VALÈNCIA (EP). La presidenta del Congreso, la socialista Meritxell Batet, ha confirmado este lunes las fechas del debate de la moción de censura contra Pedro Sánchez que presentó Vox con el economista Ramón Tamames como candidato a presidente del Gobierno: será los días 21 y 22 de marzo.
Así lo ha confirmado la propia Batet en una comparecencia ante los medios de comunicación en la Cámara Baja, tras haber hablado con el candidato, la formación que le presenta y el Gobierno.
Vox registró su moción de censura el pasado 27 de febrero, pero no dio tiempo a que entrase en el orden del día de la Mesa del Congreso del día siguiente y no se dio el visto bueno formal hasta el pasado martes, 7 de marzo, tras comprobar que cumplía los requisitos que establece el Reglamento: llevar la firma de al menos una décima parte del Congreso (35 diputados) y el nombre de un candidato a la Presidencia.
El texto fue remitido al Gobierno y a los portavoces de los grupos parlamentarios para que se dieran por enterados y se abrió un plazo de dos días para la presentación de posibles candidaturas alternativas. Como esta previsto, nadie dio ese paso y, tras el cumplimiento de esa formalidad, la presidenta del Congreso ya podía poner fecha al debate.
Finalmente, Batet lo ha fijado para el martes y miércoles de la semana que viene, justo antes de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez emprenda dos viajes internacionales, a Bruselas (Bélgica) para participar en una reunión el Consejo de la Unión Europea y a Santo Domingo (República Dominicana) para asistir a la Cumbre Iberoamericana. Con la elección de estas fechas, el líder del PSOE podrá ir a ambas citas internacionales presumiendo de haber derrotado otra moción de censura en su contra.
Esta sexta moción de censura de la democracia, la primera con un candidato independiente y la segunda que impulsa Vox esta legislatura, se debatirá 22 días después de registrarse, dentro de los plazos marcados en las mociones precedentes. La anterior, que tuvo como candidato a Abascal, se sustanció 21 días después de su presentación.
La más rápida fue la moción que presentó Pedro Sánchez en mayo de 2018, que tardó una semana escasa en llegar al Pleno, y es que en aquella ocasión el PP optó por precipitar la fecha convencido erróneamente de que, tras aprobar los Presupuestos del Gobierno, la censura del PSOE estaba destinada al fracaso.
Más tiempo se tomó el PP de Mariano Rajoy y Ana Pastor con la moción de censura de Pablo Iglesias, que se registró un 19 de mayo y se debatió el 13 de junio, casi un mes después. La iniciativa de Podemos no tenía opciones de prosperar, pues no la apoyaba ni el PSOE, y el PP no tuvo prisa en debatirla.
La mecánica del debate prevé que el candidato sea presentado ante el Pleno por uno de los diputados firmantes, que en este caso Vox ya ha adelantado que será el propio Abascal. En 2020, él mismo era el candidato y fue presentado por su entonces cabeza de cartel a las elecciones en Cataluña, Ignacio Garriga, el mismo papel que desempeñó el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, en 2018 con Sánchez, y la 'número dos' de Podemos, Irene Montero, con Pablo Iglesias en 2017.
El Gobierno podrá intervenir para dar réplica a Abascal, pero no los demás grupos parlamentarios. Después será el turno del candidato, que tendrá un tiempo ilimitado para exponer su programa de gobierno. Y tras una pausa, será el turno de los grupos parlamentarios, aunque los detalles los fijará este martes la Junta de Portavoces.
Conforme a los usos parlamentarios, el candidato irá debatiendo con el Gobierno, que elige quien le da la réplica, y con los distintos grupos parlamentarios, de menor a mayor número de diputados. Se prevé que cada portavoz tenga un primer turno de 30 minutos y otros 10 para la réplica.
En todo caso, el candidato impone el ritmo y en este caso Ramón Tamames, de 89 años, decidirá cómo responderá a los demás grupos. La previsión es que la votación se producirá al día siguiente, 22 de marzo, y será pública y por llamamiento, con cada diputado poniéndose en pie desde el escaño para manifestar a viva voz el sentido de su voto.
Para prosperar, la moción de censura exige recabar la mayoría absoluta del Congreso (176 votos), un objetivo que se antoja inalcanzable dadas las posiciones expresadas por los grupos en las últimas semanas. Lo que sí se prevé es que tenga menos votos en contra que la que lideró Santiago Abascal, pues esta vez el PP ha decidido abstenerse en lugar de votar No.