La Emshi organiza en València un foro con su presidenta, Elisa Valía, y Lluïsa Moret, alcaldesa de Sant Boi de Llobregat y presidenta del Área de Igualdad y Sostenibilidad Social en la Diputación de Barcelona para reflexionar sobre cómo afrontar los grandes desafíos desde la gobernanza “para que nadie se quede atrás”.
VALÈNCIA (VP). La gobernanza, la coordinación entre municipios, la solidaridad territorial y los desafíos compartidos que obligan a buscar soluciones globales sin perder la perspectiva local para que nadie se quede atrás han sido los puntos clave del foro impulsado por la Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos (EMSHI) con la participación de la presidenta de la entidad, Elisa Valía Cotanda, y Lluïsa Moret Sabidó, alcaldesa de Sant Boi de Llobregat y presidenta del Área de Igualdad y Sostenibilidad Social en la Diputación de Barcelona. Moret se desplazó hasta València, donde tuvo lugar el encuentro, titulado “La gobernanza metropolitana ante los retos de las ciudades”, moderado por la periodista Lorena Padilla Sánchez, y al que asistieron como público alcaldes, alcaldesas y concejales del área metropolitana de València.
Moret recalcó en su primera intervención la importancia de generar “espacios de reflexión colectiva desde distintas miradas para compartir conocimiento, perspectivas y buenas prácticas”. Citó las grandes crisis recientes, como la pandemia del coronavirus, el conflicto bélico en Ucrania o la crisis energética para poner de manifiesto que “los impactos globales tienen una realidad local”, por lo que “las soluciones deben ser también globales y coordinadas”. Así, defendió que “es absolutamente imprescindible la gobernanza generosa y honesta, que se base en los aspectos colaborativos, en sumar y no en competir” y recalcó la importancia de que cada municipio “aporte sus singularidades en pro del bien común”.
Elisa Valía refrendó la trascendencia de la honestidad en política y puso en valor el papel de los municipios que, según argumentó, “son una pieza fundamental de toda la estructura del Estado” y “es desde donde se ponen en marcha medidas que cambian la vida de la gente; es lo más cercano a la ciudadanía”. Por ello defendió el papel de las administraciones locales a la hora de formar parte en la toma de decisiones. “Creo que los alcaldes y alcaldesas, los y las concejales tienen un conocimiento tan directo de las necesidades que suponen un cambio para la vida de la gente que no funciona un esquema en el que se tomen decisiones estratégicas en un nivel de la administración distinto de los municipios y que de ésta simplemente se espere que ejecuten las decisiones de otros”.
En este sentido, Valía subrayó el sistema de gobernanza de entidades como la que preside, la EMSHI, o las Diputaciones, donde se comparten retos con municipios que están en puntos distintos de los caminos, y que a su vez “permite salvar muchas veces la cuestión del color político. Y eso hay que ponerlo en valor.” Para Elisa Valía, que también es concejala del Ciclo Integral del Agua del Ayuntamiento de València, “trabajar para tu municipio es de las cosas más honrosas y bonitas que hay y se aprende muchísimo.” Además, “es muy satisfactorio trabajar en la EMSHI porque me ha dado la oportunidad de compartir visión con tantos municipios, que me ha abierto muchísimo la mente. Es una manera de enriquecimiento que después revierte en el servicio público. Estos niveles de administración, como las entidades metropolitanas o la Diputación, son tan importantes porque el municipalismo es una escuela de ciudadanía: ves el ejercicio de los derechos de la ciudadanía de una forma muy concreta. Y eso te lo llevas para después, sigas en la vida política o no”.
Por su parte, Moret sacó a colación la “solidaridad” como factor “imprescindible en las relaciones supramunicipales”, ya que “sólo desde entornos equitativos, cohesionados e inclusivos podremos crecer y avanzar. En entornos basados en las desigualdades y en los desequilibrios se potencian privilegios y se genera un caldo de cultivo fantástico para los populismos agresivos que generan confrontación.”
La presidenta del Área de Igualdad y Sostenibilidad Social en la Diputación de Barcelona mencionó el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 17 que marca la Agenda 2030, centrado en la creación de alianzas para lograr objetivos. “Esas alianzas son muy diversas. En todos los proyectos debemos tener una mirada de ecosistema y el ecosistema es público-privado sí o sí. Sin las relaciones público-privadas no vamos a salir adelante”, apuntó, al tiempo que citó “las cuatro hélices”, para argumentar que la hoja de ruta ante los desafíos clave, como la gestión de residuos o la movilidad sostenible, debe ser compartida por el sector económico, la academia, la administración y la sociedad. Y añadió que “la sostenibilidad debe ser económica, social y ambiental”.
Elisa Valía mencionó como ejemplo de generación de alianzas la agrupación de once entidades privadas y públicas, entre las que se encuentra la EMSHI, que recientemente se han unido para solicitar 10 millones de euros a los fondos del Perte de Digitalización del ciclo del agua.
Durante el coloquio también se planteó la gobernanza metropolitana como oportunidad para abordar proyectos estratégicos de gran envergadura, como el gemelo digital en el sistema de abastecimiento de agua potable metropolitano, o la obra titánica de interconexión de las potabilizadoras El Realón y La Presa, ambos impulsados desde la EMSHI para València y su área metropolitana, y que son a su vez vehículo hacia la eficiencia y la sostenibilidad.
El cambio climático, que no entiende de fronteras, fue otro punto destacado del foro. “La escasez de agua es una realidad y más en la cuenca mediterránea. No tiene ningún sentido no poder llegar a acuerdos con otros municipios que tienen exactamente el mismo reto. Nadie se imagina un futuro próspero sin agua”, aseveró Valía. “Es imposible conseguir algo ajustándote a tu estricta competencia. Yo siempre defiendo que hay que ser generoso en la gestión. Hay que acudir a la llamada de los municipios que no tienen recursos. Es una cuestión objetiva que no tiene que ver con el color político, tiene que ver con la ambición de servicio público”, apuntilló.
Tanto Lluïsa Moret como Elisa Valía estuvieron de acuerdo en que la única manera de avanzar es hacerlo de forma conjunta. Ambas subrayaron la importancia de “legitimar la política en un momento de desafección” y en “reconectar”, haciendo hincapié en que “estar al servicio de la ciudadanía es sinónimo de colaboración”. “La gobernanza es sumar desde la honestidad y la solidaridad, trasladado a la vida cotidiana”, resumió la alcaldesa de Sant Boi de Llobregat, y la presidenta de la EMSHI recalcó que “la prosperidad y el bienestar se construyen entre todos y todas.”