VALÈNCIA. El resultado presupuestario que tuvo la Generalitat Valenciana en 2021 podría haber sido menos malo del que finalmente quedó reflejado en sus cuentas si se hubiese atenido a la ortodoxia contable. En concreto, el Gobierno valenciano podría haber proyectado una cifra que, a pesar de seguir siendo negativa, lo habría sido en 690 millones de euros menos de la que finalmente resultó.
Así se desprende del informe anual sobre la Cuenta General de la Generalitat hecho público este viernes por la Sindicatura de Comptes. El organismo que dirige Vicent Cucarella señala que el resultado presupuestario, la diferencia entre los ingresos (17.578 millones de euros) y los gastos (19.732 millones) dieron un saldo negativo de 2.153 millones de euros. La cifra, sin embargo, según el informe del órgano fiscalizador, pudo mejorarse en casi 700 millones si el Botànic no hubiera incurrido en un error contable.
El fallo radica en que la Conselleria de Hacienda no incluyó todos los fondos MRR –el dinero procedente de Europa destinado a la recuperación de la Comunitat Valenciana tras la pandemia de covid-19– en el apartado de ingresos de la Comunitat Valenciana.
La Generalitat, según recuerda el informe de la Sindicatura, tenía asignados para el ejercicio 2021 un total de 772,2 millones de euros. Sin embargo, el 31 de diciembre del año pasado únicamente se habían contabilizado "derechos en los capítulos 4 y 7 del presupuesto de ingresos por un importe de 82,1 millones de euros". El resto, 689,8 millones de euros, "se registraron como cobros pendientes de aplicación para su imputación al presupuesto del ejercicio 2022".
El órgano fiscalizador subraya que estos fondos deberían haberse contabilizado íntegramente en el presupuesto de ingresos como derechos liquidados, tal y como recoge el Plan General de Contabilidad Pública. Pero al no haberlo hecho, "los derechos liquidados del ejercicio 2021 se encuentran infravalorados en 689,8 millones de euros, con el consiguiente efecto en el resultado presupuestario del ejercicio, que debe aumentarse en dicho importe".
Si el Consell sí hubiera contabilizado estos casi 700 millones, de hecho, podría haber reducido el resultado negativo de 2.153,7 millones a 1.463,9 millones de euros, la cifra más baja desde antes de 2009.
Siguiendo la misma lógica, la Sindicatura señala que "por lo que respecta al remanente de tesorería, debe aumentar en 689,8 millones de euros al minorarse los cobros pendientes de aplicación, si bien el remanente de tesorería no afectado permanece igual al incrementarse el exceso de financiación afectada".
Dado que el resultado presupuestario de 2021 no se ha modificado a pesar de las objeciones del Síndic, es previsible que en el informe de dentro de un año, relativo al ejercicio 2022, haga constar que al resultado presupuestario está sobrevalorado en 689,8 millones que deberían haber sido contabilizados el año anterior.