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Vicente Terol (CAATIE Valencia): «Nuestros profesionales han podido desarrollar su actividad de forma segura»

18/02/2021 - 

VALÈNCIA. Trabajar en un país confinado no ha sido fácil para todos aquellos profesionales que, entre marzo y abril de 2020, no pararon su actividad. Entre ellos los arquitectos técnicos que contaron el respaldo de su colegio profesional para desarrollar la actividad de forma segura y fiable. «Quisimos que nuestros profesionales pudieran disponer íntegramente de nuestros servicios. Por ello, el colegio emprendió, desde principios de 2020, un plan de emergencia cuando detectamos que la situación podía derivar en lo que finalmente derivó. No fue fácil trabajar en esas circunstancias y necesitaban su colegio en marcha y en pleno funcionamiento. Y así fue», destaca Vicente Terol Orero, presidente del Colegio Oficial de Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de Edificación de Valencia (CAATIE Valencia). 

Así, CAATIE Valencia realizó «un importante esfuerzo de informatización y digitalización» para preservar todos los servicios al colegiado y proporcionar desde asistencia técnica a interpretación de nueva normativa, información, visados, asesoramiento, hasta un programa formativo específico. «Y desde entonces, podemos prestar todos nuestros servicios a distancia si es necesario y continuamos preparados para cualquier otra situación similar, además de haber enriquecido el colegio y sus servicios con nuevos formatos que probablemente se establezcan definitivamente en nuestra sociedad», explica el presidente de la entidad. 

¿Cómo ha afectado la pandemia y la crisis económica a la profesión?

Las consecuencias de la emergencia sanitaria han afectado a todos los sectores. Y también a la arquitectura técnica. Los indicadores de actividad de 2020 se han visto afectados por el confinamiento y la crisis derivada del mismo. Sin embargo, la actividad se ha comportado de forma más sólida de lo que cabía prever en un primer momento y, aunque ha caído, se va recuperando. La edificación de nueva planta continúa por el momento su actividad, la rehabilitación y reforma se han dinamizado y otros servicios profesionales, como proyectos de actividad, están manteniendo un ritmo positivo. 

Al margen de la actual coyuntura, ¿a qué retos se enfrenta la profesión?

La profesión responde al sector en el que desarrolla su actividad y le proporciona asesoramiento técnico, apoyo y herramientas para evolucionar positivamente y afrontar eficazmente sus propios retos. 

Actualmente, los arquitectos técnicos estamos inmersos en la digitalización de proyectos y proceso constructivo, ahondamos en la edificación sostenible, perseguimos el consumo de energía casi nulo y parece que, con el impulso de las ayudas públicas, vamos a poder abordar por fin la rehabilitación energética, tan necesaria en nuestro parque de viviendas existente y con la que llevamos ya insistiendo muchos años. Además de contribuir a la sostenibilidad, supondrá un gran ahorro económico para las familias. 

La seguridad de los edificios antiguos es también un gran reto. Nuestro parque de viviendas existentes es nuestro patrimonio, pero también nuestro hogar y debe estar en las adecuadas condiciones de seguridad. Los informes de evaluación de los edificios deben realizarse sistemáticamente, como la ITV en los vehículos. Es fundamental para determinar su estado pero también para realizar, con la prioridad y orden adecuados, las inversiones necesarias, que pueden ser diferentes a las que las comunidades de propietarios deciden. En este sentido, el asesoramiento de un arquitecto técnico independiente es de gran ayuda en una comunidad.

¿Cuáles son los atribuciones de un profesional de la arquitectura técnica valenciana?

La arquitectura técnica abarca un gran número de actividades. Todas parten de la condición de expertos en edificación que adquirimos los arquitectos técnicos tras nuestra formación académica. Somos expertos en edificios, en sus materiales, sus instalaciones, su comportamiento, su proceso de construcción, sus problemas o patologías y las soluciones a los mismos. La arquitectura técnica es la profesión que hace posible que los edificios pasen del plano a la realidad. 

El arquitecto técnico conoce cada detalle del ciclo de vida completo de los edificios, nuevos o antiguos. En obra nueva dirige la ejecución de la obra. En muchas actuaciones de rehabilitación proyecta y dirige. En reformas de viviendas o locales representa al propietario ante las contratas y aporta su conocimiento técnico: dirige la obra, coordina plazos y trabajos, controla la calidad de la ejecución... En los comercios desarrolla el proyecto necesario para que la actividad pueda comenzar legal y funcionalmente. En comunidades de propietarios, son técnicos de cabecera del edificio y efectúan el Informe de Evaluación del Edificio, obligatorio para los inmuebles de más de 50 años e imprescindible para la prevención, el mantenimiento y la seguridad. También son tasadores, mediadores, peritos… La arquitectura técnica es extensa pero siempre tiene ese denominador común del perfecto conocimiento de los edificios.

¿Cómo van a evolucionar las viviendas en el futuro?

Las viviendas del futuro serán sostenibles, serán eficientes energéticamente, se abrirán al exterior y responderán a los muy diferentes usos que se pueden abordar en ellas. La vivienda, más que nunca, ha adquirido una importancia fundamental en nuestras vidas. 

El colegio cumplía 80 años en 2020, ¿cómo ha cambiado la profesión en estos años?

Ha evolucionado muchísimo desde aquellos años 40. Hemos editado un libro sobre la historia de profesión, que discurre unida a la historia de la edificación valenciana. Se titula ‘Edificando la arquitectura técnica valenciana’ y ha supuesto un exhaustivo trabajo de investigación. En este libro hay multitud de anécdotas de aquellos primeros años en los que se ve esa evolución de la arquitectura técnica. Nuestros aparejadores de los inicios del siglo pasado testeaban la calidad del hormigón golpeando un pilar con un martillo y escuchando su sonido sabían si estaba correctamente ejecutado, los proyectos tenían grandes planos dibujados a plumilla con tinta china que venía en barritas y se reconstituía cada día, los sótanos se vaciaban con carros y caballos, mientras a su alrededor se formaba público apostando por la fuerza de cada caballo… Hay muchas anécdotas que revelan como en cada década se iba evolucionando, pero todas tiene en común una profesión que, con los medios disponibles en cada momento, ha trabajado por la calidad y correcta ejecución de la edificación valenciana. 

   

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