Telas falleras. Foto: KIKE TABERNERVALÈNCIA. El fuego fallero no se prendió este año a escasos cinco días de la chispa, un fuego de la terreta que no se sabe aún si se podrá encender el año que viene. Una 'sofocante' situación dentro del mundo de la tradición de las Fallas que no afecta solo a falleros y falleras, casales y artistas, sino también a todo el Gremio Artesano de Sastres y Modistas de la indumentaria tradicional valenciana que están viendo -y viviendo- como casi una temporada entera de comercio se ha perdido con un número de ventas estimado en cero.
Modistas, proveedores, comerciantes... Profesiones paradas por la crisis sanitaria que buscan una solución que los libre de una posible quiebra y cierre a falta de la confirmación de las fiestas y si la situación no mejora. Es por esta razón que todos los agremiados van a realizar la semana que viene una convocatoria para valorar la situación, proponer soluciones e intentar reactivar el negocio, como explica a Valencia Plaza el Maestro Mayor del gremio, Fran Tochena.
Todo ello, a causa del vacío que se encuentra uno al entrar a algunas tiendas de indumentaria fallera: no hay casi clientes, pocos encargos, y falta un calendario de eventos que garantice la celebración de las Fallas en el 2021. Un beneficio "nulo" que origina que estos comercios de toda la vida "se puedan ver en la tesitura de tener que cerrar sus negocios al estar un año sin trabajo y con los mismos gastos de siempre", según subraya Tochena.
En esta línea, aunque algunos de los negocios se hayan "agarrado" a un ICO -financiación que ayuda a los autónomos, empresas u organizaciones a impulsar negocios mediante financiación-, esta ayuda no basta para mantener la persiana abierta. De hecho, el Maestro Mayor sostiene que los 3.000 o 5.000 euros obtenidos para un año son "insuficientes", a pesar de que "se agradece" el dinero.
Ante esta situación y algunos todavía con trabajadores en el ERTE, artesanos del Gremio destacan a este diario que su principal objetivo mediante la convocatoria de la próxima semana ya no es buscar soluciones económicas, sino poder encontrar la forma de seguir trabajando y que el negocio no se estanque.
Por ejemplo, Álvaro Moliner, dueño de la tienda que lleva su nombre, especifica que la situación en general es "muy grave", ya que su negocio ha caído un 95% en ventas al no haber encargos. "A nosotros, en vez de ayudas económicas, lo que nos gustaría es que se incentivara la compra y que viniera gente. Es muy complicado, pero ahora solo queda apoyar al sector y tirar hacia delante", explica. A su vez, en su comercio se apuesta por la venta de mascarillas confeccionadas con tela fallera para adaptarse a esta nueva normalidad.
Asimismo, Juanjo Prosper, dueño de la tienda Espolín, que llevó su madre, Amparo Gómez, durante 40 años, resalta que este problema "va a ser la quiebra para el sector de la industria textil valenciana y para los fabricantes que van a estar este año y el que viene sin trabajar". Del mismo modo, remarca que el origen del planteamiento de los cierres reside en que las tiendas están completamente "paradas" y en que nadie se va a decidir a hacer un traje si no se sabe con certeza que se celebrarán las Fallas.
"Hemos perdido media temporada y ya casi toda entera... Cuando se inicia la temporada de rebajas es el momento en el que la gente mira más lo que necesita, pero estos meses nada. Si no se le dice a la gente que se puede vestir en Fallas no vamos a vender ni un traje, lo que supone un año sin trabajar y para algunos puede que un endeudamiento en el mejor de los casos, ya que el peor es el cierre", asegura Prosper.
De esta manera, la semana que viene se realizará la reunión del Gremio para poner sobre la mesa las posibles soluciones. No obstante, Fran Tochena afirma que ha intentado ponerse en contacto con el alcalde de València, Joan Ribó, pero que se le informó de que se han suspendido todas sus reuniones de trabajo sin una fecha de reanudación.
Por este motivo, a través del Gremio se realizó una proposición a la delegación de Cultura Festiva del Ayuntamiento de València, dirigida por Carlos Galiana, para poder comentar la problemática. Esta reunión aún no se ha producido y el sector de la indumentaria valenciana se siente "desamparado".
Frente a la incertidumbre de si se celebrarán las Fallas en el 2021, son varias las falleras y falleros que todavía no se deciden sobre si deben realizar sus compras de indumentaria o esperarse hasta tener una confirmación.
Una de ellas es Anabel Soria, Fallera Mayor de la Falla Alameda-Avenida de Francia, quien comentó a este periódico que las dudas no deben hacer que durante este "parón" se "pierda la ilusión" por comprarse algún traje pendiente o alguna parte que se necesite. Todo ello y mostrándose positiva, dado que actualmente hay "buenas ofertas" en las tiendas de indumentaria que pueden ser aprovechadas incluso por las FM siguientes "para que puedan ir planeando su reinado".
Por ejemplo, como fallera mayor a Anabel le gustaría hacerse un traje azul antes de que acabara el 2020. No obstante, aún no se atreve a dar este paso por si al año que viene -en el que sigue reinando- no se pudieran celebrar las fiestas. "Como no sabemos con certeza los actos que se van a poder realizar, no sé aún si me hará falta comprar algo o podré asistir a estos con lo que ya tengo", aclara.
Por otro lado, María Veguer, fallera de la Falla Quart i Palomar, señala que prefiere "no arriesgarse" a comprarse un traje por si al final no se confirmaran las fiestas para el 2021. Del mismo modo, afirma que opta también por esperar debido a la renovación de telas que van realizando las tiendas.
