Dónde invertir en un contexto de recortes de tipos de interés
Informe elaborado por Julian Abdey, Justin Toner, y Damien J. McCann
VALÈNCIA. El Banco Central Europeo (BCE) ha vuelto a cumplir el guion y ha acometido la tercera bajada de tipos de interés en lo que va de año, dejando de esta manera la tasa de referencia en el 3,25%. Así se ha acordado durante la reunión del Consejo de Gobierno de la institución presidida por Christine Lagarde. Cabe recordar que el próximo 12 de diciembre tendrá lugar el último encuentro del año en materia de política monetaria, por lo que los tipos podrían bajar de nuevo antes de que finalice el presente ejercicio.
Con las reducciones aplicadas esta jornada, la tasa de referencia para sus operaciones de financiación se queda en el 3,4%, la tasa de depósito cae hasta el 3,25%, y la de facilidad de préstamo hasta el 3,65, acercándose a niveles similares a los de 2023. Entre los motivos que han llevado a esta decisión, el organismo subraya que el proceso de desinflación "continúa sobre lo previsto" aunque las perspectivas "se ven afectadas por las recientes sorpresas a la baja en los indicadores de actividad económica".
Entre las perspectivas a medio plazo, la entidad espera que la inflación aumente en los próximos meses para descender posteriormente hasta el objetivo del 2%. "La inflación interna sigue siendo alta, dado que los salarios continúan subiendo a un ritmo elevado", recuerdan desde el organismo presidido por Lagarde. Por todo ello, insisten en el objetivo de que la inflación regrese al objetivo, una cuestión para la que mantendrán los tipos de interés en "niveles suficientemente restrictivos durante el tiempo que sea necesario".
Sin duda este último es un mensaje recurrente en las ruedas de prensa posteriores a las reuniones del Consejo de Gobierno, así como en aquellos encuentros en los que Lagarde se dirige a los medios de comunicación. Un discurso con el que insisten en la idea de mantener un enfoque "dependiente de los datos" y la intención de tomar las decisiones reunión a reunión teniendo en cuenta el escenario - especialmente el de las perspectivas de inflación - de cada momento "sin comprometerse de antemano con ninguna senda concreta".
Pese a esta postura, lo cierto es que el BCE ha acometido su tercera rebaja de tipos en las últimas cuatro reuniones. Además, con la decisión de este jueves la entidad cumple con las previsiones del mercado, que descontaba desde hacía semanas el recorte e incluso algunas voces expertas vaticinan que el tipo de referencia quedará en el 3% a finales de año. Si se cumple el escenario que el mercado prevé para la reunión del próximo mes de diciembre, la referencia del BCE habría experimentado una caída de 1,5 puntos en apenas seis meses. En este punto cabe recordar que durante el pasado encuentro se aplicó un cambio técnico que llevó a considerar como referencia la tasa de depósito en detrimento de la de las operaciones principales de financiación.
Para el mercado, esta decisión "no constituye ninguna sorpresa", según el economista de abrdn, Felix Feather. "Aunque la autoridad monetaria no se comprometió a realizar nuevos recortes, creemos que la forma en que el BCE ha planteado la decisión refuerza nuestras expectativas de que se produzcan tres recortes más hasta marzo de 2025", considera este experto. No obstante, cree que el BCE podría "actuar con mayor cautela" en el caso de que la situación en Oriente Medio derive en un "shock inflacionista". O, por el contrario "podría recortar los tipos de forma más agresiva en caso de que el bloque entrara en recesión".
Por otro lado, para el director de estrategia de la firma de asesoramiento financiero independiente Nextep Finance, Víctor Alvargonzález, el BCE debería estar "más atento" a las presiones desinflacionistas a las que se enfrenta la eurozona". En esta línea, pone de relieve que la inflación europea "ya está por debajo del objetivo del BCE" y que China está "en una situación deflacionaria que exporta al resto del mundo". Un escenario al que se le suma "una Alemania en recesión y el resto de países de la Unión Europea estancados en cuanto al crecimiento económico".
No obstante, para el analista de mercados Sergio Ávila, el BCE se enfrenta al "reto" de no alcanzar "su meta inflacionaria", algo que "podría frenar aún más el crecimiento económico". "Diversos miembros del BCE, como el banquero central portugués Mario Centeno, han advertido sobre las posibles consecuencias de mantener una política monetaria demasiado restrictiva. Centeno señaló que un menor crecimiento económico y una caída en la creación de empleos podrían aumentar el sacrificio ya realizado en la lucha contra la inflación", recuerda en un comentario tras la bajada de tipos.
"Sin embargo, algunos problemas económicos, como los altos costos energéticos y la baja competitividad que afecta particularmente a la economía alemana, no pueden solucionarse exclusivamente con políticas de tasas más bajas. Aunque un costo de capital reducido puede ofrecer algún alivio, estos desafíos estructurales requieren soluciones más profundas", añade Ávila. Por todo ello considera que el organismo "se enfrenta a un entorno complejo" en el que deberá "equilibrar la necesidad de controlar la inflación con la urgencia de reactivar el crecimiento económico". "Los próximos meses serán cruciales para determinar si las decisiones actuales logran estabilizar la economía de la eurozona o si se necesitarán nuevas medidas de ajuste", concluye Ávila.
Informe elaborado por Julian Abdey, Justin Toner, y Damien J. McCann