Hoy es 12 de octubre
CASTELLÓ. Hace unas semanas el Hospital General de Castelló vivió un hecho histórico: el primer trasplante renal de la historia de la sanidad pública castellonense. Esta primera intervención ha supuesto un gran hito para todo el equipo de médicos y especialistas del hospital, pero también para toda la sociedad castellonense, puesto que, hasta ahora, Castellón era la única de las provincias valencianas que no contaba con este servicio asistencial y los pacientes con problemas renales debían trasladarse a otras provincias para poder someterse a una operación.
El pasado mes de diciembre, la Conselleria de Sanidad dio el 'ok' definitivo para que la Unidad de Trasplantes Renales del hospital castellonense fuese una realidad. Desde entonces, nefrólogos, cirujanos y enfermeros -entre muchos otros especialistas-, han trabajado codo con codo para impulsar este nuevo servicio asistencial. Entre ellos, el doctor David Ramos, médico especializado en nefrología que coordina esta unidad y que ha estado al frente del primer trasplante renal del Hospital General de Castelló.
Tras más de veinte años dedicado al tratamiento y prevención de enfermedades renales, el doctor Ramos asumió hace unos meses el reto de coordinar este nuevo servicio y, desde el Hospital de la Fe de València, se trasladó al centro hospitalario de referencia en la provincia lleno de "ilusión" y ganas por hacer que Castellón cuente con una gran comunidad trasplantadora. Con una amplia sonrisa oculta bajo la mascarilla, recibe en su despacho de la quinta planta del edificio hospitalario a Castellón Plaza y, en esta entrevista, confiesa cómo se ha sentido al dirigir este hecho histórico para la provincia, cuántas personas hay actualmente en la lista de espera para operarse o cuándo se prevé que puedan llevarse a cabo los próximos trasplantes renales.
-La Unidad de Trasplantes del Hospital General funciona a pleno rendimiento. Tanto es así que en este pasado mes de marzo realizaron el primer trasplante renal de la historia del hospital...
-Lo primero es decir que ya teníamos ganas de poder empezar, porque es un proceso largo de preparar. Necesitábamos que todo el mundo estuviera preparado para poder asumir el primer trasplante con garantías. Y la verdad es que teníamos ganas de poder hacerlo, de tener el primer donante y tener el primer paciente receptor para trasplante preparado. Ha sido una satisfacción para todo el mundo que participa, que es mucha gente y ha sido como el punto de arranque.
-¿Cuántos profesionales sanitarios formáis parte de esta unidad?
-Interviene mucha gente, directa o indirectamente. Cada servicio tiene unas personas dedicadas más directamente al trasplante. Por ejemplo en nefrología somos dos. Pero luego cualquier miembro del servicio de nefrología conoce cómo funcionan los pacientes, cómo funciona todo, está implicado, participan en las localizaciones de trasplante y eventualmente pueden participar en la intervención. Y luego a nivel de cirugía vascular y urología, que son los compañeros que realizan el acto quirúrgico, lo mismo. Hay personas que se encargan más, pero participa mucha gente.
O sea, decir un número concreto es difícil. Y luego, a parte de la gente que se implica directamente, tenemos también la coordinación de trasplante intensivo que recibe a los pacientes, luego los servicios centrales del hospital como radiología, análisis clínicos, microbiología, en fin, un montón de gente que participa en el proceso de trasplante y hace que funcione. Y no hay un número concreto de personas, digamos que hay una combinación de gente muy grande, de muchas disciplinas, que hacen posible que esto vaya adelante.
-¿Cuántos profesionales intervinieron en este primer trasplante?
-En esta operación participaron tres cirujanos y luego estuvimos los nefrólogos, que preparamos al paciente para que estuviera acondicionado para el momento del trasplante. También participaron los compañeros de coordinación del trasplante, que son los que organizaron la extracción del órgano y nos comunicaron que teníamos un órgano adecuado y estuvieron pendientes de todo el proceso. Y bueno, pues luego todo lo que se hace depende de otros compañeros, analíticas, radiologías, etc. Implica mucha gente.
-¿Qué ha supuesto para usted coordinar este primer trasplante, teniendo en cuenta que para la historia de la sanidad pública castellonense es todo un hito?
-La verdad es que ha sido un proyecto que he llevado a cabo con mucha ilusión. Hace ilusión llegar a un sitio nuevo y participar con el resto de gente en que algo así sea posible, y digamos que poner el primer paso para una cosa que esperamos que vaya a ir a más y que vayamos creciendo como comunidad trasplantadora.
"El primer trasplante renal ha sido el primer paso para crecer como comunidad trasplantadora"
Y, por supuesto, dando la oportunidad a todos los pacientes de la provincia con problemas de insuficiencia renal crónica de poder tener acceso a la mejor solución que tenemos para la insuficiencia renal aquí dentro de la provincia, sin que se tengan que desplazar. Y la palabra sería ilusionado, ¿no? Ilusionado con haber empezado con el proyecto, pero no solo con el hecho de que haya sido el primer paciente, sino con el hecho de ver que esto va a crecer y vamos a ir adelante.
-Usted formaba parte del equipo de nefrología del Hospital la Fe de València, ¿qué le impulsó a trasladarse a Castelló?
-Bueno, me propusieron la posibilidad de venir a trabajar aquí sabiendo que iban a montar la unidad de trasplante y me expusieron el proyecto que tenían, me pareció muy atractivo y me ilusionó el hecho de llegar a un sitio y, digamos, empezar de cero con el reto que supone para todo el mundo, ¿no? Y sí, la verdad es que me pareció una propuesta atractiva.
-¿Cómo se llevó a cabo el proceso de selección del donante y el receptor para este trasplante?
-Siempre que hay un potencial donante los compañeros de coordinación de trasplante son los que se encargan de valorar inicialmente el donante, de decidir si es un potencial donante de órganos, habitualmente el donante es donante de múltiples órganos, ¿no? Entre ellos los riñones. Y entonces, si es un donante renal, pues lo valoran y nos lo comentan a los nefrólogos. Entonces, los nefrólogos valoramos también el donante, vemos si consideramos que los órganos son idóneos, y una vez hemos valorado que los órganos sean idóneos, entonces vamos a nuestra lista de espera, que la hemos ido creando a lo largo de estos meses, que de momento no es muy larga, pero va creciendo.
-¿Cuántas personas hay en esa lista de espera?
-En este momento en la lista de espera hay 7 personas, más la que se ha trasplantado. Hay que tener en cuenta que hemos empezado hace muy poquito. Cuando valoras a un paciente para incluir en la lista de espera, esto lleva un proceso y hay que hacer una serie de pruebas, de exploraciones, para ver si hay algún problema que tengamos que corregir antes del trasplante y para ver si es idóneo para recibir un trasplante renal o no. Y, a parte de los 7 más el que se ha trasplantado que ya están en lista, ahora mismo en proceso de evaluación hay como otras 50 o 55 personas pendientes de ver si podemos ir adelante con el trasplante. Con lo cual es esperable que en un plazo corto de un mes, dos meses, la lista se haga mucho más grande.
Entonces, dentro de la lista que tenemos en cada momento, en este caso teníamos una lista cortita porque acabamos de empezar, y ya sabemos si las características del donante de órganos le vienen bien a alguno de los receptores o a más de uno de los receptores que están a lista. Y entonces, en este caso concreto le venía bien al paciente que se ha trasplantado, aceptamos ese riñón para este paciente y ya empezamos el proceso de evaluación del paciente para que se pudiera trasplantar ese día.
-¿Cuáles son los principales riesgos asociados al trasplante renal y cómo se puede mitigar?
-A ver, hay unos riesgos inherentes al procedimiento quirúrgico, a la propia cirugía del trasplante. Luego otros riesgos que vienen derivados de la medicación que damos para evitar la reacción inmunológica, para evitar el rechazo y para permitir que la persona pueda funcionar con un órgano que no es suyo. Los riesgos en general no son muy altos y los resultados del trasplante renal son muy buenos, con supervivencias largas de años y con resultados excelentes. Y estos riesgos que ahora te comento cuáles son, en general están compensados por el hecho de prolongar la vida del paciente al trasplantarlo, comparado con la situación que tenía previamente, que es continuar con diálisis, y también mejora mucho su calidad de vida.
O sea, que son riesgos perfectamente asumibles y que compensan de largo el procedimiento. Entonces los riesgos son los derivados de cualquier procedimiento quirúrgico y especialmente del trasplante, pues puede haber sangrados o problemas con la cirugía del uréter, de los vasos, pero son riesgos controlados que afortunadamente se dan pocas veces y que compensan de largo el procedimiento. Y luego está el riesgo a largo plazo de tomar la medicación inmunosupresora, es una medicación potente que frena las defensas y puede causar un aumento de incidencia de infecciones, pero generalmente se tolera muy bien y también es un riesgo que es perfectamente asumible. Los resultados del trasplante en general son buenos.
-¿Qué tipo de seguimiento posoperatorio se realiza a los pacientes que reciben un trasplante riñón?
-Pues mira, las primeras 24-48 horas, en el caso de nuestro hospital, los pacientes están en la Unidad de Cuidados Intensivos, donde están monitorizados de forma continua y atendidos por personal de enfermería y por personal médico de forma continua, y ahí se va vigilando que todo vaya bien, que no haya ninguna de las complicaciones quirúrgicas y que el injerto empiece a funcionar. Entonces, una vez pase este periodo, el paciente pasa a la sala de hospitalización, a nuestra sala de hospitalización de nefrología, donde tenemos una habitación asignada para los pacientes que se van trasplantando y también tienen un seguimiento y una monitorización muy estrecha, tanto por parte del personal de enfermería como por parte del personal médico, y entonces los vamos visitando nosotros los nefrólogos y los compañeros cirujanos que han participado en el proceso, urología, cirugía vascular, etc.
Después, una vez vemos que el órgano ya está funcionando, que el paciente está bien, que ha superado la primera fase de las posibles complicaciones quirúrgicas y ya no lleva vías, sondas, etc... decidimos enviarlo a su domicilio. Entonces, cuando lo enviamos al domicilio, inicialmente lo vigilamos muy de cerca para detectar cualquier problema que pueda surgir y le vemos como un par de veces por semana durante el primer mes. Y ahora estamos en ese proceso de ver de forma muy frecuente al paciente e ir controlando cómo están sus analíticas. Le vamos modificando la medicación y vamos viendo globalmente un poquito como está todo.
-Comentaba que éste ha sido el primero de los muchos trasplantes renales que se ejecutarán en el Hospital General de Castelló. ¿Cuándo será el próximo?
-Esto es un poco irregular porque dependemos de que existan donantes. De hecho, hemos tenido la oportunidad de hacer algún trasplante desde el primero que hemos hecho y por diferentes motivos no se ha podido llevar a cabo, porque el donante no era idóneo o porque el receptor no era el adecuado para ese donante.
"En los próximos meses habremos realizado ya seis o siete trasplantes renales"
O sea que es difícil prever una fecha concreta, pero en un plazo de pocos meses, estamos hablando de dos, tres, cuatro meses... casi seguro que cinco, seis o siete trasplantes más habríamos hecho.
-La provincia de Castellón se encuentra entre las provincias de España con mayor índice de donantes de órganos. Ya lo era incluso antes de que la Unidad de Trasplantes estuviera en marcha...
-Sí y eso nos facilita mucho el trabajo. El Hospital General de Castelló está muy implicado en el tema de la donación y también la promueve mucho. Los compañeros de la coordinación de trasplante trabajan muchísimo para detectar posibles donantes y que se puedan llevar a cabo las intervenciones. Esto se viene haciendo ya muy bien desde hace un tiempo largo y ellos son un personal muy competente en este sentido. Y ahora el hecho de que ese esfuerzo y ese trabajo que hacen para detectar los donantes y generar los donantes se pueda aprovechar en el propio hospital y para los propios pacientes de la provincia, pues yo creo que es un dato para alegrarse muchísimo.
Y en realidad nos han puesto las cosas muy fáciles los compañeros, porque llegamos aquí con una lista de espera que vamos creando sabiendo que vamos a tener órganos suficientes como para proveer esa lista de espera gracias al trabajo que se ha hecho previamente y que se continúa haciendo ahora. Entonces, claro, es un motivo de alegría sobre todo en el sentido de aprovechar el trabajo para los pacientes de la provincia de Castellón que lo necesitan y que no tengan que ir a otro sitio a hacerse el trasplante.