Hoy es 6 de octubre
VALÈNCIA. Sin tiempo de celebrar para los ganadores ni de lamerse las heridas para los perdedores. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció este lunes el adelanto de las elecciones generales para el próximo 23 de julio. Una decisión adoptada de forma inmediata tras la debacle de su partido, el PSOE, en las elecciones autonómicas y locales celebradas este domingo.
Una maniobra que descolocó a gran parte de las formaciones políticas implicadas, incluida a la federación socialista valenciana, y que cambia sustancialmente el escenario previsto para las próximas semanas en la Comunitat, donde se ha producido un vuelco institucional de gran calibre a favor del Partido Popular liderado por Carlos Mazón.
Sánchez justificó la medida apoyándose en los resultados obtenidos en la cita con las urnas de este domingo. "Como presidente del Gobierno y también como secretario general del Partido Socialista, asumo en primera persona los resultados y creo necesario dar una respuesta y someter nuestro mandato democrático a la voluntad popular", manifestó el presidente.
Fuentes del PSPV consultadas por este diario analizaban la decisión adoptada por el líder socialista, que calificaban como un "acierto" por diversas causas, empezando por desviar la atención de la jornada celebración general del PP tras su victoria en las urnas. Al margen de este beneficio cortoplacista, entre las causas que mencionaban los socialistas se encuentran el planteamiento de unas elecciones donde apelar al "voto útil" frente a la avance de la derecha. Sobre esto, Sánchez podría aprovechar el mal resultado de Podemos-IU para tratar de concentrar el voto de la izquierda en torno a las siglas del PSOE, si bien aquí se estima que será clave el papel de la plataforma Sumar liderada por Yolanda Díaz. Además, las citadas fuentes opinaron que, tras el mal resultado de este domingo para los socialistas, una espera de casi seis meses "sólo serviría para desgastar al Gobierno desde los ejecutivos autonómicos del PP y para que surgiera más cuestionamiento interno" hacia la figura del presidente desde la propia formación socialista.
En esta línea, los dirigentes del PSPV preguntados también consideraron que, a pesar de esta convocatoria inmediata, la cristalización de empezar a ver en proceso de constitución gobiernos del PP con Vox, puede contribuir a movilizar electorado de izquierdas que se haya quedado en casa en las autonómicas y locales.
Al margen de esta visión sobre el adelanto de Sánchez, una de las cuestiones que se desliza de esta convocatoria exprés del líder socialista es que enfría a corto plazo la guerra prevista en la federación valenciana. Las elecciones generales para dentro de menos de dos meses obliga a aparcar un escenario de guerra abierta, al igual que también frenaría, así opinan altos cargos socialistas, una inminente salida de la primera línea del todavía presidente y secretario general del PSPV, Ximo Puig, quien a priori deberá conducir el barco al menos hasta el 23J.
Bien es cierto que diversas fuentes apuntan a que existen serias dudas de que el jefe del Consell recoja su acto de diputado y se sitúe como jefe de la oposición para el futuro discurso de investidura de Mazón cuando reúna los apoyos necesarios. Algunas voces creen que Puig no será diputado y podría mantenerse únicamente como secretario general del PSPV hasta que pueda convertirse en senador territorial cuando Les Corts estén constituidas y así lo determinen.
En esa hipotética hoja de ruta, el líder de los socialistas valencianos ostentaría su cargo de máximo responsable orgánico hasta que pasen las elecciones generales y el probable congreso extraordinario del PSPV que se convocaría después del verano (posiblemente precedido por el cónclave federal que también se celebre si no hay un buen resultados en las elecciones).
Unas posibilidades que, a día de hoy, solo tienen categoría de especulación, dado que desde el entorno de Puig aseguraban este lunes desconocer los planes del presidente más allá de la Comisión Ejecutiva Nacional del PSPV prevista para este martes. Ahora bien, la convocatoria de las generales, y en esto coinciden todas las fuentes consultadas, provocará que los movimientos en la carrera de sucesión de Puig se ralenticen o, al menos, se produzcan por debajo del radar, más allá de algún intento de maniobra relacionado con la confección de las listas al Congreso.
Si el anuncio de Sánchez puede contribuir a bajar las pulsaciones en el conflicto interno del PSPV que se acerca, provocó en cambio otra convulsión en la izquierda. Desde la publicación de los comicios generales, se abre un plazo de 10 días para el registro de las coaliciones, que en función de la publicación de la cita electoral en el Boletín Oficial del Estado (BOE) podría ser el 8 o 9 de junio.
Una circunstancia que obliga a clarificar las alianzas en partidos como Compromís, Podem, EU y Sumar, la plataforma de Yolanda Díaz. El anuncio de Sánchez no agradó en líneas generales en las formaciones de izquierdas que, además, deben gestionar estos pactos. El coportavoz de Compromís Alberto Ibáñez garantizó que la coalición valencianista afrontará las elecciones generales anticipadas del 23 de julio con la voluntad de "dar una alternativa solvente, creíble, transformadora y que genere esperanza" para "no caer en el viejo bipartidismo", si bien admitió el "agotamiento" del electorado que acaba de participar en los comicios del domingo. Desde Podem, por su parte, lamentaron que la convocatoria exprés de Sánchez no permitía "mucho tiempo para la reflexión.