MURCIA. Después de más de tres meses de bloqueo absoluto, PP y Vox se dan la mano y firman un acuerdo para gobernar en coalición la Región de Murcia. Pocas horas después de trascender -en la tarde de este viernes- la oferta de Fernando López Miras para incluir a Vox en el Ejecutivo regional, ambas formaciones han emitido al filo de las diez de la noche un comunicado conjunto anunciando el pacto por el cual evitan que la Comunidad murciana se vea abocada a una repetición electoral a falta de seis días para el día límite (el 7 de septiembre). "El Partido Popular y Vox han cerrado un acuerdo de gobernabilidad que evita la repetición electoral en la Región de Murcia", certifican.
Vox asume el compromiso de votar a favor de la investidura de López Miras y los representantes de la formación de Santiago Abascal entrarán a formar parte del Gobierno regional con dos Consejerías: por un lado, Fomento; por otro, Seguridad, Interior y Emergencias. Además, este último departamento tendrá rango de Vicepresidencia, tal y como había propuesto el líder de los populares a Vox.
Además, Vox propondrá al presidente del Consejo de la Transparencia, una oficina que desempeñará también las funciones del Defensor del Pueblo murciano. Y ambas formaciones asumen "un compromiso programático que se dará a conocer próximamente".
Los líderes regionales del PP y de Vox destacan que haya prevalecido "el diálogo, el entendimiento y la responsabilidad" para no llevar a la Región a una nueva repetición electoral, algo que no ha sucedido nunca en la historia autonómica de España.
El desbloqueo se produce después de tres meses de enfrentamientos, sin ningún entendimiento. Vox llegó a tumbar dos propuestas del PP, que hasta última hora ha intentado gobernar en solitario -como se comprometió López Miras en campaña electoral- pero finalmente ha tenido que ceder a su gran pretensión. Vox también ha tenido que renunciar a su petición de dirigir la Consejería de Agricultura que, finalmente, salvo cambio de última hora, quedará en manos de los populares.
Hasta hoy, primer día de septiembre, PP y Vox habían chocado. Antes de las dos ofertas, el PP dio primero un golpe de efecto al adueñarse de la Mesa de la Asamblea Regional con tres puestos, una acción que indignó a Vox, que se quedó sin puestos en detrimento del PSOE. Fue entonces cuando Antelo proclamó el temor a una nueva cita en las urnas.
Después fue el turno de las ofertas. Las dos propuestas del PP fracasaron ante un Vox que quería gobierno o gobierno. A principios de julio, el partido de Antelo rechazó, primero, el acuerdo programático de 88 puntos que planteó López Miras en la primera vez que negociaron de forma oficial en la Asamblea Regional. Ante aquel fiasco, Vox votó en contra de la investidura de López Miras, junto con el PSOE y Podemos Izquierda Unida.
Después, los populares lanzaron, a finales de julio tras las elecciones generales del 23J, otra propuesta incluyendo la opción de cargos políticos de representación parlamentaria e institucional, como sería un puesto en la Mesa de la Asamblea y/o un senador autonómico. Vox dio sendos portazos, porque en ningún caso les incluía en el Consejo de Gobierno.
Todo ha cambiado ahora. Finalmente, y justo cuando las dos direcciones nacionales han estrechado lazos para intentar la investidura de Alberto Núñez Feijóo y tras ver que la repetición electoral se podía convertir en una realidad en Murcia, los dos partidos se han puesto a negociar esta última semana de agosto, en un clima de mutismo y secretismo que se ha saldado con fumata blanca.
La Región era la última comunidad que faltaba por constituir gobierno. Con el acuerdo de Murcia, PP y Vox suman cinco coaliciones (la primera fue en Castilla y León, a las que se sumaron tras el 28M la Comunidad Valenciana, Extremadura y Aragón), así como el pacto programático en Baleares.
El PP se escudaba, hasta ahora, en que había logrado casi el 43% de los votos (el 42,87%) y se había quedado a tan sólo dos escaños de la mayoría absoluta. López Miras, que en campaña decía que los murcianos habían sufrido las coaliciones (en la anterior gobernó con Ciudadanos hasta la moción de censura), se negaba a aceptar a Vox. Por su parte, el partido de Antelo había logrado el 17,72% de las papeletas, el mejor resultado autonómico del país.