamiento recuperará la inversión; esa es la idea”.
Por lo que respecta a la seguridad, la concejala de Protección Ciudadana, Anaïs Menguzzato, ha manifestado “que el Gobierno municipal es consciente de la preocupación del vecindario del barrio y está actuando en todo lo que es competencia municipal”. Recordó que la Policía y los Bomberos vienen actuando en esta zona desde el año 2011, y se hizo eco de los incidentes protagonizados en los últimos fines de semana por jóvenes que se entretenían deambulando por este edificio, poniendo en riesgo su vida.
“Lo que estamos haciendo desde la Policía Local es mantener una patrulla, especialmente en los horarios fuera del horario escolar, los fines de semana, que es cuando vienen aquí los chavales”. Además, añadió, “durante todo el tiempo que duren las obras tendremos una patrulla para asegurar que no entran los chavales para divertirse aquí”.