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El concejal de Cementerios de València se plantea pedir un cambio en la norma estatal

La Generalitat apoya el veto en los entierros a hijos de los fallecidos: "Es por la salud de todos"

Foto: EFE/BIEL ALIÑO
8/04/2020 - 

VALÈNCIA. La Generalitat valenciana aprueba las restricciones a la presencia de familiares en entierros, que una orden del Ministerio de Sanidad ha limitado a tres personas, lo que se traduce en que, a veces, hijos de fallecidos no pueden asistir al sepelio. Así se deduce de la respuesta de la consellera de Sanidad Universal, Ana Barceló, a preguntas de Valencia Plaza. Fue este martes, día en que este periódico publicó un reportaje sobre los problemas que las restricciones que marca el protocolo están provocando para algunas familias que acuden a enterrar a sus seres queridos.

"No nos han llegado quejas, existen unos protocolos dictados por el Ministerio de Sanidad sobre enterramientos y de la propia conselleria que permitían la asistencia siempre que fuera a un familiar en primer grado, y no hemos recibido quejas", manifestó Barceló. A la pregunta de si no considera excesivas las restricciones, la consellera respondió: "El ministerio está velando por la salud de todos; por tanto, si ha marcado esta guía, estas directrices y este protocolo es a lo que tenemos que someternos".


La normativa estatal solo permite que acudan al sepelio tres familiares o allegados más una cuarta persona siempre que sea un sacerdote o persona asimilada de otra confesión para la práctica de los ritos funerarios de despedida. Esta restricción está provocando que las familias con cónyuge y más de dos hijos tengan que decidir cuál de los hermanos se queda en la calle. Un momento de emoción y tensión que ha provocado enfrentamientos con el personal del cementerio encargado de hacer cumplir la norma. 

Ana Barceló. Foto: GVA

Ejemplo de ello fueron las exequias de Enrique Gil, fallecido de cáncer que dejaba mujer y tres hijos, uno de los cuales se tuvo que quedar fuera del cementerio mientras enterraban a su padre. Lo mismo ocurrió en el siguiente sepelio, al que acudieron la viuda y las tres hijas del finado. Una de ellas no pudo dar el último adiós a su padre.

Raúl Gil, el hijo de Enrique que no pudo acceder al camposanto, envió el lunes una carta de protesta al alcalde de València, Joan Ribó, en la que denunciaba un supuesto incumplimiento de la normativa, ya que no le dejaron acceder como "persona asimilada para la práctica de ritos funerarios", derecho que reclamaba por ser España un Estado aconfesional. Denunciaba también el trato recibido, que calificó de "inhumano". 

Los empleados de la contrata municipal lo niegan, según el concejal de Cementerios del Ayuntamiento de València, Alejandro Ramón, pero la periodista y la fotógrafa de Valencia Plaza que estaban presentes lo corroboran.

Una propuesta "racional"

La misiva contenía también una petición al alcalde: que solicite "de forma urgente" al Ministerio de Sanidad una modificación de la norma para que el límite en los entierros de las próximas personas que fallezcan no sea de tres personas sino de los familiares de primer grado, es decir, cónyuge, hijos y, en su caso, padres del muerto.

La familia de Enrique Gil, sin su hijo, entra en el cementerio. Foto: EVA MÁÑEZ

Alejandro Ramón no ve con malos ojos plantearle al Ministerio de Sanidad un cambio en la normativa sobre enterramientos. Valencia Plaza se puso en contacto con el edil para saber su opinión. Si bien al principio defendió a los empleados del cementerio –"tengo una orden del Ministerio de Sanidad que me dice que entren tres, y no puedo hacer nada más"– y reconoció que poner un límite siempre causará problemas –"si dices que sean cuatro, ¿qué pasa con las familias que son cinco hermanos?"–, admitió que la propuesta de Raúl Gil, que conoció por este periódico porque la carta aún no le ha llegado, es "racional".

Sobre la petición de que se traslade al ministerio afirmó: "Que sean los familiares de primera consanguinidad me parece una propuesta racional, que se puede estudiar y elevar al ministerio la solicitud. Pero no es una decisión que pueda tomar de manera unilateral, hay que consensuarlo, proponerlo al resto del equipo de Gobierno. No lo descarto, pero tampoco digo que se vaya hacer".

Sobre la queja de Raúl Gil por el trato recibido, el concejal afirmó que cuando llegue se responderá. En cualquier caso, tras leer el reportaje en este periódico ya se puso en contacto con la contrata del cementerio. "Les he dicho que confío en su experiencia, pero les he pedido que extremen las precauciones para evitar contagios y que extremen también la sensibilidad para tratar estos casos. Y me han dicho que esa es la perspectiva desde la que se está trabajando", explicó.

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