VALÈNCIA. A principios de este mes de marzo los ayuntamientos de Sagunt y Canet d'en Berenguer recibían al fin una respuesta tras meses de exigencias: la aprobación de un contrato de emergencia de 600.000 euros para actuar en sus playas, perjudicadas por la erosión. Lo que parecía una luz en medio del caos más absoluto ha acabado siendo una medida "insuficiente", o al menos así lo consideran los municipios afectados.
Estas dos localidades de la comarca del Camp de Morvedre se enfrentan a un grave problema que vive toda la costa valenciana y se extiende al territorio nacional. La continua pérdida de arena provoca que las olas se acerquen con fuerza a los edificios en primera línea y a los paseos marítimos; una situación que ha empeorado por los efectos de la crisis climática y la acción humana en la naturaleza.
Por este motivo, ambos consistorios junto con asociaciones vecinales han invertido su energía en manifestaciones, mociones y todo tipo de actos reivindicativos con el fin de ser escuchados. De hecho, fue en la última concentración en la Demarcación de Costas de València donde les avanzaron la creación del nuevo contrato, del que ahora han podido conocer las condiciones.
En concreto, en la playa del Port de Sagunt se extraerá arena para destinarla a la playa Malvarrosa. En segundo lugar, en la playa de Corinto se retirará grava que irá destinada a la playa del Grau Vell, se eliminarán escarpes, se perfilará la playa y se limitará la anchura. Finalmente, la playa de l'Almardà también destinará parte de su grava a la playa del Grau Vell, a la vez que se contempla la eliminación de escarpes, el perfilado de la playa y la limitada en la anchura.
En la otra cara de la moneda, para la playa Malvarrosa se prevén aportes de arena de cantera y de la playa de Port de Sagunt, así como la eliminación de escarpes, mientras que la playa del Grau Vell recibirá la grava de Corinto y l'Almardà, con el fin de proteger la marjal dels Moros y reducir el problema de escasez de sedimentos.
En definitiva, destaca un significativo trasvase de arena y de grava de unas playas a otras que no ha gustado ni al Ayuntamiento ni a la ciudadanía. Para evitarlo, el Consistorio ha elaborado un informe en el que muestra su desacuerdo con la retirada de cualquier tipo de sedimentos de las Playas del Port de Sagunt, Almardà y Corinto, aunque manifiesta que el resto de acciones propuestas sí son adecuadas.
Amparo Peris, presidenta de la Asociación Vecinal de las Playas Almardà, Corinto y Malvarrosa, expresa: "Las acciones propuestas por la Demarcación de Costas de Valencia son un parche, pues no atacan el fondo del problema de la tremenda erosión sufrida por estas playas, debida fundamentalmente a las actuaciones realizadas al norte de las mismas".
"Este plan de actuación de urgencia no es más que un plan de transición hasta la llegada del añorado Proyecto Integral de regeneración y estabilización del litoral entre la Gola de Queralt y el Puerto Siles, que se encuentra en paradero desconocido. En consecuencia, y en espera de dicho Proyecto Integral, consideramos que toda actuación tendente a retirar más grava de las playas sería peligrosa, pues las dejaría todavía más desprotegidas", añade.
Asimismo, ha recordado el impacto "negativo" que ocasionó en sus playas la extracción de gravas y arena para llevarla hasta Almenara (Castellón), lugar donde se instalaron los espigones a los que acusan de ser responsables del deterioro de la costa. Según indican, estos objetos retienen los sedimentos e impiden su avance hacia el sur, agravando el problema que afrontan Sagunt y Canet d'en Berenguer.
Por ello, insisten en que hay que estudiar la situación en su conjunto y no como un caso individual, puesto que las actuaciones que se realizan en una playa tienen consecuencias en el resto. También solicitan la restauración del cordón dunar, dañado por el paso de camiones y grúas, un elemento que ha pasado desapercibido en el proyecto y al que califican como "una acción imprescindible".