VALÈNCIA. El Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de València ha detectado una bajada media del precio del alquiler en la ciudad de València debido al importante aumento de la oferta de viviendas. Este descenso ha llegado a alcanzar incluso el 15% en algunas zonas de la ciudad. Los efectos de la crisis del coronavirus también se han dejado notar en el mercado del alquiler, ya que una parte importante de los pisos dedicados al alquiler vacacional se han pasado al alquiler tradicional.
“De hecho, en algún momento se ha llegado a doblar la oferta de viviendas de alquiler respecto al inicio de la pandemia. Ahora se ha absorbido parte de esa oferta y estamos en un 75% más de oferta respecto a marzo”, explica Vicente Díez, portavoz del Colegio API de Valencia.
Las causas de esta situación son el paso de viviendas desde el mercado de alquiler vacacional y el importante descenso de estudiantes Erasmus, trabajadores y extranjeros que alquilaban para pasar temporadas en la ciudad. La caída del turismo es el principal factor que explica la situación, por lo que es la zona de Ciutat Vella donde se ha producido el mayor incremento de la oferta de alquiler. “El ajuste fuerte ya se ha producido, por lo que a corto y medio plazo puede haber pequeños descensos de precio, pero no nuevas caídas bruscas”, vaticina Díez.
Además, deja claro que en marzo se partía de una situación de escasez alarmante de viviendas para alquilar, por lo que ahora el mercado no se ha inundado, sino que la situación se ha normalizado. Además, la incertidumbre económica ocasionada por la crisis sanitaria ha provocado que muchos propietarios e inquilinos estén renegociando los contratos de alquiler, para ajustarse a las necesidades de muchas personas que han perdido trabajo o están en un ERTE.
Ayudas al alquiler
El Colegio API también creer que es mejorable la propuesta que acaba de presentar el Ayuntamiento de Valencia para incentivar la puesta en alquiler de las 50.000 viviendas vacías que existen en la ciudad. “Se trata de una iniciativa interesante, pero con una dotación muy escasa, apenas 500.000 euros cuando el proyecto contempla ayudas para mejorar las viviendas que lleven más de un año vacías de hasta 20.000 euros. Esto daría para apenas 25 viviendas, con lo que no se soluciona nada. Entendemos que hay que buscar unos mecanismos para ver a quién corresponden las ayudas, no para el primero que llegue”, afirma Díez.