El economista de Pictet Wealth Management considera que pese a la corrección sufrida, el rebote del 'billete verde' continúa siendo el escenario más probable
MADRID. El dólar ha tocado mínimos de diez meses tras algunos datos decepcionantes en la economía de EE UU, en particular la inflación y un nuevo intento fallido de la administración Trump para reformar la ley de salud 'Obamacare'. De hecho las posiciones agregadas especulativas en futuros sobre dólar han llegado a los mínimos de cuatro años. Pero, ante este extremo sentimiento negativo y la previsible mejora de datos en EE UU, estimamos una recuperación significativa del dólar la segunda parte del año.
Reconocemos que nuestro escenario para 2017 se ha basado en una Reserva Federal activa, perspectivas de sólido crecimiento impulsado por el estímulo fiscal y aumento de inflación con la mayor estrechez del mercado de trabajo. Ahora estos fundamentales son menos fuertes de lo esperado, pero somos muy escépticos respecto a que el dólar pueda debilitarse dese los niveles actuales.
Es verdad que la falta de consenso entre los republicanos no es un buen augurio para la ratificación de un estímulo fiscal ambicioso en los próximos meses, pero el mercado sitúa las posibilidades de estímulo fiscal excesivamente bajas. Además aunque la inflación haya decepcionado es probable que aumente los próximos pocos meses pues las condiciones crediticias en EE UU son todavía facilitadoras y el mercado de trabajo fuerte. A ello se añade que la debilidad de la inflación puede hacer que la Reserva Federal revise a la baja sus estimaciones de aumento de tipos de interés.
También hay que tener en cuenta que la debilidad del dólar también se encuentra en la fortaleza del euro, donde las posiciones especulativa alcistas están cerca de máximos de ocho años, reflejando demasiado optimismo. El cambio euro/dólar ya está en el nivel de consolidación de agosto de 2015. Además hay escasa presión inflacionista y moderado crecimiento económico en la euro zona, mientras que es persistente política monetaria acomodaticia del BCE. El riesgo es que el mercado se sienta decepcionado ante la prudencia y un juste muy gradual del banco central los próximos meses.
También ha sufrido el dólar frente a las monedas de países exportadores de materias primas. Es el caso de Australia y dólares de Nueva Zelanda, donde la combinación de baja inflación, cambio de perspectivas económicas y posiciones especulativas no admiten una opinión positiva en estas monedas. Además, los bancos centrales de ambos países siguen preocupados por el fortalecimiento de sus monedas. En consecuencia, a pesar de la reciente apreciación, esperamos que se debilitarse respecto al dólar estadounidense en los próximos meses.
Luc Luyet es economista de Pictet WM