VALÈNCIA. À Punt acogió este jueves el último debate de candidatos de la campaña de las elecciones autonómicas en la Comunitat Valenciana en el que participaron los cabezas de lista de los partidos con representación en Les Corts: Ximo Puig (PSPV), Carlos Mazón (PPCV), Mamen Peris (Ciudadanos), Joan Baldoví (Compromís), Carlos Flores (Vox) y Héctor Illueca (Podem-EU). Una cita intensa que, aunque se saldó sin grandes exabruptos entre los protagonistas, evidenció los nervios que presiden la recta final de la campaña y la igualdad que muestran los sondeos entre bloques de izquierda y derecha.
Así, el debate, dividido en cuatro bloques y un minuto de oro, se diferenció en dos fases muy claras: una primera parte en la que Mazón se mostró vehemente y ofensivo frente a un Puig casi sorprendido por el bombardeo constante de cifras e interpelaciones, frente a un segundo tiempo donde las fuerzas se equilibraron con el protagonismo principalmente adquirido por Peris e Illueca, que desviaron la presión sobre el presidente evitando así un 'cara a cara' entre los candidatos de PP y PSPV, lo cual benefició al presidente de la Generalitat, que pudo navegar mejor en la recta final del debate.
Así, en los dos bloques iniciales, cuando se abordaron las cuestiones de economía y bienestar social, se vio a un Carlos Mazón muy incisivo, que se lanzó desde el inicio a presionar a Puig con sus propuestas de rebaja fiscal y críticas sobre la deuda valenciana (55.000 millones), además de uno de sus mantras de la campaña: la "excesiva grasa" que a su juicio existe en la Administración. El presidente de la Generalitat trató de vender sus hitos de gestión como la llegada de la gigafactoría de Volkswagen o el incremento de 450.000 nuevos empleos desde 2015, pero Mazón se mostró especialmente prolífico a la hora de mencionar toda suerte de datos y cifras para poner en un brete a Puig: 3.800 millones de euros dedicados al sector público, número de asesores, altos cargos... el líder del PP acorraló al jefe del Consell en modo acoso y derribo.
Puig trató de escudarse en el pasado del PP afirmando que Mazón carecía de "credibilidad". "Usted no se tropieza con una verdad ni por casualidad", afirmó, al verse sobrepasado por el aluvión de cifras del líder del PP que, en esta fase, pareció más preparado para la cita que su rival. "Usted es el que más cobra de todos los que estamos aquí, empiece por bajarse el sueldo", llegó a decirle Puig en referencia al salario de Mazón en la Diputación de Alicante, para intentar librarse de la presión del líder popular.
También al inicio, el candidato de Podem-EU, Héctor Illueca, comenzó a dejar destellos de calidad para frenar a Mazón y hacerse un hueco en debate. Tan pronto el líder del PP criticó de salida no haber podido celebrar más debates, Illueca saltó para congratularse de que se pudiera hacer el de À Punt, dado que el PP "cerró Canal 9" y comenzó, también casi desde el principio, a insistir en el concepto "fuerzas unificadas de la derecha" que ya utilizó con éxito en otros debates. El candidato de Podem-EU se centró además en amarrar a su electorado con continuas propuestas de empresas públicas que viene reiterando estas semanas (gran supermercado público, agencia de la energía o farmacéutica) y fuertes críticas a los grandes empresarios.
Por su parte, el candidato de Compromís, Joan Baldoví, no terminó de encontrar su sitio a lo largo del debate y combinó acertadas reflexiones con intervenciones muy poco efectivas. La sensación que dejó el cabeza de lista de la coalición valencianista es que disponía de más y mejores argumentos para distinguirse en el debate pero no terminó de aterrizarlos en la manera y momento adecuados. Fue el primero en sacar a colación la necesidad de la reforma del sistema de financiación autonómica pendiente de remodelación desde 2014, pero Flores (Vox) y Peris (Cs) le estaban esperando. "Usted ha sido el voto más barato para Pedro Sánchez", le acusó el candidato de Vox, mientras que la de Ciudadanos mostró una camiseta con una foto de Baldoví y el líder del PSOE con el mensaje: "Marioneta de Sánchez. Voto a fondo perdido".
Mazón siguió a lo suyo, reivindicando la bajada de impuestos y acusando a Puig de de vivir en "ensoñaciones". Baldoví le echó un capote certero a su socio del Botànic preguntándole al candidato del PP de dónde pensaba recortar. "Sus medidas fiscales significarán 1.750 millones de euros menos de ingresos. ¿Quitará los libros gratis en las escuelas? ¿Es usted 'magia Borras'? No, usted es un político del PP que le perdonará más dinero a los ricos", sentenció.
La tónica no cambió demasiado en el bloque de dedicado a las políticas de bienestar. Puig enumeró alguno de los logros como los 15.000 profesores más en el sistema educativo y los 16.000 profesionales más en el ámbito de la sanidad, o el reciente anuncio de que las familias con dos hijos pasarán a ser numerosas. No obstante, Mazón contraatacó con veneno enumerando distintas cifras de espera en diferentes especialidades y hospitales de toda la Comunitat Valenciana y puntualizando que eran datos de la propia Generalitat. "Es usted el campeón de las listas de espera", apostilló.
Illueca emergió de nuevo al rescate. "Usted tiene la cara de cemento armado después de que su partido troceara la sanidad pública para dársela a sus amigos", dijo, en lo que fue uno de los momentos de tensión del debate. En este punto, Baldoví comparó cifras valencianas con la Comunidad de Madrid de "su jefa Díaz Ayuso", en referencia a Mazón. Una referencia a comunidades autónomas gobernadas por el PP que también utilizó Puig en momentos del debate: curiosamente, tras criticar a Mazón por sus intentos de "españolizar" la campaña, los principales socios del Botànic recurrían a la esfera nacional para articular su defensa.
En este bloque, Peris (Cs) protagonizó una sentida defensa respecto a la necesidad de destinar más recursos para la salud mental, mientras que Flores (Vox) criticó las políticas de inmigración y lo relacionó con la seguridad: "Los barrios valencianos están más comprometidos y son más peligrosos ahora".
Superado el ecuador del debate, llegó el momento de hablar de medio ambiente. Aquí el candidato de Vox criticó a "los apóstoles del globalismo y del cambio climático". Mientras Mazón trató de seguir su estrategia de presión sobre Puig preguntándole por promesas como número de árboles plantados y otras cuestiones relacionadas con la sostenibilidad, el presidente de la Generalitat prefirió atacar por el flanco de Vox preguntándose si la alternativa de gobierno era "negacionista" del cambio climático. Puig consiguió, en uno de los pocos momentos de la noche en el que contraatacó con cifras, recordar que Mazón llegó a prometer 200.000 viviendas para jóvenes en su etapa como alto cargo del PP en el Consell de Zaplana.
Los socios del Botànic fueron al cruce. Baldoví preguntó a Mazón si pensaba gobernar con Vox y Mazón trató de regresar al medio ambiente, criticando la situación de las playas alicantinas y poniendo sobre la mesa el tema del agua, criticando a Puig por no haber querido reunirse con él para luchar conjuntamente contra la merma del trasvase Tajo-Segura. "Sánchez nos ningunea y usted no hace nada", sentenció, si bien aquí encontró a un Puig más vivo en la réplica: "Ustedes siempre usan el agua como confrontación y la realidad es que no trajeron ni una sola gota de agua cuando gobernaron. Nosotros vamos a conseguir agua para siempre".
En este punto, Mamen Peris, una de las animadoras del debate, pidió una posición clara sobre la ampliación del Puerto de Valencia, que su partido respalda. Aquí Illueca no tuvo reparos en oponerse y aprovechó para lanzar un dardo al PSPV de Puig por su posición favorable, si bien el presidente no quiso entrar a la confrontación con su socio. Baldoví, por su parte, consiguió colar en los últimos segundos una propuesta de transporte público gratuito "para siempre" entre los jóvenes, que hubiera merecido más espacio.
El último bloque sobre retos de futuro se volvió más dispar, con los distintos candidatos barriendo para casa. Puig inició con un alegato sobre la violencia machista; mientras Flores (Vox) disparó hacia todos los lados: delincuencia, ley del sí es sí, requisito lingüístico... Baldoví e Illueca volvieron a exigirle una respuesta a Mazón sobre si pactará o no con Vox, e incluso el propio Flores llegó a reclamárselo. Mazón, trató de recuperar la iniciativa mostrando el "tren del infierno" (el convoy de Bejís que se vio atrapado en un incendio este verano), y le recordó a Puig sus promesas incumplidas sobre la puesta en marcha del Corredor Mediterráneo o del AVE regional.
Flores trató de sacar de pecho señalando que su grupo había sido el único que se había quedado fuera del "trapicheo" de los partidos en Les Corts por el reparto de los órganos consultivos. Pero Mamen Peris le cortó las alas recordándole que él había formado parte del Consejo de Transparencia a propuesta del PP durante la legislatura. La candidata de Ciudadanos, en este bloque, tomó la palabra para rechazar la violencia machista y señalar que su partido no aceptaba que hubiera un candidato condenado por esto en el debate. Un ataque directo Flores Juberías, que fue condenado en 2002 por maltrato psicológico a su exmujer. "Los hematomas al final se curan, pero el daño irreversible es el daño psíquico. No quiero dar ni un paso atrás en violencia machista. ¿Señor Mazón, va a pactar con Vox? Yo estoy con las víctimas, ni un paso atrás, ¿y usted?", preguntó.
En la última intervención de los candidatos para solicitar el voto ante la cámara, Mazón se presentó como la "única opción de cambio" frente a la "propaganda de los que no han hecho nada en ocho años" y que, según añadió, ofrecen "un aval en blanco a Pedro Sánchez".
Flores (Vox) optó por la victimización de su partido. "Hemos sido ignorados, perseguidos y marginados. Rasgan nuestros carteles en la calle, pero Vox ya no va a ser silenciado y será determinante en el futuro de la Comunitat Valenciana", aseguró.
Baldoví (Compromís) puso en valor "haber recuperado la dignidad" y pidió el voto para un partido "de aquí, que conoce nuestros problemas y con un equipo de casa. El mejor presidente es el que no recibe órdenes de Madrid", concluyó.
Puig se inclinó por la emotividad. Recordó la pandemia atravesada en esta legislatura y agradeció a los valencianos "su ayuda para poder salvar vidas". "Podemos volver al pasado de la Comunitat o mirar juntos al futuro. Habrá dificultades pero podemos conseguirlo", proclamó.
Peris (Cs) apeló al centro político. "No quiero un gobierno del PP con Vox ni un tercer Botànic que será cada vez más sectario. Nosotros te protegeremos de la izquierda y de la derecha", afirmó.
Illueca (Podem-EU) pidió el apoyo de la ciudadanía para responder "a esas grandes empresas a las que les gustaría volver al bipartidismo", para asegurar que la "gran ventaja" es que a los grandes empresarios "sólo les dan una papeleta para votar y nosotros somos más".