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VALÈNCIA. Dos tuberías de más de 130 metros de largo cada una y diámetro de casi metro y medio que atraviesan el río Túria. No es un programa de Discovery Max; es una infraestructura que se está instalando en València y que visitó este viernes por la mañana el concejal de Ciclo del Agua del Ayuntamiento de València, Vicent Sarrià. La actuación forma parte del plan de choque de 100 millones de euros destinado a asegurar el suministro de agua al más de millón y medio de personas que residen en el área metropolitana y en la ciudad de València.
Tal como ha explicado el concejal, "las instalaciones mejoran la operatividad y el mantenimiento, son más accesibles, resulta más fácil reparar posibles averías, y son una obra de ingeniería muy potente". La tuneladora completó este jueves la construcción del túnel. Se han realizado dos grandes arquetas a cada lado del río, y este obstáculo natural, que era uno de los más complejos de resolver en esta fase, ya está solucionado..
Para ejecutar las obras se han empleado dos ‘hincas’ con escudo cerrado presurizado bajo el río. Las de los extremos de cada hinca se han llevado a cabo con muros pantalla de 24 metros de profundidad. Por su parte, la profundidad de las arquetas es de 10 y 12 metros bajo el nivel del terreno.
Parte de la complejidad de la obra, explicó Sarrià, se ha debido a la necesidad de garantizar que el túnel se situara a suficiente profundidad para que no afectara al río. El concejal del Ciclo Integral del Agua ha asegurado que "el área metropolitana de València tiene ahora, posiblemente, una de las redes de distribución de agua en alta mejor diseñadas y ejecutadas de toda España".
El próximo mes de julio quedará terminado el tramo II de esta obra, una de las actuaciones de ingeniería hidráulica de mayor envergadura ejecutadas en València y su área metropolitana. La inversión realizada en este punto se sitúa alrededor de los 30 millones de euros, y permite la instalación de unos 7.000 metros de tuberías de acero para un caudal de diseño de 6 metros cúbicos por segundo.
Las obras forman parte del citado plan de choque que, además de asegurar el suministro de agua a la ciudad y su entorno, reportará enormes ventajas desde el punto de vista de la explotación y la seguridad de abastecimiento. Cuando estas obras hayan terminado, se logrará la interconexión de las dos plantas potabilizadoras a partir de las cuales se suministra el agua: las plantas de Manises y de Picassent.
Respecto al sistema de distribución, hasta la fecha, estaba diseñado en forma de árbol; pero ahora se está desarrollando una completa red mallada rodeada de un gran anillo alrededor del área metropolitana. Este cambio permite incrementar de forma notable las garantías y seguridad del suministro. De hecho, la obra se está ejecutando con una doble tubería, interconectadas entre sí, para que pueda ser utilizada de forma independiente en el caso de que se produjera cualquier tipo de incidencia, se podría emplear la otra tubería.
El reacondicionamiento, dada su envergadura, se ha planteado en tres tramos. El primero, entre la planta potabilizadora de La Presa y la conexión con el tubo DN1000 que discurre junto a la carretera CV-370 a la altura del Polígono de La Cova de Manises, está completamente ejecutado.
El segundo tramo, desde el final del tramo I hasta la conexión con Matubo I, junto a la carretera N-220 está en ejecución, y está previsto que sus obras finalicen en julio. El tercer tramo está en la fase de redacción del proyecto de construcción y se están expropiando los terrenos afectados.
La nueva aducción se complementa con la futura ejecución de un nuevo depósito de regulación a cota intermedia en el término municipal de Manises, que permitirá optimizar, desde el punto de vista energético, la operación del sistema de abastecimiento en alta. De esta manera, se reducirá el consumo de energía eléctrica, ya que los suministros que atenderá la citada nueva aducción requerirán una altura inferior de bombeo.