Solo una cuarta parte de los diputados acuden a Les Corts tras la resaca fallera

VALÈNCIA. Ni rastro quedaba este martes de las fallas que habían ocupado –y cortado– durante días la ciudad de València, ni tampoco de las cenizas en las que se convirtieron este lunes por la noche. Una estampa que indicaba que todo había vuelto a la normalidad, que la fiesta había terminado por completo.

Sin embargo, este martes tenía mucho sabor a lunes. Apenas hacía tres días que Les Corts habían colgado el cartel de "cerrado por vacaciones" después de una suma de semanas intensas en la Cámara valenciana en la que los plenos se celebraban a razón de uno por semana.

Así, este 20 de marzo el edificio de los grupos parlamentarios –donde tienen los despachos los diputados de cada formación política– no llenó su aforo. Tan solo 26 parlamentarios se desplazaron a la Cámara Baja valenciana. La mayoría de ellos porque, conviene apuntar, estaban obligados a acudir a la única convocatoria del día. La comisión de Educación y Cultura recibía a 10 comparecientes para iniciar la fase de participación ciudadana del Proyecto de Ley de Mecenazgo Cultural, Científico y Deportivo no profesional. El resto, presuntamente, decidió trabajar desde casa. Y todo pese a haber librado también el viernes pasado. 

Aunque el pasado viernes fue jornada laborable, los servicios de la Cámara dieron el día libre a los funcionarios, y los parlamentarios se sumaron a este improvisado festivo. No obstante, podían haber acudido porque el edificio de grupos parlamentarios y el de Palau dels Borja -donde se encuentra el hemiciclo y la mayoría del personal funcionarial- están separados y, por tanto, no había inconveniente en acudir porque las instalaciones iban a estar abiertas. Incluso el servicio de registro estuvo habilitado hasta mediodía. 

La escasa actividad de este martes, no obstante, no fue cosa exclusiva de los diputados. Tampoco los miembros del Gobierno valenciano tenían una apretada agenda de actos este martes. Solo la consellera de Infraestructuras, María José Salvador, tenía un evento público: la presentación del Plan de Intervención Integral Sostenible de Vivienda de Vall d'Uixó.

Del resto del Ejecutivo valenciano, ni el president de la Generalitat, Ximo Puig -que viajó a Bruselas para algunas citas-, ni la vicepresidenta, Mónica Oltra, tenían marcado en la agenda de GVA Oberta cita alguna. Tampoco tenían previsto ningún acto la responsable de Sanidad, Carmen Montón, la de Justicia y Función Pública, Gabriela Bravo, ni el conseller de Transparencia, Manuel Alcaraz.

Por su parte, el conseller de Educación, Vicent Marzà, se reunía con el director del Consorci de Museus a las 14 horas; y el responsable de Hacienda, Vicent Soler, se encontraba a primera hora de la mañana con la consellera de Agricultura, Elena Cebrián, quien tenía una agenda más ocupada con un total de tres reuniones –la primera con Soler, seguida de otra con el gerente de la Epsar y una con su gabinete de la conselleria- tan solo interrumpidas para realizar una entrevista a mediodía con un medio de comunicación. El conseller de Economía, Rafa Climent, también acumulaba cuatro actos. Una visita a empresas de Benifairó de la Valldigna tras la que se reuniría con el alcalde en el ayuntamiento del municipio, otra visita a polígonos industriales de Gandia y finalmente a la gala de entrega de premios Castalla Emprende.