VALÈNCIA. Contracción en el mercado de oficinas en València. La pandemia ha generado importantes cambios a nivel laboral que han tenido su reflejo en la contratación de nuevos espacios de trabajo. Las restricciones de aforo y el teletrabajo han provocado que muchos despachos sigan a día de hoy vacíos o con pocos trabajadores, una situación que ha contraído la contratación de nuevas superficies convencionales, a la esperar de ver cómo evoluciona la crisis sanitaria.
Eso sí, la nueva demanda girará en torno a los coworking, que ganarán cuota de mercado por la flexibilidad que ofrecen en cuanto a espacios y tarifas. Además, muchos autónomos y compañías extranjeras han aprovechado el teletrabajo para instalarse en la ciudad, decantándose por esta opción debido a que no obliga a un contrato de larga duración.
Pese al actual contexto, el mercado de oficinas en València, aunque con menores ritmos que en años anteriores, ha aguantado los envites de la pandemia.En concreto, según datos de la consultora de servicios inmobiliarios CBRE, la contratación en 2020 de oficinas en València se situó en los 38.000 metros cuadrados, un 19% inferior a la de 2019, con transacciones por una superficie de 47.246 metros cuadrados. Una caída muy inferior a la de otra sectores del mercado inmobiliario y menor de la esperada por los expertos.
"Se trata de una cifra positiva teniendo en cuenta la situación ocasionada por la crisis sanitaria", asegura José Ángel Sospedra, director territorial zona Este de CBRE. Y es que, aunque reconoce que muchas empresas han optado ahora por el teletrabajo, la mayoría de directivos prefiere, cuando así lo permitan la situación epidemiológica, volver a la oficina para mantener la productividad. Por ello, asegura que la demanda existe y se materializará una vez la situación mejore.
En cualquier caso, asegura que hay compañías que sí se han visto abocadas a reducir superficies y, en cambio, otras a aumentarla. De hecho, durante 2020 CBRE ha asesorado operaciones de ampliación de espacios a empresas como Sothis o Infoport, que han alquilado oficinas con superficies de 1.770 y 800 metros cuadrados, respectivamente, en la zona de La Marina. También a la multinacional suiza SGS, con una superficie de 1.860 metros cuadrados en el Parque Tecnológico de Paterna.
Además, la renta prime ha alcanzado los 16 euros el metros cuadrado al mes y continúa la tendencia alcista prevista para 2020 en los edificios de mayor calidad. En cuanto a las rentas de cierre, se han mantenido estables con respecto a 2019, situándose la máxima en 15 euros por metro cuadrado al mes en zonas como el centro de la ciudad y la Alameda.
La ralentización viene propiciada, según Sospedra, porque, pese a la elevada demanda por parte de grandes empresas y corporaciones por instalarse en València, "la situación actual ha retrasado la toma de decisiones y obliga a las empresas a replantear sus estrategias de espacio a las nuevas fórmulas de trabajo, que deben optimizarse en función de las necesidades de negocio y de los empleados".
En este contexto, señala que ha habido un incremento notable en la demanda de espacios flexibles, especialmente por parte de empresas con empleados que necesitan disponer de un centro de trabajo. Según CBRE, los espacios flexibles ganarán protagonismo en la contratación en los próximos meses. "Los espacios flexibles van a salir como el gran triunfador", subraya Sospedra.
Entre sus ventajas, destaca la flexibilidad que ofrecen. "Puedes crecer y decrecer en superficie sin estar atado", señala. "Ahora mismo el mercado va por ahí", puntualiza. Y es que estos espacios suelen alquilarse al mes pagando una cuota en función de la superficie que se necesite.
En cambio, desde CBRE se detecta una menor demanda en edificios con oficinas en los bajos y con menores calidades. Incluso, señalan que edificios enteros destinados al uso de oficinas podrían reconventir algunos de sus pisos para atender a la demanda de coworking.
En este sentido, Belén Patiño, directora de oficinas de CBRE Valencia, comenta que en función de la evolución de la pandemia y sus efectos sobre la economía se producirá una concentración de las grandes operaciones en los edificios más exclusivos. "La oficina será un espacio más colaborativo que se combinará con el teletrabajo, por lo que se buscan espacios versátiles, con altas prestaciones técnicas que puedan satisfacer la implantación de nuevas herramientas digitales y en zonas con buenas comunicaciones y servicios para los empleados", explica.
A su juicio, "la inversión tecnológica en los edificios es crucial para mejorar la experiencia del usuario y la gestión de la salud y el bienestar". "Cada vez hay una mayor diferencia en rentas y ocupación entre los edificios que invierten en tecnología y equipamiento y los que no se actualizan. La tecnología ha pasado de ser un 'plus' a un 'imprescindible', concluye.