VALÈNCIA. El calendario de primarias aprobado el lunes por la Comisión Ejecutiva Nacional del PSPV implica el pistoletazo de salida de los procesos internos que sirven para la elección de candidatos socialistas a las alcaldías de más de 20.000 habitantes, además de a la propia Generalitat.
Una de las plazas que más expectación viene causando a lo largo de la legislatura es la de València ciudad. En 2015, el candidato a la Alcaldía fue Joan Calabuig, próximo al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, quien cosechó unos resultados muy flojos que dejaron a la formación socialista como cuarta fuerza política con cinco concejales, tres menos antes que en los anteriores comicios.
Una catástrofe local que, pese a la recuperación de la Generalitat, causó una profunda preocupación en el PSPV. Un año después, Calabuig dejaba su puesto de teniente de alcalde y portavoz socialista para sumarse al Consell de Puig en un cargo del segundo escalón, mientras la joven abogada Sandra Gómez tomaba las riendas del grupo en el consistorio.
La dirigente socialista asumió las competencias de Calabuig y dio un giro en el Ayuntamiento de València mostrándose más incisiva tanto en reivindicar la visibilidad de la gestión socialista en el consistorio como respecto a sus socios del Govern de La Nau: Compromís y València en Comú. Un viraje que molestó especialmente en las filas de la coalición valencianista y que condujo incluso a enfrentamientos directos con el alcalde, Joan Ribó.
Así, prácticamente desde la asunción del mando, el debate interno en el PSPV local se dirigió a la idoneidad de que Gómez asumiera unos galones que, a la larga, la condujeran a convertirse en la candidata a la Alcaldía. En este contexto, desde algunos sectores se alimentó como posible alternativa al síndic en Les Corts, Manolo Mata, así como figuras independientes no identificadas que, a día de hoy, no se han concretado.
Paralelamente a este relato, el PSPV acometió sus procesos orgánicos y Gómez dio un paso adelante para liderar el partido en la ciudad, un primer objetivo estratégico de cara a ser candidata y en el que finalmente se vio respaldada precisamente por Mata. En esas primarias, obtuvo contestación desde el sector del ahora ministro y secretario de Organización, José Luis Ábalos, que respaldó a la concejal Maite Girau para presentarse frente a su compañera.
La victoria de Gómez con un 56% de respaldo frente al 42% de Girau, allanó su camino para la candidatura a la Alcaldía que ahora está en liza. A día de hoy, desde la oposición interna de la portavoz socialista se guarda silencio sobre si se impulsará o no alternativa. Desde el bando de la líder del PSPV, se asegura que no se ha llegado a ningún pacto previo con el sector de Ábalos respecto a las futuras listas a cambio de no presentar batalla por la cabeza de cartel. Un entendimiento que, para algunos dirigentes socialistas, sería tácito al parecer lógico que existan negociaciones y concesiones a la hora de confeccionar el grueso de la candidatura.
En cualquier caso, lo reducido de los plazos obliga a que, si existe una alternativa, muestre sus cartas antes de los 10 próximos días, dado que del 26 al 28 de septiembre deberán presentarse las precandidaturas. De no haber más nombres aparte del de Sandra Gómez, el proceso habría terminado y la dirigente socialista sería la cabeza de lista al consistorio.
Ahora bien, ya sea una candidatura articulada desde un sector concreto como el próximo a Ábalos, o por parte de algún otro militante, todavía nadie se atreve a descartar que Gómez pueda tener rival. Más aún cuando el mínimo de avales del 5% a recoger resulta considerablemente asequible de conseguir.
Cabe recordar que, en el proceso de primarias para el liderazgo provincial, un militante de base como Rubén Fenollar consiguió pasar el corte y medirse con Mercedes Caballero, próxima a Ábalos, que le superó ampliamente al conseguir más del 80% del apoyo frente al 13% del citado aspirante.