El grupo está ejecutando un ERE para 2.935 trabajadores, de los que 2.177 proceden de la red de oficinas y 758 son de servicios centrales y estructuras intermedias.
El grueso de empleados de servicios centrales, estructuras intermedias y centro corporativo dejaron la entidad el pasado 31 de julio, mientras que algunos trabajadores extinguirán sus contratos más adelante por causas organizativas.
De su lado, los trabajadores de la red de oficinas están saliendo progresivamente mes a mes, en función de las oficinas que se van cerrando.
El plan de BBVA contempla el cierre de un total de 480 oficinas. El banco clausuró en julio 172 sucursales y en septiembre cerró otras 90. Según los datos facilitados a Europa Press, a finales del pasado mes de septiembre habían salido aproximadamente 1.700 personas del total de 2.935 afectadas por el despido colectivo.
Este proceso no ha finalizado. En el mes de octubre se cerrarán otras 108 oficinas y las 110 restantes lo harán en noviembre, alcanzando así la cifra de 480 cierres que contempla el plan de ajuste.
Tanto este mes como el próximo se abrirán nuevas ventanas de salida para empleados de BBVA, de una magnitud que todavía no se ha detallado a los representantes laborales. También en este caso es posible que algunas personas dejen la entidad con posterioridad por causas organizativas.
Los empleados que afectados por el ERE podrán incorporarse al plan de recolocación externa concertado con Randstad Outplacement, un programa de un año de duración, ampliable hasta dos años y medio, para recolocar con contratos indefinidos o mediante autoempleo al 100% de los empleados afectados por el ERE que quieran seguir trabajando.