VALÈNCIA. Las declaraciones previstas para este viernes en el marco de la pieza del ‘pitufeo’ del caso Taula, que investiga el presunto blanqueo de 50.000 euros en el seno del PP municipal, y que se preveía que pudieran significar un cambio de rumbo en la investigación, han terminado siendo un poco más ligeras de lo que se repevía según las fuentes presenciales.
El exconcejal Alberto Mendoza sí dio la campanada al asegurar que la secretaria del grupo municipal del PP de València, Mari Carmen García-Fuster “sí que trató de devolverle el dinero”, en referencia a los 1.000 euros que previamente le había pedido para la
campaña. Esta declaración ratificaría que sí que hubo, al menos un intento, de blanqueo por parte de García-Fuster.
Mendoza ha declarado que se les podía devolver el dinero porque García-Fuster le contó que “Alfonso Grau iba a colaborar en la campaña”, lo que según las fuentes consultadas significaría que Grau era la persona que llevaba el dinero para las campañas.
Esta afirmación se enlaza con lo declarado previamente por la exasesora Cristina Montalvá que dijo que la persona que se encargaba del dinero de las campañas era la mano derecha de Rita Barberá, y uno de los principales imputados en la causa, Alfonso Grau, hecho negado
tajantemente por Grau.
Pero respecto del tema del presunto blanqueo, Montalvá tan solo afirmó que la cajera del grupo Mari Carmen García-Fuster “nunca trató de devolverle el dinero”, y a este respecto sólo dijo que cuando le pidió los 1.000 euros para la campaña era porque “el grupo no tenía
dinero” y que le dijo que le sabía mal, “y que ojalá se lo pudiera devolver”. La exasesora aseveró que le contestó que “de eso ni hablar”.