VALÈNCIA. La mesa de contratación del concurso de la Generalitat para contratar el servicio de aviones destinados a la extinción de incendios forestales en la Comunitat Valenciana ha propuesto adjudicar los lotes A y B a la empresa Planificación y Soluciones Aéreas (Plysa), propiedad de los dueños de Air Nostrum, por 2,2 y 2,46 millones de euros, respectivamente. El tercero de los lotes irá a parar, cuando se produzca la adjudicación, a Martínez Ridao Aviación por 3,37 millones.
La mesa de contratación decidió la exclusión de la oferta presentada por Titan Firefighting Company, por lo que Plysa quedó como única propuesta para el lote A. En el lote B Plysa se impuso con claridad a Martínez Ridao Aviación y en el C ocurre lo mismo a la inversa.
El concurso es para dos años a partir de la firma del contrato. La previsión de la Agencia de Seguridad y Respuesta a las Emergencias (AVSRE) era que entrara en vigor el 1 de noviembre de 2022, pero, dado que se ha retrasado la adjudicación, se prolongará hasta principios de 2025.
Se resuelve así el segundo concurso convocado por la AVSRE después de que el primero fuera anulado por la propia agencia que dirige José María Ángel tras un recurso de Plysa que el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales (TARC) estimó parcialmente. La empresa constituida por los socios de Air Nostrum para la extinción de incendios pedía la anulación del pliego por favorecer supuestamente al prestatario actual del servicio.
Según la empresa recurrente, ese pliego estaría hecho a medida de las empresas del conocido como cártel del fuego, la trama de compañías investigadas por amaño de los contratos públicos de extinción de incendios forestales, a las que se les otorgaba una "radical ventaja" con esos pliegos. Se trata de la UTE formada por las empresas Martínez Ridao y Faasa, rebautizada como Pegasus, que en 2017 tomaron el relevo de Avialsa como adjudicatarias del contrato de extinción de incendios en la Comunitat Valenciana. Esta UTE adquirió los aviones la empresa de Vicente Huerta cuando estalló caso Avialsa.
Los medios aéreos contratados en esta nueva licitación son siete aviones de carga en tierra con capacidad de lanzamiento de agua. Estos podrán ser destinados también a cualquier otro servicio en materia de emergencias y protección civil, como incendios de vegetación no forestal o búsqueda de manchas contaminantes. Su utilización preferente, no obstante, será en la lucha contra los incendios forestales al tener una gran efectividad en el empleo de retardantes de largo plazo, según explicó la Generalitat el pasado mes de agosto.